Guzmán con empresarios y sindicalistas: señales de unidad y preocupación por ómicron

En los últimos tres días, Laura Barnator, CEO de Unilever Argentina, almorzó dos veces en la terraza del Palacio de Hacienda. No se trata de una casualidad: es una muestra de la mayor apertura con el sector privado que el ministro de Economía, Martín Guzmán, busca impulsar desde el Gobierno como señal al FMI. En la comida de ayer, además de otros líderes de empresas, estuvieron presentes sindicalistas y hasta fue protagonista la ministra de Salud, Carla Vizzotti, que llevó tranquilidad ante la creciente preocupación por la tercera ola de contagios de Covid.

Guzmán armó un almuerzo tripartito de casi tres horas en el cual buscó bajar el nivel de conflictividad y mostrar que la Argentina puede lograr acuerdos entre sectores que no piensan lo mismo, como dijo uno de los comensales.

Estaban presentes los líderes empresariales Daniel Herrero (Toyota), Antonio Aracre (Syngenta) y Verónica Marcelo (Natura); los referentes sindicales Héctor Daer (secretario general de la CGT), Antonio Caló (jefe de la Unión Obrera Metalúrgica), Andrés Rodríguez (Unión del Personal Civil de la Nación) y Jorge Sola (Seguros), y los ministros Julián Domínguez (Agricultura) y Juan Zabaleta (Desarrollo Social), además de los ya mencionados.

“Todos nos escuchamos, compartimos algunas experiencias, frustraciones y esperanzas. De las cosas más importantes, remarcamos la importancia de que la Argentina tenga los dólares necesarios para importar y producir. Se habló también sobre la importancia de reducir la inflación. Para ambas cosas es fundamental lograr el acuerdo con el FMI, porque no solo no se tienen que utilizar las reservas para pagar los vencimientos, sino que se puede bajar la necesidad de emisión monetaria con el ingreso de fondos de otros organismos multilaterales”, dijo uno de los empresarios invitados, en consonancia con lo que había explicado el ministro de Economía un día antes en la Casa Rosada.

Mientras se servía el asado, Guzmán hizo el mismo pedido de unidad que había pronunciado frente al Presidente y a gobernadores, para que todos ayuden a contribuir en las negociaciones con el FMI “dando señales de mancomunión y consenso”.

“Fue una reunión muy positiva, donde se trabajaron varios puntos. Lo principal fue entender que es fundamental un acuerdo con el Fondo, pero tiene que ser uno que permita a la Argentina que siga creciendo de manera sustentable”, dijo otro de los presentes.

A diferencia de la reunión del martes, donde estuvieron presentes solo los empresarios y el objetivo fue hablar sobre la nueva canasta de precios regulados (se anunciaría el lunes), en el almuerzo de ayer hubo una agenda más abierta, donde estuvieron representados sectores del agro, el comercio, la industria automotriz y el consumo masivo. La preocupación de corto plazo que une a todos es el avance de ómicron, que generó un récord diario de más de 100.000 contagiados.

Para ello, Guzmán invitó a Vizzotti, quien tranquilizó a los participantes y aseguró que, por las características de esta nueva variante, por ahora no está en los planes del Gobierno cerrar la economía, pese a que en algunas industrias, el nivel de ausentismo por contagio y contacto estrecho ya superó el 20%. “Quedamos con la ministra en armar una mesa de trabajo entre el Ministerio de Salud, las empresas y los sindicatos para establecer protocolos de manera que preventivamente podamos reducir el nivel de ausentismo y que no se pare el crecimiento de la economía”, dijo otro de los empresarios presentes.

“Se tocaron temas como la necesidad de crecer para generar nuevos puestos de trabajo, temas de educación e inclusión de las economías populares en la cadena de valor. Fue una reunión muy positiva y quedamos en armar una mesa de trabajo para lograr consenso y diálogo para tratar de seguir haciendo crecer la economía”, acotó otro de los comensales.

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