Ricardo Arriazu. "Están dadas las condiciones para un programa económico espectacular"
"Para mí es una de las raras veces en que están dadas las condiciones para hacer un programa económico espectacular. Hay superávit comercial y en cuenta corriente externa, bajaste el déficit fiscal, ya ajustó el tipo de cambio, ya ajustaron las tarifas, hay un nivel de monetización muy bajo y un nivel de reservas más alto que 2016", aseguró hoy el economista Ricardo Arriazu, antes de agregar: "¿Creo yo que se va a hacer esto? No".
En diálogo con el secretario general de Redacción de LA NACION, José Del Río, el titular de Arriazu Macroanalistas consideró que la clave para reactivar la economía argentina es "dar confianza" y "resolver los problemas urgentes" como el pago de la deuda, lo que señaló que sería mejor hacerlo "amigablemente, sin quita de capital".
El economista calculó que para bajar la pobreza al 10% en 20 años se necesita duplicar la tasa de crecimiento de Argentina. "Para eso hay condiciones necesarias, pero no suficiente y hay cambios que hacer. La primera condición necesaria es restaurar los equilibrios macroeconómicos. No puede haber inflación; la inflación es un cáncer que nos come", señaló.
Arriazu consideró que hay que evaluar las variables económicas de manera holística y aseguró que los experimentos que se hacen "en el vacío" fracasan. En ese sentido, retomó una frase de Keynes para quien el problema político de la humanidad consiste en combinar tres cosas: eficiencia económica, justicia social y libertad individual.
"La restricción presupuestaria es a la economía lo que la ley de gravedad a la física. Lamentablemente los argentinos creemos que no existe", sostuvo el economista, y agregó que "aprovechamos cualquier oportunidad que se nos presenta para gastar de más. "De pronto el acreedor nos deja de prestar, sale corriendo y no tengo más remedio que bajar el gasto", señaló.
El analista repasó los acontecimientos de los últimos años y recordó que en 2016 "en vez de ajustar lo que había ajustar se tomó la decisión de gastar demás para ganar las elecciones de 2017". En el año 2018 ubicó la sequía, el impuesto a los activos financieros y el momento en el que "el mundo nos dejó de prestar". "Eso costó US$65.000 millones", sintetizó.
Como ejemplo de las dificultades que enfrenta la Argentina Arriazu explicó que en el mundo un país desarrollado crece 0,2% el empleo por cada punto del PBI. "En un país subdesarrollado 0,4% porque la mano de obra es más barata. En la Argentina entre 0% y 0,1%% porque emplear a alguien en la Argentina es un mal negocio y un dolor de cabeza", dijo y relativizó así los dichos de algunos sectores asociados al peronismo en el que se cuestionan las reformas laborales. "Evitando la reforma, ¿estoy protegiendo a los trabajadores?", cuestionó.
El economista también se refirió al cepo, y señaló que la base sobre la que se instrumentó es una economía bimonetaria y dolarizada. "Hoy más del 80% de los activos argentinos están en dólares. ¿Por qué? Porque el peso dejó de tener valor porque fuimos estafados permanentemente. La devaluación es una estafa que nosotros, los economistas, hemos convertido en una herramienta de política económica", señaló.
Respecto de la inflación, Arriazu aseguró que "la única manera de pararla es atacando todos los problemas simultáneamente: que no haya emisión, que el tipo de cambio nominal sea estable y que se detenga la calesita de los precios relativos". En ese sentido, aseguró que no están dadas las condiciones para la hiperinflación. "Pero con esfuerzo y dedicación lo podemos lograr", ironizó.
Consultado por Del Río, el economista dijo que hay un margen económico muy acotado para que "vuelva el populismo" y que la forma más razonable para cumplir el objetivo prometido de "poner plata en el bolsillo de la gente" sería "dar confianza". "Si doy confianza, como hubo un sobreajuste de la economía la propia confianza hace que mejore el nivel de vida de la gente y ese es el verdadero populismo", concluyó.