Algo inusual para Berkshire: sentirse ignorada por el mercado
Según el criterio de Warren Buffett, su empresa tuvo un buen desempeño en 2011. Pero a uno podría resultarle difícil llevarse la misma impresión si se fija exclusivamente en el precio de la acción de Berkshire Hathaway Inc.
Cuando Buffett divulgue el sábado su carta anual a los accionistas, se prevé que el icónico inversionista enfatice que el valor de su empresa creció el año pasado con mayor rapidez que el mercado bursátil, la primera vez que logra eso en tres años.
La expansión del holding con sede en Omaha, estado de Nebraska, en valor contable por acción —una medida del valor total, y el indicador de desempeño que prefiere Buffett— probablemente supere el retorno de 2,1% del índice bursátil Standard & Poor’s 500 en unos pocos puntos porcentuales, estiman varios analistas. Berkshire probablemente registró mejores ganancias en sus negocios ferroviario y manufacturero, así como avances en sus inversiones bursátiles en 2011, sostienen.
Pero en un giro que deja perplejos a muchos seguidores de Berkshire Hathaway, la compañía dirigida por el multimillonario de 81 años se ha visto, según algunos parámetros, más ignorada por el mercado que otros años. Tras caer 4,7% en 2011 y subir sólo la mitad que el índice S&P 500 este año, las acciones de Berkshire se cotizan cerca de su menor valoración en décadas: cerca de 1,1 veces el valor contable, contra su valoración promedio de alrededor de 1,6 veces el valor contable durante las dos últimas décadas.
Quienes piensan que las acciones valen más han tenido problemas para explicar por qué, pero muchos afirman que los temores por la sucesión juegan un rol. Si bien Buffett no tiene planes de dar un paso al costado de su doble papel dirigiendo Berkshire y supervisando la mayoría de sus activos, los inversionistas son escépticos de que sus sucesores puedan replicar su desempeño.
El enorme tamaño de la empresa —sus activos netos superan los US$160.000 millones— dificulta superar el mercado, y potencialmente presenta desafíos de administración para Buffett o quien lo suceda.
Algunos creen que el bajo desempeño de la acción también es un resultado de la forma en que la base de accionistas de Berkshire ha pasado de estar formada principalmente por inversionistas leales de larga data a incluir muchos grandes fondos de inversión e instituciones financieras, conforme la compañía emitía más acciones para ayudar a financiar adquisiciones durante la última década y media.
Sospechan que una buena cantidad de accionistas actualmente tiene horizontes de inversión de más corto plazo y quizás no comprenden por completo a la empresa, que tiene más de 70 negocios en operación además de un enorme portafolio de inversión.
Aunque Berkshire supera consistentemente el desempeño del mercado a lo largo de períodos prolongados, no todos los accionistas "tienen la paciencia para esperar" a que se materialice, señala Max Olson, quien dirige la firma de inversión privada Max Capital Corp. en Salt Lake City y posee acciones de Berkshire desde 2005.
También en años recientes, Buffett, su socio Charlie Munger y otros accionistas de larga data en Berkshire han donado parte de sus acciones a organizaciones sin ánimo de lucro como la Fundación Bill & Melinda Gates.
Buffett, que no quiso hacer comentarios para este artículo, lleva mucho tiempo instando a los accionistas para que se concentren en las perspectivas a largo plazo de la compañía en vez de los movimientos de las acciones en el corto plazo. "El mercado puede ignorar el éxito del negocio durante un tiempo, pero finalmente acabar confirmándolo", dijo previamente sobre por qué es necesaria la paciencia a la hora de invertir en la bolsa.
Sin embargo, incluso él se ha visto afectado por la debilidad de la acción: hace unos meses, la firma anunció su primer programa de recompra de acciones, una señal de la impresión del inversionista de que el mercado estaba descontando el valor auténtico de Berkshire.