Alemania sufre por el exceso de reglas
Podría crecer 10% más si recorta algunos controles
FRANCFORT.- Torsten Emmel puede parecer un florista inocente, un tipo amable con cabeza rapada y delantal, cortando los tallos de fresias frescas. De hecho estuvo al borde de violar la ley.
El crimen de Emmel: colocar un cartel en la vereda frente a su tienda que decía que estaría abierta de 9 a 16. Al fin de cuentas era el Día de la Madre. Pero un inspector de la ciudad vio el cartel y le advirtió que es ilegal tener abierto tantas horas el domingo. Cierre antes o le pongo una multa, dijo el inspector.
Fue una muestra de que, a pesar de su afamado sector industrial, la economía alemana sufre del mismo exceso de regulación y esclerosis asociada generalmente con países europeos con problemas mucho más graves. "En días especiales no creo que se deba controlar el horario tan estrictamente" dijo Emmel la semana pasada, todavía enojado por las ventas perdidas hace meses.
Alemania es conocida por los Porsche y BMW deseados por compradores ricos en todo el mundo, además de gran parte de la maquinaria que mantiene funcionando fábricas desde China hasta Michigan.
Pero junto a la potencia exportadora hay otra economía, más trabada, que opera por debajo de su potencial y retrasa no sólo a Alemania sino al resto de Europa, dicen algunos economistas.
La economía está demasiado regulada, con la intención de proteger a los locales de la competencia, y es demasiado resistente al cambio. Aunque la canciller alemana, Angela Merkel, a menudo reclama que países como España, Italia y Grecia se vuelvan más competitivos, la economía alemana tiene algunas de las fallas de esos mismos países, incluyendo profesiones protegidas y zonificaciones que favorecen a las empresas existentes respecto de las nuevas compañías que puedan crearse.
Según la OCDE, Alemania podría agregar alrededor de un 10 por ciento al crecimiento en la próxima década si elimina barreras a la competencia y otras ineficiencias.
Traducción de Gabriel Zadunaisky.