Aumento de tarifas y caída en las importaciones de gas: las claves que explican la motosierra en los subsidios a la energía
Las transferencias al sector energético cayeron US$2533 millones en los primeros siete meses del año; esto, a su vez, explicó el 12% de la reducción del gasto fiscal del Estado
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Con el objetivo de equilibrar las cuentas nacionales y normalizar precios relativos, el Gobierno aplicó este año un fuerte aumento de las tarifas de gas y electricidad. La suba en los precios que pagan los usuarios por los servicios energéticos, sumada a la baja de costos de importar gracias a la entrada en funcionamiento del gasoducto Néstor Kirchner, le permitió al Ministerio de Economía reducir las transferencias al sector en US$2533 millones. Esto, a su vez, explicó el 12% de la reducción del gasto fiscal del Estado, que cayó 31% en términos reales en los primeros siete meses de 2024.
Las cifras surgen del último informe de la consultora Economía y Energía (EyE), que señala que los subsidios a la energía cayeron 41% en la primera parte del año, de US$6564 millones a US$4031 millones.
“Los subsidios al sector energético experimentaron una sensible contracción a lo largo de los primeros siete meses de 2024, verificándose un ahorro de US$2533 millones con respecto a idéntico período del año pasado. La disminución de los subsidios estuvo asociada a diversos factores, como la caída en los costos de abastecimiento, la política tarifaria instrumentada y el retraso o renegociación de los montos que debería devengar el Estado Nacional, entre otros”, explicó la consultora que dirige Nicolás Arceo.
“De todas formas, el factor determinante en la reducción de los subsidios a la energía estuvo dado por el impacto de la ampliación en la capacidad de transporte de gas natural desde la cuenca neuquina sobre los costos de abastecimiento del sistema. La mayor disponibilidad de gas natural de origen local permitió disminuir importaciones, que se hubieran efectuado a un mayor costo”, agregó.
Con relación al aumento tarifario, la consultora calculó que las tarifas residenciales de energía eléctrica en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) subieron en promedio 223% interanual en agosto para los usuarios de ingresos altos (N1), 472% para los usuarios de ingresos bajos (N2) y 379% para los de ingresos medios (N3).
En términos reales, descontada la inflación, las boletas de los N1 cayeron 3,8%, ya que la mayor quita de subsidios se hizo bajo la gestión anterior, mientras que las tarifas de los N2 subieron 70,5% y las de los N3, 42,8%.
Las boletas promedio de Edenor y Edesur para los consumos de agosto son de $36.301 para un N1, de $22.717 para un N2 y $27.208 para un N3, según EyE.
Para las industrias y los comercios, los aumentos de energía eléctrica fueron entre 405% y 495% mayores a un año atrás, lo que implica una suba de entre 37,8% y 67,5%, en términos reales.
En cuanto a las tarifas residenciales de gas natural de Metrogas, los aumentos fueron mayores: para los N1, subió en promedio 398% (57% en términos reales); para los N2, 764% (161%), y para los N3, 489% (144%). Esto equivale a una boleta promedio de agosto de $28.801 para los hogares de ingresos altos, $24.506 para los de ingresos bajos y $25.870 para los de ingresos medios. En gas, por lo tanto, los valores de las tarifas son más uniformes entre los distintos grupos de la segmentación.
Para los no residenciales de gas natural de Metrogas, también hubo fuertes aumentos para los de menor consumo (hasta 20.000 m3 por año), con subas de entre 779% y 899%, equivalente a 162% y 198% en términos reales.
En todos los casos, el Gobierno logró que, en menos de un año el valor de las tarifas energéticas alcance casi el mismo nivel que tenían en septiembre de 2019, durante los últimos meses de la administración de Mauricio Macri.
Tarifa social
Mañana vence el plazo máximo que estableció la Secretaría de Energía para que los usuarios que reciben tarifa social y nunca se anotaron en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) lo hagan para mantener la condición de ser usuario de ingresos bajos (N2). De lo contrario, pasarán a pagar las boletas de gas y electricidad como si fuesen usuarios de ingresos altos (N1) de manera automática.
Durante la gestión anterior se decidió que todos los usuarios que reciben tarifa social, que son en su mayoría jubilados y beneficiarios de planes sociales, sean considerados N2, aunque no se hayan anotado en el RASE. La decisión se tomó luego de verificar que había muchos usuarios con ingresos bajos que no tenían acceso a internet o a una oficina de la Anses y que, por lo tanto, no habían llegado a registrarse.
A partir de este año, el Gobierno otorgó un plazo de 90 días para que los 1,7 millones de usuarios de tarifa social sin anotarse en el RASE lo hicieran. Todavía la Secretaría de Energía está procesando los datos de cuánto de esos usuarios se anotaron en los últimos días, pero confirmó que el plazo vence mañana.
Sin embargo, el RASE se mantendrá abierto y disponible para que cualquier usuario que cumpla con las condiciones de ser considerando N2 o N3 puede anotarse y cambiar de grupo. Quienes ya se encuentran inscriptos en el RASE no necesitan volver a hacerlo.
Para registrarse en el RASE hay que completar el formulario de inscripción, que tiene carácter de declaración jurada, a través del siguiente link: https://www.argentina.gob.ar/subsidios.
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