
Argentina, libre de la fiebre aftosa
En mayo próximo: nuestro país podría ser reconocido como libre del mal por la Oficina Internacional de Epizootias. Será un hecho histórico y un "paso clave" para aumentar las exportaciones de carne.
Nuestro país se halla a las puertas de dar un paso clave para mejorar sus ventas de carne al exterior.
El 31 de octubre último, la Comisión Técnica para la Fiebre Aftosa de la Oficina Internacional de Epizootias (OIE) le propuso a la Comisión Internacional que le otorgue a la Argentina la calificación de país libre de aftosa en virtud de sus buenos resultados en la lucha contra ese flagelo.
Tras 30 años de campañas de efectos disparejos, la Argentina no tiene brotes de aftosa desde el 27 de abril de 1994.
Luego de escuchar la propuesta del director general de la OIE, Jean Blancou, los países miembros tienen plazo hasta fines del mes próximo para formular sus objeciones o requerir mayor información.
En mayo próximo, durante la 65a. sesión de la OIE, la Argentina podría alzarse con la nueva calificación.
"Será un paso fundamental para tener el aval definitivo de los organismos internacionales", dijo ayer a La Nación el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, ingeniero Felipe Solá.
Las diferencias de precios en las carnes de los países libres de aftosa y las naciones que padecen ese mal son grandes, por lo que los beneficios para la Argentina se presentan como auspiciosos.
Por otra parte, Solá le pidió ayer la renuncia al director de Servicio Nacional de Sanidad Animal, Bernardo Cané, disconforme por la falta de acción en el control de la evasión fiscal en su área.
Luz verde para la Argentina
La Comisión Técnica para la Fiebre Aftosa de la Oficina Internacional de Epizootias (OIE), con sede en Paris, propuso al comité internacional del organismo que reconozca a la República Argentina como país libre de aftosa que practica la vacunación.
La decisión fue comunicada el 31 del mes último por el director general de la OIE, J. Blancou, a los países miembros del Comité Técnico, los que tendrán plazo hasta fin de diciembre para presentar objeciones o requerir mayor información.
Si no mediaren observaciones insalvables, la recomendación técnica se considerará internacionalmente aprobada y la nueva calificación será anunciada en el informe de la 65a. sesión general de la OIE, en mayo próximo.
La luz verde para la Argentina fue dada por la comisión después de analizar durante meses la documentación que el administrador general del Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa), Bernardo Cané, presentó a mediados de mayo último en la reunión anual de la Oficina Internacional de Epizootias.
Previamente, Cané había dictado una resolución que declaraba al país libre de aftosa que practica la vacunación, medida que fue convalidada pocos días después por el presidente Carlos Menem mediante el decreto 563. La declaración se efectuó después de haberse cumplido más de dos años sin la aparición de focos.
El reconocimiento internacional como país libre de aftosa será un paso sumamente importante para la Argentina, dado que el comercio internacional de las carnes vacunas se encuentra segmentado entre naciones que padecen el mal y las que están libres de él.
En consecuencia, existe también un doble circuito de precios. Los países sin aftosa venden sus cortes finos frescos a razón de 5300 dólares por tonelada, aproximadamente, mientras que las naciones que tienen la enfermedad en sus rodeos ven recortada la cifra a unos 3000 dólares.
Una larga batalla
La Argentina no tiene brotes de fiebre aftosa desde el 27 de abril de 1994. A ese resultado se llegó después de 30 años de campañas que tras muchos altibajos encontraron coherencia a partir de la iniciada para el control de la enfermedad en 1989 y que puso en marcha la modalidad de una participación muy activa y responsable de los productores. Estos debieron apurar sus pasos y lograr objetivos concretos rápidamente, pues sabían que el mayor mercado abierto para nuestras carnes, la Unión Europea, se aprestaba para declararse libre de la aftosa en 1992. Ello podía significar el fin de nuestras exportaciones a ese mercado.
La lucha contra el mal, en la que también tuvo destacada participación la nueva vacuna oleosa desarrollada por científicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), continuó con el programa de erradicación 1993/97, que se está desarrollando actualmente bajo la supervisión del Senasa.
Actualmente, unas 350 fundaciones en todo el país tienen bajo su responsabilidad la vacunación de un rodeo bovino que se estima en unos 55 millones de cabezas, con una inversión de aproximadamente 100 millones de dólares anuales.
La eliminación de la vacunación es un paso que no se dará hasta que haya certeza de la desaparición de la actividad viral, para lo cual se realiza un permanente seguimiento de la condición epidemiológica.