Alemania y Francia adoptan una postura unificada frente a Grecia
BERLÍN—Los líderes de Alemania y Francia acordaron el jueves dirigirse a Grecia como una unidad en las reuniones con el primer ministro griego Antonis Samaras esta semana, dijo un representante del gobierno alemán.
El funcionario habló después de que la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés François Hollande cenaran juntos en la cancillería para hablar sobre la crisis de la zona euro y las políticas internacionales.
El mensaje principal que quieren comunicar los líderes a Samaras durante encuentros independientes es que "la crisis del euro es una crisis de credibilidad", afirmó el funcionario. "Eso también es verdad en el caso de Grecia y ambos quieren dejar ese punto claro en sus conversaciones con Samaras", añadió.
Samaras viaja a Berlín hoy para reunirse con Merkel y luego a París, donde el sábado se encontrará con Hollande.
El representante del gobierno alemán no quiso comentar sobre si Merkel u Hollande planean acceder a la petición de Samaras de dos años adicionales para reducir su deuda soberana dentro de los límites acordados por sus acreedores, la Comisión Europea, el Banco Central y el Fondo Monetario Internacional, conocidos como la troika.
El funcionario añadió que Merkel y Hollande están de acuerdo con que es crucial que los miembros de la zona euro mejoren la competencia de sus economías, porque "el crecimiento se basa en la competencia".
Merkel y Hollande eligieron dos cuestiones muy distintas para enfatizar en sus breves comentarios antes de la cena. Merkel se ajustó al pie de la letra al tradicional libreto alemán, asegurando: "Para mí es importante que todos cumplamos con nuestros compromisos. Alentaré a Grecia a mantenerse en el camino de la reforma, aunque exija un gran esfuerzo de los griegos".
La intención de su opaca declaración podría ser mantener la presión sobre Grecia hasta que la troika publique un muy esperado informe a principios de octubre.
Hollande, sin embargo, evitó enviarle otra advertencia a Grecia o insistir en mayores reformas. En su lugar, pidió que Grecia permanezca en la zona euro e hizo hincapié en los derechos de los ciudadanos griegos para determinar su futuro. "Quiero que Grecia siga en la zona euro", sostuvo. "Depende del pueblo griego hacer los esfuerzos necesarios para alcanzar esta meta."
Los comentarios de Merkel y Hollande se produjeron en momentos en que Alemania y Grecia continuaron cruzando comentarios en la antesala de una cumbre entre sus líderes hoy que podría decidir si a Atenas se le concede más tiempo para implementar difíciles reformas económicas o debe entrar en cesación de pagos sobre su deuda, posiblemente desencadenando su salida del bloque económico.
Samaras, en declaraciones a diarios alemanes antes de sus encuentros con Merkel y Hollande el sábado, pidió más tiempo para implementar recortes de presupuesto y medidas económicas. Prometió acelerar la privatización de las industrias estatales y pagar todo el dinero que Grecia ha recibido de prestamistas internacionales. Además prometió cumplir con todas las obligaciones acordadas con la troika a cambio de un rescate de 173.000 millones de euros (US$215.700 millones), desestimando acusaciones en Alemania de que Grecia nunca devolverá sus préstamos.
"Los alemanes recuperarán su dinero", dijo Samaras al diario Sueddeutsche Zeitung en una entrevista publicada el jueves. "Lo garantizo personalmente".
Políticos alemanes han descartado entregar más dinero a Grecia. Merkel, en declaraciones realizadas el miércoles en Moldavia, señaló que no se debían prever decisiones sobre Grecia luego de su reunión con Samaras.
La inminente decisión sobre el rescate griego —si el próximo tramo de ayuda se entregará en las próximas semanas— se considera ampliamente como un punto de inflexión en los esfuerzos por contener la crisis de la zona euro. Sin más ayuda, es casi seguro que Grecia se volverá insolvente y posiblemente se vea obligada a abandonar el euro, afirman economistas. Pero en Alemania, el banquero de cualquier rescate en la zona euro, hay una predisposición cada vez mayor a permitir que Grecia quiebre y deje el euro, en lugar de seguir desperdiciando dinero.
Samaras señaló que la economía griega está colapsada y por eso está pidiendo más tiempo para implementar los cambios, lo que se traducen en que Europa debería darle más dinero a Atenas. Se prevé que Samaras saque el tema con Merkel el viernes, pero también dejó en claro que Grecia está decidida a cumplir con sus obligaciones.
Merkel aún no ha dado indicios de su postura, pero su gobierno de coalición está profundamente dividido sobre el tema y se arriesga a fracturar el gobierno si accede a darle más dinero a Grecia, señalaron analistas.
Harriet Torry y Noémie Bisserbe contribuyeron a este artículo