Análisis económico del Covid-19: ¿por qué la Argentina tuvo uno de los peores desempeños?
Durante la Conferencia Anual de FIEL, disertaron Santiago Urbiztondo y Fernán Quirós sobre la pandemia de coronavirus y sus efectos en la argentina; por su parte, Leonardo Leiderman habló sobre la trampa fiscal-monetaria que está envuelta el mundo
- 9 minutos de lectura'
Tras un año y medio de pandemia de coronavirus, ya empezaron a salir los primeros resultados a la luz sobre qué decisiones que tomaron los gobiernos fueron acertadas en el marco de la emergencia sanitaria, y cuáles no tanto. ¿La Argentina debería haber cerrado menos la economía? ¿Se fortaleció al sistema de salud? ¿Qué consecuencias traerá hacia el futuro? Durante la Conferencia Anual de Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), los expertos disertaron sobre estos temas.
En un análisis realizado por Santiago Urbiztondo, economista Jefe de FIEL, el experto analizó la experiencia internacional de 16 países frente al Covid-19 para “tratar de extraer algunas lecciones” y entender desde qué punto partió cada país. “Es importante para comprender y preguntarse sobre los proceso de decisión y como estos, en otros contextos y emergencias, hay consideraciones a tener en cuenta”, apuntó.
El contexto de cada país era diferente, por lo tanto no todas las medidas eran efectivas ni todos los costos eran iguales. Es decir, los malos resultados pueden explicarse por los malos contextos. “Hay países que no tenían opciones reales. No podían tener una restricción extendida porque no tenían los instrumentos económicos para sostenerlos ni hacer compensaciones económicas suficientes para hacer viable su cumplimiento”, explicó.
En en análisis, se puso foco en el contexto económico (PBI y crecimiento de la economía, exposición al turismo y la deuda pública), social (pobreza, desempleo, rangos etéreos), tecnología digital (como la suscripción a banda ancha) y político cultural (descentralización, confianza en las instituciones).
En este punto, la Argentina, Brasil y Sudáfrica “estaban en problemas” desde el primer momento porque el PBI per cápita estaba por debajo de la media y registraban un bajo crecimiento económico en la última década. Además, el país también sumaba dificultades de acceso al crédito.
El único indicador de contexto en el que la Argentina destacaba era en términos sanitarios, ya que contaba con la infraestructura sanitaria y, en la comparación internacional, estaba mejor parado que “varios países desarrollados”. Pero el país, al igual que Perú, Colombia y México tampoco tenía confianza en las instituciones públicas ni aceptación de la vigilancia del Gobierno para controlar el cumplimiento efectivo de las medidas.
“Los países tuvieron que jugar un partido con distintas mochilas de inicio. Perú y Sudáfrica jamás podrían haber tenido resultados como Europa o Corea del Sur. La Argentina tal vez, porque tuvimos un contexto económico y social adverso, pero uno sanitario muy bueno. Con las dificultades salientes, fue una ilusión pensar que el aislamiento generalizado en el tiempo era una herramienta disponible”, sostuvo Urbiztondo.
Tras analizar el contexto, se puede hacer foco en la estrategia: el aislamiento social, el seguimiento de detección y aislamiento, la asistencia económica compensatoria y la vacunación. En estos aspectos, en América Latina hubo una correlatividad negativa “sorprendente” entre el cierre de escuelas y la conectividad de la población. Por los contextos, se debería haber vuelto a la presencialidad lo más rápido posible, para que daños en el mediano y largo plazo sean menores. En Europa, la situación fue inversa.
Además, en la Argentina las medidas de apoyo fiscal fueron del 6,5% del PBI, una cifra baja de asistencia frente a otros países. Si se miden los test de fallecidos, que se traduce en el “esfuerzo de testeo”, en el país el desempleo “fue bajísimo, menos de 200 test por fallecimiento”. Fue mejor que México, Brasil y Perú, pero peor que Chile. Eso sí, en la Argentina no hubo gran discrepancia entre los datos de fallecidos y la tasa de mortalidad habitual de los últimos cinco años.
“Sobre los resultados: ¿la pandemia hizo modificar la política pública, la calidad? ¿Las medidas de emergencia se quedan de forma permanente, como los controles de precio, la prohibición de despidos, el congelamiento de tarifas?”, se preguntó el economista jefe de FIEL. Al analizar los resultados de tales decisiones, en términos sanitarios, económicos y sociales, sale a relucir que en el país aumentó la pobreza, al igual que en Perú.
“Por sus contextos, América Latina y Sudáfrica estaban peor preparados para la pandemia. En estrategia, en la Argentina erraron en mayor medida aplicando aislamientos sociales más prolongados, sin asistencia compensatoria suficiente (también en México y Costa Rica). En resultados, se destacan los malos desempeños de Perú, México y la Argentina”, concluyó.
El análisis de Quirós
Para Fernán Quirós, ministro de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, desde un primer momento era esperable que la enfermedad respiratoria no se distribuyera homogéneamente en el planeta. Los contagios iban a ser mayores en los países en vías de desarrollo, mientras que la tasa de fallecidos sería más alta en países más ricos.
Para entender eso desde el minuto cero, hubo algunos indicadores que daban algunas pista. Entre ellos, los facilitadores de contagios (la mala urbanización), el alto hacinamiento (“En barrios vulnerables y casas tomadas la prevalencia era diez veces mayor que en Recoleta”, ejemplificó), la estigmatización social (que los ciudadanos escondan sus síntomas por miedo a ser juzgados), la alta necesidad del trabajo informal o precario (con grandes cuarentenas, el bloqueo se termina pinchando por la necesidad de “hacer una changa”) y por último, el grado de inmunidad previa, ya que en países del sudeste asiático se determinó que los ciudadanos “habían contraído algún covid similar” previo a la pandemia.
