Argentina y la UE en la guerra de los clones
Europa quiere prohibir o restringir la venta de carne de ganado clonado
La Unión Europea alista restricciones sobre la venta de carne derivada de animales clonados, lo que abre otro frente en la batalla por la ingeniería alimentaria con potencias agrícola-ganaderas modernas como Argentina, donde los ganaderos clonan cada vez más cerdos, vacas y ovejas.
La Comisión Europea, la oficina ejecutiva del bloque, trabaja en una propuesta para prohibir o exigir una identificación estricta de las importaciones de carne, lácteos y otros productos de los descendientes de animales clonados, afirman funcionarios de la UE.
El bloque no importa mucha carne, pero la pelea es parte de una batalla más amplia por el futuro de la agricultura global, que refleja disputas por organismos modificados genéticamente, hormonas de res y cloro en la producción de aves. Argentina, en tanto, emerge como el abanderado de la carne clonada.
Cinco operaciones pioneras individuales en el país han realizado clonaciones exitosas, con el apoyo -y poca interferencia- del gobierno, empresas y universidades.
"No hay motivo científico para regular la clonación", afirmó Alejandro Silva, jefe de gabinete del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina. "En cinco o seis años, Argentina será el mayor exportador mundial de productos clonados y transgénicos [pero] necesitamos superar la resistencia de la UE".
Como han descubierto los productores de cultivos modificados genéticamente, superar la aversión a veces obsesiva de Europa a los "Frankenalimentos" no es fácil.
La mayoría de los países de la UE, excepto Dinamarca, permite la importación de carne derivada de clones, pero cuando 58% de los europeos se opone a la idea, según una encuesta de la Comisión Europea, los reguladores en Bruselas debaten una prohibición antes de que la práctica se vuelva común.
Hay menos de 1.000 vacas, cerdos, chivos, caballos y mulas clonadas en el mundo, dice la Organización de la Industria de Biotecnología (BIO, por sus siglas en inglés), en Washington, pero la cifra crece y los costos caen.
Un informe de 2009 de la Autoridad Europea de Seguridad de Alimentos, con sede en Italia, concluyó que los productos comestibles clonados no son insalubres para los humanos pero la clonación -sobre todo los procesos quirúrgicos usados para inseminar a las madres sustitutas y la alta tasa de mortalidad en el proceso- representa una forma de crueldad animal.
Quienes apoyan la práctica afirman que clonar animales de calidad superior podría mejorar la genética del rebaño, aumentar la productividad y reducir los costos. Clonar "es una tecnología de cría que ayuda a los agricultores y ganaderos a producir animales más saludables y contribuye a generar alimentos de forma más constante", afirmó David Edwards, director de biotecnología animal de la BIO.
Con un precio de hasta US$25.000 cada uno, no se prevé que los clones sean usados directamente para carne. El principal valor es para cría, indicó Edwards.
Liotard y otros miembros del Parlamento buscan reglas que sean lo más estrictas posible, incluida una moratoria no sólo sobre animales clonados pero también sobre carne de la cría de clones. Como mínimo, quieren etiquetas estrictas que en la práctica reduzcan las importaciones de esas carnes debido a los costos extra. Eso llevó al Consejo Europeo, que reúne a los líderes de los gobiernos de la UE, a advertir sobre una guerra comercial.
En marzo, las negociaciones entre gobiernos, la Comisión y el Parlamento europeos buscaron regular las importaciones de carne y productos lácteos de animales nacidos de clones. Si la Comisión retrasa su propuesta, el Parlamento propondrá su propia ley, afirmó Liotard.
Sin dudas esa medida irritará a grandes exportadores de carne de res como Argentina y Brasil, que experimentan con la clonación y unen fuerzas para alentar a otros gobiernos a apoyar la práctica.
Cualquiera sea la resolución, Argentina seguirá adelante. En el laboratorio de biotecnología de la Cabaña Nuevo Milemium, en la provincia de Buenos Aires, científicos han clonado 11 animales, incluidos chivos, ovejas, cerdos y la estrella del show, Pascual, un clon de uno de los mejores toros Bradford del país.
"El desarrollo tecnológico es una de mis obsesiones porque es ahí donde tenemos que convertir en competitivas las ventajas en materia de agricultura", declaró la presidenta Cristina Fernández, durante una visita a Nuevo Milenium el año pasado.