Atrapada en el debate electoral
El banco central es tema de campaña entre demócratas y republicanos
La decisión más reciente de la Fed de estimular la economía de Estados Unidos con una nueva ronda de compra de bonos se produce en medio de una campaña electoral, y provocó críticas de los republicanos y elogios de los demócratas.
Las reacciones opuestas fueron un recordatorio de que, a pesar de la insistencia del presidente de la Fed, Ben Bernanke, de que el banco central está mirando exclusivamente la economía, la Fed se ha visto involucrada en política más que en cualquier otro momento de los últimos 30 años.
El republicano Scott Garrett calificó la ronda de compra de bonos de "radical y sin precedentes", mientras que su copartidario Bob Corker señaló que Bernanke "está empezando a perjudicar seriamente a la Fed como institución".
Como es ya su costumbre, la Casa Blanca declinó comentar sobre las acciones de la Fed, pero congresistas demócratas saltaron en defensa del banco central estadounidense.
El senador Tim Johnson afirmó que la decisión era "esperanzadora", mientras que su colega, Chuck Schumer, anotó que la Fed estaba "cumpliendo con su obligación".
Bernanke, como sus predecesores, se ha esforzado por proteger la independencia para dictar la política monetaria. El presidente del banco central también ha evitado tomar parte en el enfrentamiento entre demócratas y republicanos. Bernanke y sus colegas saben que cualquier acción o inacción de la Fed a menos de dos meses de las elecciones presidenciales serán objeto de escrutinio por implicaciones políticas. El jueves, sin embargo, Bernanke aclaró que no hubo consideraciones políticas en su decisión.
"Hemos hecho un gran esfuerzo, y creo que hemos tenido éxito, para no tomar partido y ser apolíticos", señaló Bernanke durante una conferencia de prensa. "Tomamos nuestras decisiones basados completamente en el estado de la economía… Así que no tomamos en cuenta esos factores (políticos). Y creemos que esa es la mejor forma de mantener nuestra independencia y mantener la confianza del público".
Las críticas contra la Fed y su política monetaria por parte de políticos elegidos por voto popular no es nueva. Hace décadas, el entonces presidente de la Fed Paul Volcker fue blanco de quejas por las altas tasas de interés que diseñó para combatir la inflación de los años 80. Su sucesor, Alan Greenspan, fue criticado por no reducir las tasas más rápido en los años 90. Pero la crisis financiera global y una serie de rescates de firmas de Wall Street liderados por la Fed han hecho que el banco central de Bernanke sea un blanco mucho más grande. Incluso, en algún momento el Congreso estadounidense amenazó con no confirmar su nominación para un segundo mandato.
Los ataques contra la Fed se incrementaron durante la campaña primaria republicana, en parte porque ofrecieron una plataforma para el eterno crítico de la Fed, el republicano Ron Paul.
The Wall Street Journal