“La experiencia de Asia, de protección inicial y gobiernos autocráticos, se quiso proyectar inicialmente en Europa. Pero tuvieron que cambiar la estrategia. Y en América Latina se quiso replicar la experiencia de Europa, pero no teníamos las condiciones de hacinamiento, sostenimiento económico, junto a los otros factores mencionados, como para que eso se pueda implementar en la región. Esa fue una gran ola de dificultades, el querer traspasar la experiencia asiática a Europa y la europea a América”, consideró.
Para el político, se cometieron ciertos errores. En América Latina se tomaron conclusiones iniciales que generaron daño, como la simplificación simplista de que si no se circulaba no había contagios. Las divulgaciones científicas tampoco ayudaron porque hubo pérdida de rigor y los medios de comunicación no contribuyeron al publicar las experiencias internacionales.
“No hay posibilidad de atender una pandemia con los instrumentos de coordinación que tenemos. La pandemia fue más grave de lo que debería, porque la Organización Mundial de la Salud no tiene la capacidad de ayudar en nada. En el fondo, se requería de liderazgo ejecutivo y tuvimos un liderazgo de escenarios de diálogo, que no alcanzaron. La pandemia requería de instrumentación efectiva, de acciones coordinadas, y no las hubo. Hubo diálogo y mesas de comparación de situaciones”, sentenció Quirós.
Con el énfasis puesto en la Argentina, el error local fue creer que se trataba de un problema sanitario. “Un presidente, con un comité de expertos sanitarios, proponiendo evitar únicamente contagios y muertes, creyendo que el formato era de arriba para abajo: ‘Yo digo que hay que hacer esto y ustedes lo hacen’. Sin entender que el comportamiento social era el principal elemento de contención de la pandemia y la sociedad se iba a comportar de acuerdo a cómo procese la catástrofe en términos de psicología social y cómo responder ese proceso en términos económicos, afectivos y vinculares. Nos consumimos la capacidad social en tres meses”, analizó.
Para el ministro de Salud de CABA, fue un error recibir visitantes del exterior en un principio, cuando todavía el virus no había penetrado fuertemente en el país. También fue “excesiva, exagerada y extemporánea” el cierre total, aunque fue planteada “útil” para fortalecer el sistema de salud. Incluso hubo una mala lectura de la necesidad de salir de esa cuarentena estricta rápidamente.
Había tres medidas para llevar a cabo desde el Estado y que no generaban ningún daño y que “se podrían haber hecho mejor”: construir ciudadanos autónomos, con capacidad de decidir; rastrear, testear y aislar; y vacunar. También había una decisión que generaba un daño secundario, aunque sí se sostenía era irreparable: las restricciones de libertad, como ir al colegio, o abrir un local. “El Estado no puede decidir poner estas restricciones, si primero no cumple con las tres cosas que no hubieran hecho daño”, cerró.
Por qué el mundo está en una trampa fiscal-monetaria
En su exposición, Leonardo Leiderman, un argentino que es profesor de Economía en Tel Aviv University, explicó por qué el mundo está ante una trampa fiscal-monetaria y por qué salir de allí será una tarea difícil (aunque no imposible).
“Estamos en una trampa porque mientras que los bancos centrales del mundo tuvieron un rol muy importante para evitar los colapsos financieros en 2008 y 2020. Pero bajaron las tasas de interés y las dejaron en el tiempo, lo que generó un aumento en la deuda del Gobierno y de las empresas”, señaló Leiderman.
Para el economista hoy estamos en una situación que, por la política monetaria, se llevó a las tasas nominales de interés en el corto y mediano plazo a niveles “tan bajo” que subieron las expectativas de inflación y las tasas de interés real a terreno negativo. Eso provoca una serie de distorsiones y vulnerabilidades.
“Cuando la tasa de interés real es negativa, el Gobierno lo primero que hace es endeudarse porque cae el precio de capital y movilización de fondos y se mantiene todo el resto constante”, explicó. Sin embargo, el tema “más preocupante del momento” son las deudas corporativas. Los Gobiernos pueden renegociar sus deudas. Las empresas, son una situación aparte, porque los gobiernos no pueden establecer mecanismos de reestructuración de deuda para afrontar los problemas.
Llegó el momento de que los bancos centrales suban su tasa porque las condiciones inflacionarias requieren de políticas más restrictivas. No obstante, están en una trampa. Si las suben de forma significante, habrá deudores que no podrán pagar y van a entrar en default.
“¿Qué se podría haber hecho diferente? Con el diario del lunes todos somos sabios, pero en mi opinión, cuando la FED bajó la tasa de interés podría haberlo hecho mucho menos, generó grandes distorsiones. También, cuando se sube la tasa de interés hay que tener cuidado, porque puede traer una crisis financiera. Por eso, subir las tasas de a poco y, cuando se las baja, hacerlo menos. ¿Por qué mantenerlo tanto en el tiempo?”, finalizó.
Otras noticias de Comunidad de Negocios
Más leídas de Economía
25 años de Mercado Libre. Un repaso por la historia del principal e-commerce de la región
Tasa de interés. Cuál es la billetera virtual que más paga por poner a rendir tus pesos este lunes 23 de septiembre
Tasas municipales. Dónde es más caro y dónde es más barato cargar nafta
Aerolíneas. Aceleran los procesos para aumentar la oferta de cabotaje con aviones y tripulaciones extranjeros