ArcelorMittal ahora da prioridad a la rentabilidad sobre la expansión
Lakshmi Mittal, uno de los empresarios más osados en la historia de la siderurgia, acaba de moderar sus ambiciones.
Mittal, fundador y presidente ejecutivo de ArcelorMittal, la mayor siderúrgica del mundo por producción, dijo en una entrevista que ahora su meta es mejorar su rentabilidad en lugar de expandirse en forma enérgica a través de inversiones en China, India y la minería, su plan cuando formó el conglomerado en 2006.
En el momento de la fusión que dio vida al gigante domiciliado en Luxemburgo, "teníamos ciertas expectativas (…) sobre el mercado y el crecimiento que no se concretaron", dijo el ejecutivo de 62 años.
En 2006, Mittal orquestó la mayor fusión de la industria del acero, al asumir el control del grupo siderúrgico europeo Arcelor SA, con sede en Luxemburgo, en una operación de US$33.000 millones. En ese momento, el empresario predijo que formaría un coloso con capacidad para producir 120 millones de toneladas de acero al año, conquistar India y China y establecer nuevas minas de mineral de hierro.
La realidad, sin embargo, ha sido distinta. ArcelorMittal ha ganado poco terreno en India y China. La producción asciende a 90 millones de toneladas al año y la empresa aborda con mucha cautela sus inversiones en la minería.
ArcelorMittal anunció en octubre una pérdida de US$709 millones en el tercer trimestre, por encima de las previsiones del mercado. El resultado incluyó cargos relacionados al propuesto cierre de altos hornos en Bélgica y Francia y un nuevo contrato laboral en Estados Unidos que no redujo los costos vinculados a las pensiones y jubilaciones. El empresario también afronta un bajón en Europa, donde sólo operan 14 de los 25 altos hornos de la compañía.
La deuda de ArcelorMittal, que en el último trimestre rozó los US$23.200 millones, fue rebajada a la categoría de chatarra por las calificadoras de riesgo Standard & Poor’s en agosto y Moody’s en noviembre.
"Los programas que tenemos en marcha para mejorar nuestros indicadores de crédito siguen en pie y esperamos lograr nuevos avances en los próximos meses", dijo un portavoz de ArcelorMittal.
Los analistas proyectan que el grupo no generará ganancias ni pérdidas en 2012, tras registrar utilidades de US$2.260 millones en 2011 y US$2.920 millones en 2010. Las ganancias se han visto mermadas por el alza en los precios de las materias primas, como el mineral de hierro y el petróleo, y el debilitamiento en los precios del acero. Se prevé una mejoría de la situación el próximo año ante el leve retroceso esperado en los precios de los commodities.
Mittal indicó en la entrevista que la debilidad de la economía mundial lo ha obligado a cambiar de estrategia. "Cuando azotó la crisis financiera en 2008, pensamos que se trataba de un cambio cíclico y ahora nos damos cuenta de que es permanente", afirmó. "De modo que ahora nuestra prioridad, en lugar del crecimiento (de los ingresos), es formar una compañía que sea fuerte y se adapte a las realidades económicas", aseveró.
En concreto, eso implica la venta de activos prescindibles, el cierre de las plantas que arrojan pérdidas y la inversión en áreas que se están volviendo más rentables, como el acero liviano y de alta resistencia que se usa en la fabricación de vehículos.
En cinco años, dijo Mittal, a ArcelorMittal "le gustaría mantener su participación de mercado en todos los mercados donde está presente". Descartó hacer grandes fusiones o adquisiciones, aunque insistió en que "buscará acuerdos más modestos si tienen sentido".
El descendiente de una familia industrial india, Mittal arrancó su carrera en los años 80 y 90, comprando acereras en aprietos económicos en países en desarrollo y reduciendo sus costos. En 2006, lanzó su oferta por Arcelor, fundada en 2001 tras la combinación de siderúrgicas de España, Francia y Luxemburgo.
China, sin embargo, no ha estado a la altura de las expectativas de ArcelorMittal. El ejecutivo esperaba construir o comprar un grupo de empresas dedicas a fabricar acero en bruto. No obstante, cientos de siderúrgicas que cuentan con el respaldo del gobierno han inundado el mercado de acero en bruto en los últimos seis años y el Estado ha bloqueado la mayor parte de las inversiones de firmas externas. La empresa posee participaciones de 30% en dos siderúrgicas chinas, además de 50% en una empresa conjunta que está construyendo una planta que producirá 1,2 millones de toneladas de acero para el mercado chino de automóviles.
"Nadie contemplaba que China desarrollara una capacidad para producir 700 millones de toneladas de acero y bloqueara la participación del resto del mundo en la industria", puntualizó Dan DiMicco, presidente ejecutivo de Nucor Corp., la segunda siderúrgica estadounidense.
En India, ArcelorMittal dijo que se ve limitada por las regulaciones. "Pensábamos que India crecería y que participaríamos de ese crecimiento", dijo Mittal. "Pero eso no ha progresado".
Si bien Mittal expandió el negocio de minería de la compañía, no fue como esperaba. De hecho, ArcelorMittal anunció que reducirá su inversión en la mina de hierro Mary River Baffinland, en el Ártico canadiense, y que decidirá en 2012 si seguir en el proyecto conjunto con una empresa de Canadá.
Con todo, Mittal sigue confiando en el futuro del sector. "Amo el acero", afirmó. "El ambiente económico cambió, pero el acero es importante y siempre se recuperará".