Ante el alza del petróleo, las empresas debaten si subir sus precios
Los volátiles precios del petróleo han obligado a muchas empresas a establecer un delicado equilibrio entre traspasar sus costos a los consumidores y encontrar otras formas de mitigar el impacto del alza del crudo en sus ganancias.
La semana pasada, los precios del petróleo oscilaron drásticamente tras el inicio de ataques de las fuerzas del gobierno contra los rebeldes en Libia y la violencia en Bahréin, que hicieron que Medio Oriente volviera a acaparar la atención de los mercados después del terremoto y el tsunami en Japón.
Es probable que la volatilidad persista después de los bombardeos del fin de semana contra el gobierno del líder libio Muamar Gadafi. "Cada día hay un nuevo titular y el mercado se está moviendo de un acontecimiento importante a otro", dice Andy Lebow, vicepresidente de energía en la corredora de derivados MF Global.
Mientras tanto, la fluctuación de precios en las gasolineras podría hacer que los consumidores se replanteen sus compras. "Mientras más tiempo se mantenga el precio elevado, más probable es que la gente tenga que ajustar sus hábitos de gasto", predice Nigel Gault, economista jefe para Estados Unidos de la firma de previsiones económicas IHS Global Insight. Esto puede hacer que las empresas duden sobre si traspasar o no sus costos.
Tras haber evitado hacer contrataciones o invertir en nuevas plantas, algunas de las mayores empresas de EE.UU. tienen grandes reservas de efectivo que las protegen del alza de los costos. Muchas firmas chicas, no obstante, tienen poco margen para maniobrar.
Leggett & Platt Inc., un fabricante de muebles, hace frente a un alza en el costo de sus fletes navieros provenientes de sus fábricas en Asia y debe pagar más por el combustible que usan sus vehículos en EE.UU., pero ha descartado un incremento de precios, dijo su presidente ejecutivo, David Haffner. Sin embargo, Leggett está cobrando más por las entregas a domicilio y está sustituyendo los camiones más viejos y menos eficientes.
Las empresas que fabrican o compran materiales hechos de caucho, plástico o sintéticos como el nylon, en los que el petróleo es un ingrediente clave, también están reconsiderando sus estrategias.
La cadena de reparación de vehículos y neumáticos Monro Muffler Brake Inc. dice que está pagando más por el aceite de motor y las llantas. Pero su presidente ejecutivo, Rob Gross, explica que no puede cobrar más por un cambio de aceite porque es una parte fundamental de su estrategia para atraer clientes. En el caso de los neumáticos, Monro ha podido trasladar cerca de la mitad del alza a los consumidores, dice. La empresa también acumuló una reserva de llantas antes de que los fabricantes subieran los precios a mediados de marzo.
La automotriz General Motors Co. sigue muy de cerca las reacciones de los consumidores a los precios de la gasolina. "Tenemos que preocuparnos por eso", reconoce Mark Reuss, presidente de las operaciones de GM en Norteamérica, y agrega que los precios del combustible pueden influir en las decisiones de los consumidores respecto a si comprar un auto nuevo.
Chris Low, economista jefe en FTN Financial, dice que si las tensiones en Medio Oriente no disminuyen, algunas compañías se verán forzadas a subir los precios.
Sin embargo, trasladar los costos no siempre es posible, aseguran algunas empresas. En la industria cervecera, "es muy difícil aplicar un sobrecargo por combustible o transferir el incremento de los costos", dice Phil Terry, presidente ejecutivo de Monarch Beverage Co., una distribuidora de cerveza en Indiana. "Nuestra rentabilidad en general caerá este trimestre como consecuencia del aumento del precio del combustible".
-David Kesmodel contribuyó a este artículo.