Analistas. Por la pandemia, prevén una caída del 7% del PBI y una inflación del 44% anual
Para los analistas, la parálisis causada por la cuarentena y los cuidados que conllevará desarmarla le costarán una caída de 7 puntos a la economía y con algo más de inflación, algo que juzgan derivado de la sostenida emisión monetaria a la que debió acudir el Gobierno al tener cerrados todos los canales de crédito para tratar de paliar sus efectos. Por esta razón recalcularon su pronóstico de inflación minorista al alza en 4,4 puntos en apenas un mes: hasta hace 30 días esperaban que fuera del 40% y ahora la proyectan en el 44,4% anual para el año en curso, pese al respiro que aportaría al respecto el dato de abril.
Los datos surgen del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que difundió hoy el Banco Central (BCRA), la tradicional encuesta que hace mes a mes. Realizada entre los días 27 y 30 de abril, esta vez recogió pronósticos de 39 participantes, entre 25 consultoras y centros de investigación locales (23), equipos de análisis de bancos locales (13) y economistas del exterior (apenas 1 en este caso).
De sus respuestas se desprende que evalúan que el renovado impulso que tendría la inflación deriva de la emisión dado que los efectos de una mayor oferta de dinero sin una demanda genuina se verifican sólo meses después de inyectados los fondos, según las teorías monetarias. Por esta razón, "las estimaciones de los participantes para los próximos meses fueron revisadas en la mayoría de los casos respecto de la encuesta previa, previéndose un sendero ascendente", reconoce el informe oficial.
Concretamente, el mercado elevó sus proyecciones mensuales de inflación para julio hasta 3,1% (+0,1 respecto al mes pasado), agosto hasta 3,3% (+0,4), septiembre (+0,5%) y octubre (primera estimación) llegando hasta 3,6% en esos casos. Y sólo readecuó a la baja su previsión para abril (ese IPC se conoce el próximo jueves) al 2,3%, cuando hasta hace un mes imaginaban se ubicaría en el 2,8%.
Los participantes del REM relacionan la sostenida emisión a las crecientes necesidades de financiamiento que enfrentará el fisco ante la caída en la recaudación de impuestos, que va de la mano con una sostenida expansión del gasto público. Por esta razón, casi duplicaron sus proyecciones para el déficit fiscal primario del año, que estimaban en $696.000 millones hasta hace un mes y ahora elevaron a $1.383.900 millones (implicando una expectativa de déficit superior en $687.900 de millones).
Su pronóstico para 2021 sugiere que el déficit se acotaría en términos nominales hasta $1.117.000 millones respecto del resultado deficitario esperado para 2020 ($617.000 millones más de déficit esperado en el REM de marzo).
En términos de actividad, la prolongación de los efectos económicos derivados de la pandemia, llevó a los analistas a ampliar del 5,3 al 7% su pronóstico sobre la contracción real que sufriría el producto bruto interno (PBI). Esto, básicamente, producto del golpazo del 9% que sufriría durante el trimestre en curso, tras una primera parte del año que, estiman, habría cerrado con dos puntos de caída, algo sobre lo que se podrá tener una primera idea el miércoles 20 cuando el Indec reporte el Estimador de Actividad Económica (EMAE) de marzo.
La estimación incluye una progresiva recuperación de la economía a partir del tercer trimestre (proyectan un rebote del 2% para entonces), que no alcanzaría empero ni para maquillar los números del año ni para evitar que la economía encadene su tercer año en baja tras registrar una contracción del 2,5% en 2018 y otra del 2,2% el año pasado.
En relación al dólar, los analistas también corrigieron al alza sus estimaciones con vista al fin del año: hasta hace un mes imaginaban al tipo de cambio nominal promedio cerrándolo a $83,20 y ahora lo imaginan en $85,40.