Amazon vende, pero no suma ganancias
La acción de la firma sube, aunque sus balances dan pérdida
SAN FRANCISCO.- Casi todos los días Amazon anuncia un nuevo emprendimiento. Acaba de comprar una compañía de educación online e introdujo un mecanismo de pago para minoristas de Internet que compite con PayPal. Comenzó a vender vinos en Nueva York, actualizó su línea de tabletas, puso en marcha la producción de tres nuevas comedias aprobando sus pilotos y comenzó a diseñar una competencia para su división de moda. Está instalando minidepósitos dentro de proveedores como Procter & Gamble para hacer envíos más rápido.
Pero hay una cosa que no anunciará este mes: una ganancia significativa. ¿A quién le importa? Amazon perdió plata en 2012 y los analistas anticipan pérdidas cuando la compañía presenté sus resultados para el tercer trimestre el jueves. Y, sin embargo, las acciones están en niveles récord.
Las acciones de Amazon subieron cerca de 150% desde mediados de 2010, la última vez que la compañía tuvo ganancias importantes. Dicho de otro modo, los inversores decidieron que amaban a la compañía cuando el ingreso neto comenzó a caer.
Nadie cree que Amazon es una burbuja, pero hay un debate respecto de cuándo entregará las ganancias que los inversores exigen de una compañía que se prevé que tendrá este año ingresos por US$ 75.000 millones.
La actividad frenética de Amazon -se espera en cualquier momento el anuncio de un decodificador para televisor, que lo pone en competencia con Netflix, mientras no cesan los rumores del lanzamiento de un teléfono inteligente de Amazon- es simplemente una distracción útil de su realidad en el comercio minorista.
La discusión sobre Amazon recuerda los debates sobre esta compañía durante la burbuja en 1999. Entonces, la meta era hacerse grande rápido, apoderándose de nuevos mercados. "Amazon trata elevar mis expectativas de modo que les compre todo a ellos -señaló Josh McFarland, CEO de TellApart-. En algún punto no tendrá más competencia y no sabré si suben los precios porque no tendré con qué comparar."
Traducción de Gabriel Zadunaisky