Alicia Bárcena: "Hay que profundizar la integración para impulsar la región"
El comercio exterior de América Latina y el Caribe tuvo en 2020 su peor desempeño desde la crisis financiera mundial de 2008-2009 sobre todo a causa de la crisis económica generada por la pandemia global y las restricciones impuestas por los gobiernos para frenar su propagación. Según nuevas proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe(Cepal), el valor de las exportaciones regionales cayó 13%, mientras que las importaciones se redujeron 20% el año pasado. En la presentación de la nueva edición del informe anual Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2020, la titular de la Cepal, Alicia Bárcena subrayó que los desequilibrios globales pueden llevar a más proteccionismo y crisis.
"Puede ser un problema extra para los países periféricos que se han jugado por el modelo exportador", definió. Y agregó que hay una serie de tensiones geopolíticas y una reconfiguración de las cadenas globales que incentivan la regionalización.
"Es necesario profundizar la integración para impulsar la recuperación regional –subrayó–. La región se desintegra comercial y productivamente desde mediados de la década pasada, coincidiendo con su menor crecimiento en siete décadas. Esto es muy preocupante".
En diálogo con la nacion, Bárcena abordó la situación de la Argentina, de la que elogió su capacidad industrial, y señaló que la definición de una política para el sector es "crucial" para lograr relanzar el perfil exportador; "hay que recapturar esas capacidades". También enfatizó que el Mercosur debe recuperar la fortaleza de años anteriores. "Hay una especie de vaciamiento", dijo.
Según el informe de la Cepal, la pandemia intensificó varias tendencias que ya se perfilaban en el comercio mundial, entre ellas las tensiones comerciales y tecnológicas entre Estados Unidos y China; el creciente nacionalismo económico y la conflictividad en las relaciones comerciales; el debilitamiento de la cooperación multilateral; la digitalización de la producción y del comercio; y la tendencia a la regionalización de la producción mediante el nearshoring (ubicación de proveedores en países más cercanos al mercado objetivo) y el reshoring (relocalización de procesos productivos y tecnológicos estratégicos al país de origen).
–En la presentación del informe planteó el riesgo que implica que haya una "re-primarización" de las exportaciones de la región.
–Es uno de los puntos centrales de los riesgos en la recuperación después de la pandemia. Dos situaciones del contexto general favorecen esa situación: por un lado, la mejora de los precios de las commodities, porque para los países eso resulta importante y hace que nos volvamos a concentrar en la exportación hidrocarburífera, minera y agroalimentaria sin valor agregado. El otro elemento es que China, que es uno de nuestros socios comerciales más fuertes, crece y su interés está en las materias primas. Esperamos que este año China se recupere el 8,1% .
–¿La re-primarización no es el resultado de un proceso siempre abortado de industrialización?
–Por supuesto. Muchas veces hemos dicho que una de las brechas estructurales de la región es la industrialización trunca, esa competitividad que no acaba de ser auténtica, que no despega en innovación y en agregar valor para poder enlazar las cadenas de valor más allá de las grandes empresas. Hay que articular mucho más con el sector empresarial; Asia Pacifico a eso lo hace muy bien y le ayudó a potenciar sus propias empresas y a disminuir la presión por alcanzar el equilibrio interno. Nosotros tenemos siempre la balanza de pagos en el debe, hay que avanzar en una solución.
–Insistió en que el comercio intrraregional cae y es una preocupación de la Cepal ¿Por qué?
–El comercio intrarregional potencia más la manufactura que por lo general tienen mayor valor agregado. Nos preocupa que al caer se pierde esta opción y también la de generar empleo. No podemos internacionalizar a las Pymes, no logramos hacer cadenas de valor. No hemos logrado articular este aspecto, pero creo que eso va a cambiar porque el mundo se está regionalizando y nosotros somos los que vamos en sentido contrario. Hay que ir a una mayor convergencia entre los distintos mecanismos de integración para superar la fragmentación del mercado regional y apoyar una recuperación sostenible e inclusiva.
–El Mercosur, que incluye a la economía más grande de la región, está estancado. ¿Cuánto impacta en el comercio intrarregional?
–Hay una parte de la explicación. En el Mercosur hay una especie de vaciamiento, no tiene esa fortaleza de años anteriores. Se posicionaba como una gran potencia, había una gran expectativa en la sub-región, esperábamos que avanzara muchísimo y estamos en el debe. Creo que podemos hacer mucho más en cadenas de valor. Por ejemplo, el bloque tiene a dos países con capacidad para producir vacunas: Brasil y la Argentina. Es una oportunidad única; en toda la región solo hay uno más, México. Ahí existe fortaleza para crear una cadena de valor, sería una posibilidad enorme y hay que repensar la situación. Incluso analizar la convergencia del Mercosur con la Alianza del Pacífico. Se lanzó en 2015 por primera vez y sería útil para recuperar y reactivar la economía. No significa cambiar la política arancelaria, sino actuar en conjunto frente a Europa y Asia Pacífico. Tenemos que modificar la tendencia declinante del comercio intrarregional.
–¿Cómo analiza la situación de la Argentina en este contexto?
–Hay varios temas importantes. Las exportaciones argentinas antes de la pandemia ya estaban por debajo del máximo de 2011; fue un punto de partida muy duro y ahora cayeron fuerte y, en el caso de las importaciones, incluso más. Es muy compleja la situación. La Argentina está apostando a recuperar su capacidad exportadora basándose en Vaca Muerta, busca convertirse en potencia hidrocarburífera y además actuar fuertemente en el sector agroalimentario. La mejoría de precios internacionales la puede ayudar.ß
–¿Qué debe hacer para aprovechar las buena tendencia internacional?
–La política industrial es crucial para todos los países. En el caso de la Argentina debe lograr recapturar las enormes capacidades industriales que tiene. •
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