Auge y caída de la Palm, el eslabón perdido entre los primeros celulares y el smartphone
Reinó sobre la faz de la informática móvil y personal durante más de una década. Pero su caída fue tan estrepitosa como sorprendente: en menos de tres años pasó de ser la estrella de la CES 2009, la mayor reunión mundial del negocio de tecnologías de consumo, a una división casi anónima dentro de HP . Esta es la historia del apogeo y la caída de Palm, el eslabón perdido entre los teléfonos celulares y sus "primos" más evolucionados, los smartphones.
Durante una época este dispositivo táctil parecía casi tan invencible como Apple : la fiebre de las PDA (asistente digital personal, según sus siglas en inglés) fue muy fuerte, y esta empresa dominaba el mercado con mano firme. Pero todo terminó mal. La compañía no logró competir en el negocio de los smartphones a pesar de sus intentos y de desarrollos prodigiosos, como webOS.
La compañía nació en 1992 de la mano de Jeff Hawkins, Donna Dubinsky y Ed Colligan. Y ese mismo año lanzó su primer dispositivo, la Zoomer, fabricada por Casio aportando la primigenia Palm el software sobre GEOS (el sistema operativo, de la mano de Geoworks). Ese año aparecieron también las primeras series de Palm, como la Palm Zire.
Hubo varias series de Palm en el mercado (tantas, que sería aburrido detallarlas), hasta que se lanzó Treo. Esta familia de dispositivos empezó sin incluir una parte de teléfono, pero pronto agregaron esa faceta, lo que la consolidó como precursora del concepto posterior de smartphone. Treo quedó en el inconsciente colectivo como el último gran invento de Palm.
Enrique Carrier, analista del mercado de las telecomunicaciones y director de Carrier y Asociados, dice que el talón de Aquiles de Palm fue no agregar conectividad a sus aparatos (o hacerlo demasiado tarde). "Como usuario, recuerdo que siempre sentía que le faltaba poder estar conectada en todo momento", comenta.
Carrier agrega que también es cierto que el negocio en el que estaban originalmente (el informático) no tenía la misma dinámica y necesidades que el de los terminales celulares. "Para esto hubieran necesitado una estrategia comercial muy distinta para trabajar con operadores móviles (que movían todo el volumen). Era otro negocio desde el punto de vista operativo", explica el especialista.
Enrique Carrier, analista del mercado de las telecomunicaciones, dice que el talón de Aquiles de Palm fue no agregar conectividad a sus aparatos (o hacerlo demasiado tarde)
Sebastián Novoa, analista senior de IDC Argentina, trabajaba como vendedor en esa época y llegó a comercializar las Palm. "No se adaptó a lo que venía, tenía un buen software, pero una pantalla muy chica y no era un teléfono. Se usaba mucho para trabajar y era muy cool, pero no se había armado como para que fuera de consumo masivo. Se vendía más de modo corporativo", señala.
En abril de 2010, cuando la tormenta estaba comenzando a arreciar, HP compró Palm por US$1200 millones. Esperaba encontrar un hueco en el segmento de la movilidad (y hacerse un lugarcito entre Android, iOS y BlackBerry), pero la TouchPad no fue capaz de cubrir las expectativas. Sólo un año después HP dijo que cesaría la producción de todos los dispositivos con webOS, para dos años después anunciar la venta de webOS a LG.
"El innovador sistema operativo de Palm ofrece una plataforma ideal para expandir la estrategia de movilidad de HP y crear una experiencia única de HP que abarca múltiples dispositivos móviles conectados", dijo en aquel momento Todd Bradley, vicepresidente ejecutivo de Personal Systems Group de HP, según surge de un documento que forma parte de la memoria histórica de HP. Las cosas no salieron como se esperaba.
Finalmente, Palm llega hasta estos días siendo propiedad de TCL (responsable de los móviles Alcatel). Este monstruo de la electrónica es un especialista en devolver al ruedo a marcas que pasaron a mejor vida. Como John Hammond, el gerente de InGen que en Jurassic Park revive Tiranosaurus Rex y Velociraptors, tal vez este gigante chino logre reactivar al "dinosaurio Palm". Pero esa será otra historia.
Según recuerda Novoa, la marca intentó meterse en el mundo de los teléfonos inteligentes con el Palm Treo, pero llegó tarde. "Lo que pasó con Palm Treo fue que cuando salió Blackberry se lo comió vivo, y después lo pasaron por arriba todos los smartphones. Además, no era un aparato barato, costaba US$700. Eso era mucho para tener una cámara de solo 0,3 megapíxeles y una pantalla de 2,4 pulgadas", indica el analista.
Alberto Arébalos, vicepresidente de MileniumGroup, agencia de comunicaciones corporativas, que hizo toda su carrera en empresas de tecnología, no tiene dudas: "Palm debería haber sido el dueño de la telefonía celular", sostiene. El Treo, según el experto, fue una descendencia de la Palm. "Recuerdo que en aquella época, 1997, la gente decía qué sería bueno pegar una Palm con un teléfono celular, y eso lo hicieron años después con el Treo. Pero Palm fue una víctima directa de iPhone, porque tardó mucho en sacar un smartphone y cuando lo hizo cometió muchos errores ", opina.
Durante una época este dispositivo táctil parecía casi tan invencible como Apple: la fiebre de las PDA (asistente digital personal, según sus siglas en inglés) fue muy fuerte, y esta empresa dominaba el mercado con mano firme
De repente, Palm se vio entre dos fuegos, y no decidió bien. Por un lado, iPhone solo se conseguía con AT&T, y por el otro, el Android solo estaba disponible con Verizon y TMobil; entonces Treo quedó con Sprint/Nextel, con lo cual ya empezó con un socio flojo (a fines de 2009).
"Si vos te ponés a pensar, en los teléfonos pasa lo mismo que con las computadoras: tenés Apple (cerrado) y Android (abierto). Palm hizo su intento con webOS, pero una vez que ya tenés instalados dos sistemas operativos en el mercado es muy difícil romper esa dualidad. Los fabricantes de teléfonos que hoy compiten con Apple son los que usan Android (ningún fabricante se puso a desarrollar su sistema operativo)", explica Arébalos.
Para colmo de males, en ese contexto, en el que Palm mira para un lado y tiene a Apple, mira para el otro lado, y tiene a Android, le viene el síndrome de "si no lo hicimos nosotros, no sirve". Y eso no es lo mejor, señala Arébalos, porque el mercado elige una opción u otra y hay que hacer algo realmente fuera de serie para romper eso. "Este síndrome se da muchas veces en empresas que son básicamente de ingenieros, porque se obsesionan con hacer su propio desarrollo; pero eso lleva tiempo y, entonces, cuando salen al mercado ya es tarde", afirma Arébalos.
En efecto, seis meses en tecnología es un siglo, y Palm tardó tres años en sacar su smartphone (modelos Pre y Pixi). Cuando lo hizo, ya nuevas "especies" reinaban sobre la faz de la informática móvil y personal. Estos nuevos jugadores eran más rápidos y versátiles, pero, por sobre todas las cosas, habían entendido rápidamente lo que se venía: la gente iba a empezar a usar el teléfono celular más que la computadora. A esa altura, Palm ya solo era un recuerdo.
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