Alcanza exportaciones récord la producción local de semillas
La industria vendió por US$ 250 millones y le quitó a Chile el liderazgo en contraestación
Además de facturar unos US$ 600 millones en el mercado interno, la industria semillera argentina está despuntando a toda marcha otro negocio atractivo: la exportación de semillas.
En la última campaña, el sector marcó un hito: logró un récord con la venta al exterior por US$ 250 millones. En realidad, en la última década las exportaciones se cuadruplicaron en toneladas: desde 2000 pasaron de 32.731 toneladas a más de 140.000. Además, considerando los US$ 250 millones, el negocio creció el 87% en valor.
La mayoría de las operaciones del sector son en contraestación. Es decir, se trata de semillas que se producen aquí para luego colocarlas en el hemisferio norte, aprovechando la diferencia de estaciones entre una y otra región del mundo. Compañías que operan en los Estados Unidos y en países de Europa son compradoras de la producción local.
Por otra parte, el negocio involucra también la producción de eventos que no están aprobados en el país, pero existen normas que permiten su cultivo para después exportar. Para la producción, se usan tierras de alta calidad de la pampa húmeda.
Maíz, soja y girasol son los productos más importantes para la exportación. "En el caso del maíz, el negocio se consolidó y se fortaleció", señaló Alfredo Paseyro, gerente comercial de Satus Ager, compañía líder en la producción de semillas en contraestación.
Esta firma posee plantas de acondicionamiento en Salto, Arrecifes, Inés Indart y otra en Uruguay. Creada en 1996, desde entonces entregó más de 100.000 toneladas de semillas de soja, más de 90.000 toneladas de semillas de maíz, 22.000 de trigo, 4000 de sorgo y 400 de girasol.
Los principales jugadores de la exportación son, además de Satus Ager, firmas como Monsanto, SSP (Southern Seeds Production), Tecnoseeds y Dow, entre otras.
"Este mercado está concentrado en unas pocas empresas, ya que requiere elevadas inversiones en instalaciones, así como también contar con personal altamente calificado para una actividad específica con complejidad en los procesos", dijo el gerente comercial de Satus Ager.
Regulaciones
Para la producción de semilla de soja con eventos biotecnológicos aquí aún no autorizados, el año pasado se aprobó una resolución que permite hacer crecer esta alternativa. Antes estaba limitada a pocas hectáreas para ensayos y, frente a esa situación, las empresas iban a producir a países vecinos.
Las empresas no sólo tienen que cumplir con los contratos con sus clientes, sino con normas que regulan la actividad, para asegurar su control y que no haya contaminación de los cultivos locales.
Además de lograr una facturación récord, la industria semillera local, cuya cámara referente es la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), obtuvo otra conquista: desplazar a Chile como primer exportador de semilla en contraestación en el hemisferio sur.
Ahora, ese lugar lo ocupa la Argentina, que presenta importantes ventajas respecto de ese país. Por ejemplo, en Chile, la cosecha de soja es más tardía que aquí, y eso limita las posibilidades de contar con producción para determinados destinos compradores.
Además, en Chile, las condiciones ambientales no permiten hacer todos los cultivares que sí se pueden producir en la Argentina. La industria semillera local posee otra ventaja extra, que es la cercanía de los campos de producción a las plantas procesadoras de semillas.
Pese a las ventajas, Paseyro señaló que hay factores que ponen en riesgo la competitividad. En este sentido, mencionó el aumento del costo local en dólares en diferentes rubros de la producción agrícola.
Por otra parte, Paseyro indicó que las empresas siguen invirtiendo. Según dijo, este año las empresas que producen semillas desembolsarán más de 30 millones de dólares en la mejora de las condiciones de los campamentos para los trabajadores temporarios.
140.000
Toneladas
Son las que vendió en el exterior la industria semillera argentina. Hace diez años se exportaron 32.731 toneladas.
US$ 600
Millones
Es lo que representa el mercado interno de semillas; la industria reclama contra el circuito ilegal.