Paradoja argentina: el impuesto que mejor recauda es el que más preocupa
En general, cuando un impuesto acerca cada vez más ingresos, la administración recaudadora festeja. Pero, se sabe, la Argentina desafía toda lógica.
Y aquí hay un tributo que en los últimos meses muestra un desempeño envidiable pero que-por lo mismo- preocupa mucho a las autoridades.
La inquietud oficial se consolidó al conocerselos datos de recaudación de junio, que mostraron otro excelente desempeño del impuesto PAIS, es decir, el recargo del 30% que se aplica a la compra de dólares: batió un récord por tercer mes consecutivo al aportar $14.116 millones, una cifra 18,6% superior a la de mayo y cuatro veces mayor a la que sumaba al fisco a comienzos de año.
Fue al cabo de un mes en que el Banco Central (BCRA) movió 2,8% el dólar oficial mayorista y el minorista se indexó 4,25% al subir de $70,50 a $73,50 en promedio, según los registros oficiales.
"Dada la imposibilidad de viajar al exterior, incluso los problemas para realizar compras, todo hace prever que el aporte largamente mayoritario lo hizo la compra de dólares para atesoramiento", observó en su habitual informe sobre la evolución de la recaudación la consultora ACM.
Se trata de una tasa de crecimiento que supera con creces el deslizamiento que tuvo el precio, lo que permite anticipar que la demanda total de divisas por parte de las personas muy probablemente haya alcanzado los US$650 millones, dejando muy atrás el máximo de US$451 millones alcanzado en mayo y que ya había sido 82% mayor al de abril.
La proyección no es alocada tomando en cuenta que se trata de un mes en que los ingresos de los asalariados fueron reforzados por el medio aguinaldo. Pero el dato certero se conocerá en unos 20 días cuando se divulgue el balance cambiario de ese mes.
Para tener una idea de la creciente importancia de este tributo hay que considerar que sólo en junio el llamado impuesto PAIS aportó "casi 3 veces más que lo que había recaudado en los primeros tres meses del año", hizo notar la consultora LCG. De hecho, mientras en enero (cuando arrancó) apenas aportaba un monto equivalente al 2,6% de lo que el Estado Nacional recaudaba en concepto del IVA, en junio ya fue el equivalente al 10% de lo que se sumó el IVA ($141.482 millones) y aportó prácticamente lo mismo que los derechos de importación ($14.877 millones).
Si se analiza el semestre incluso, el denominado "impuesto solidario" ya acercó a las arcas públicas $47.705 millones cifra superior a los $46.600 millones ingresados en concepto de Bienes Personales.
Los datos confirman que los esfuerzos que el Gobierno realizó desde fines de mayo para comprimir la brecha cambiaria, a fuerza de trabas, acentuaron el apetito dolarizador de los argentinos, que se volvieron a lanzar a usar el máximo posible del cupo de compra mensual permitido de US$200 mediante débito o sólo US$100 en efectivo.
Es un dato preocupante tomando en cuenta que ya 2,4 millones de argentinos venían de adquirir US$190 per cápita en promedio en mayo, mes en que se alzaron con el 67% de las reservas que tuvo que volcar sobre el mercado el BCRA en ese mes: US$679 millones que usó para mantener el precio oficial del billete bajo control y tratar de aplacar las expectativas sobre una mayor devaluación. Las cifras ratifican que la proclama de "soberanía monetaria" que lanzó hace algunos días el ministro de Economía, Martín Guzmán, está muy lejos de volverse una realidad.
Lo dejó en evidencia días atrás el instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) al revelar que la sostenida apuesta por el dólar que hacen los argentinos desde hace muchos años, cansados de una moneda que no deja de depreciarse y tiene incluso aceptación transaccional limitada, los llevó a atesorar tenencias por US$222.807 millones, que superan en 5,1 veces las reservas contables que tiene bajo administración el BCRA y en 25 veces sus reservas netas.