Argentina, Rusia, el dólar y el petróleodesbaratan el mercado global del trigo
El mapa del comercio mundial de trigo está siendo rediseñado por personas como Greg Harvey.
Durante años, este productor de harina que opera desde Singapur alimentó con trigo australiano los molinos que gestiona en el sudeste asiático. En diciembre, se pasó a un nuevo proveedor: Argentina.
El cambio se produce conforme las cosechas récord, el dólar fuerte y el petróleo barato se combinan para sacudir un mercado de miles de millones de dólares. Los abultados silos están llevando a los productores a buscar nuevos mercados, mientras el petróleo barato está derrumbando los costos de transporte marítimo.
El fortalecimiento del dólar, por último, está socavando a los agricultores de Estados Unidos, el segundo mayor exportador mundial de trigo —una materia prima denominada en dólares— después de Canadá, y tornando más competitivo el trigo de un conjunto de países, de Rusia a Argentina.
Mientras tanto, Francia está vendiendo su grano a Indonesia, y Rusia a Nigeria. El jueves, un inusual cargamento de trigo argentino llegó al puerto de Wilmington, Carolina del Norte.
Anualmente, EE.UU. importa alrededor de cuatro millones de toneladas de un consumo total de 30 millones de toneladas de trigo, según el Departamento de Agricultura de ese país (USDA, por sus siglas en inglés).
Con las cifras de la cosecha de este año, se prevé que Rusia se convierta en el mayor exportador de trigo y que las ventas de EE.UU. caigan a 21,8 millones de toneladas, su mínimo de 44 años, de acuerdo con el USDA.
Según las mismas proyecciones, las exportaciones de Canadá también caerán, de 24,1 millones de toneladas el año pasado a 20,5 millones. Las exportaciones rusas, por el contrario, aumentarían 3%, a 23,5 millones de toneladas.
"Hay una gran cantidad de trigo y, en última instancia, lo que importa es el precio", dice Harvey, presidente ejecutivo de Interflour Grupo Pte.
En diciembre, el precio de los futuros de trigo comercializados en Chicago cayó a mínimos de cinco años. El viernes, el trigo para entrega en marzo perdió 6 centavos, o 1,3%, a US$4,6675 el bushel en la Chicago Board of Trade, 3,2% por encima del valor registrado el 2 de diciembre.
A medida que el precio del trigo cae, el fortalecimiento del dólar —que a finales de enero alcanzó su nivel más alto frente a otras monedas en más de 13 años, según el WSJ Dollar Index— está encareciendo el trigo de EE.UU. para los compradores que utilizan otras divisas.
Los consumidores parecen estar beneficiándose del trigo más barato, que se utiliza para pan, pasta y pienso para animales. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señaló el jueves que el exceso de granos y la mayor competencia ayudaron a hacer caer los precios de los alimentos en enero a mínimos de cerca de siete años.
En la campaña agrícola 2015-2016, las reservas mundiales de trigo llegaron a 213 millones de toneladas, su nivel más alto desde 1960, según el Consejo Internacional de Cereales.
El rediseño de las rutas comerciales fue lubricado por una caída de 20 meses en los precios del crudo, principal factor de la reducción de costos del flete. El Baltic Dry Index, que mide el precio de trasladar materias primas por mar, alcanzó el jueves su nivel más bajo desde que se llevan estos registros. El mes pasado, los operadores ofrecieron embarques de trigo de Francia a Egipto por US$7,59 la tonelada; un año antes, ese flete costaba US$13,75.
Los cambios en el mercado se producen luego de una racha de años de altos precios, cuando la demanda de China y otras economías emergentes aumentaba rápidamente. Sin embargo, al igual que con otras materias primas, desde el petróleo al cobre, la sobreoferta ha empujado los precios del trigo a la baja y ha desatado una batalla por cuota de mercado.
El equilibrio podría volver a cambiar si se produjeran cosechas catastróficas, una caída del dólar o un repunte del precio del petróleo. No obstante, pocos prevén que esto ocurra en el corto plazo.
Rusia presiona para ocupar el lugar de EE.UU. en el negocio del trigo. A mediados de enero, el rublo cayó a su valor más bajo de la historia frente al dólar. Con el abaratamiento de su cosecha en términos de dólares, el trigo ruso está llegando a lugares donde no había estado en muchos años, o a los que nunca había llegado, y está aumentando su participación en mercados establecidos, como Egipto. Este avance incluye mercados tradicionalmente dominados por EE.UU., que el año pasado fue superado por Canadá como el mayor exportador de trigo.
"Esta temporada estamos vendiendo más a destinos lejanos como Nigeria (...) y también hemos vendido algo de trigo a Méxi-co", dice Andrey Sizov, director gerente de la consultora agrícola rusa SovEcon.
México, en general deficitario en granos, registra importaciones de trigo que oscilan en torno de los 4,5 millones de toneladas anuales, según el USDA. Brasil, otro país que consume más trigo de lo que produce, importa el grano en volúmenes que varían, por ejemplo, entre los 7 millones de toneladas del año agrícola 2013-2014 a los casi 5,9 millones de 2014-2015.
EE.UU. también enfrenta una renovada competencia de Argentina. En diciembre pasado, el nuevo presidente del país sudamericano, Mauricio Macri, levantó los controles de capital y dejó que el peso perdiera casi un tercio de su valor frente al dólar en un día. También eliminó el impuesto de exportación de 23% que pesaba sobre el trigo.
Otros productores occidentales se han visto también muy afectados por estos cambios.
En la cosecha pasada, Francia suministró 40% del trigo que compró Egipto, el mayor importador mundial del grano. En la actual temporada, que va de julio a junio, Francia tuvo que esperar hasta noviembre para vender su primer cargamento a Egipto, una operación facilitada por la depreciación del euro. No obstante, las esperanzas que tenían los exportadores franceses de recuperar su posición en Egipto se desvanecieron en diciembre, cuando las medidas tomadas por Macri dieron lugar a una oleada de granos argentinos en el mercado mundial.
"Francia debería haber ganado, pero ahora Argentina estaba allí, US$5 más barato", dice Gabriel Omnes, analista de la consultora francesa Stratégie Grains.
Fue en esa época que Harvey, de Interflour, ordenó un cargamento de Argentina. Fue la primera vez que lo hizo desde 2009. "Todo el tiempo estamos buscando nuevos proveedores (...) y ahora tenemos tantos entre quienes elegir", dice el operador.
Molido
Los crecientes inventarios globales de trigo han ejercido una presión bajista sobre las exportaciones de EE.UU. y los precios del grano.
Ed Ballard y Georgi Kantchev
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