“Almorzando con el Presidente” tiene nueva fecha, el inesperado regreso a IDEA y qué une a Máximo Kirchner con De Narváez, Brito y Bulgheroni
El Gobierno intenta cambiar la actitud con el empresariado; con la reunión del martes busca imponer otra dinámica, en medio de una desconfianza que persiste
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Ya está la fecha confirmada. Será dentro de 10 días. Los convidados de lo que puertas adentro denominan el “segundo corral” saben de quiénes se trata. Solo ellos. No los vamos a difundir hasta que la foto de familia esté lista y el almuerzo consumado, disparan desde Balcarce 50.
Son nombres y apellidos, dueños de empresas y salvo una excepción no se tratará de ejecutivos. El teléfono de los organizadores de la primera edición del improvisado “almorzando con el presidente” explotó después de publicada la foto de familia y desde ahí se empezó a tejer el que será un nuevo encuentro. “¿Por qué estuvo tal y no yo?”, fue una de las preguntas que disparó uno de los empresarios más prestigiosos de la Argentina a quien considera su interlocutor válido en el Gobierno. Su más ferviente competidor había sido parte. Por lo bajo los grupos de WhatsApp del mundo privado también interactuaron con ciertas dudas respecto de qué hacer si eran convocados para futuros ágapes por fuera de sus cámaras empresarias.
La primera foto que se “filtró” desde Presidencia había tenido un capítulo previo que la mitad de los comensales de la Casa de Gobierno desconocían. Para el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, el ministro del Interior, Wado de Pedro; el titular del Banco Macro, Jorge Brito (h.); el número uno de PAE, Marcos Bulgheroni, y también para el ahora dueño de Wal Mart Argentina, Francisco de Narváez el encuentro de este martes fue el segundo en menos de siete días entre empresarios y referentes del Gobierno. Habían tenido ya un asado en el quincho histórico donde solía reunirse Jorge Brito padre en San Isidro. Todos son “jóvenes” viejos conocidos. La política, el mundo de los negocios y sus historias los cruzan. Allí había sido también de la partida Máximo Kirchner.
Del total de convocados contra reloj solo uno no pudo ir: Luis Pagani, el titular de Arcor, quien por estos días se encuentra en Estados Unidos. De Pedro fue quien convocó a Mercado Libre
En cuatro horas hablaron de la necesidad de construir una nueva relación entre el empresariado nacional y la dirigencia sindical, del objetivo de acercarse a dueños directamente y de comenzar a articular una relación que fue inexistente durante los casi dos años que la dupla Fernández-Fernández lleva al frente del Gobierno. Aunque lo niegan a viva voz también se refirieron a la campaña, a las diferencias que existen en la coalición de Gobierno y hasta del futuro inmediato.
La cita del martes se completó el fin de semana. “Tenemos un sistema de amigos que levanta el teléfono y llama a cada uno de los que queríamos que estuvieran. Así fuimos confirmando”, resumió uno de los organizadores. Del total de convocados contra reloj solo uno no pudo ir: Luis Pagani, el titular de Arcor, quien por estos días se encuentra en Estados Unidos. De Pedro fue quien convocó a Mercado Libre. Contra lo que se suele creer, esa relación se volvió muy fluida desde aquel encuentro que, por intermedio de Hugo Sigman, habían tenido Marcos Galperin, De Pedro y el Presidente. Luego Galperin se instaló en Uruguay, pero De la Serna (CEO local) tiene buena llegada y suele referirse públicamente a lo pragmático y efectivo de su interlocutor. Claro está, el unicornio es para el Gobierno una usina de buenas noticias, al punto de que en 2021 tomaron un nuevo empleado en la Argentina cada cuatro horas y no tienen negocios con el Estado.
El cambio de figuritas hizo que Máximo quedara fuera del encuentro, pero fue el jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien ocupó ese espacio. Los asistentes iban llegando a una sala contigua: De la Serna fue de los primeros en aterrizar. Esperó en la oficina de Manzur. Hugo Eurnekian (Corporación América); Marcelo Mindlin (Pampa Energía); Alejandro Simón (Sancor Seguros), y Javier Madanes Quintanilla (Aluar) se fueron encontrando en una sala contigua. “No sabía quiénes iban a venir ni teníamos una agenda compartida. Cada uno vino en carácter individual y planteó lo que pensaba”, graficó Madanes Quintanilla ante la consulta de LA NACION.
En esa previa es donde se preguntaban varios el motivo del encuentro. Esperaron entre 15 y 45 minutos hasta que se produjo el aterrizaje del Presidente, poco después de las 13.40. A las 13.45 estaban sentados a la mesa de hombres de negocios. Huevo poche con langostinos de entrada, un bife pasado de punto –del que nadie recuerda el corte– con verduras y una “bomba” de chocolate con dulce de leche le dieron el marco a este particular almuerzo, el primero de la saga, en el Salón Eva Perón de la Casa Rosada.
Los empresarios le sugirieron también comunicar más. Tal vez por ello ayer confirmó su presencia para el cierre del 57º Coloquio de IDEA este viernes
Casualmente o causalmente la agenda mucho tuvo que ver con lo que ayer comenzó a analizarse en el Coloquio de IDEA. Cuáles son las mejores estrategias para generar empleo genuino, cómo debería ser el plan pospandemia. Qué sectores pueden hacer punta en la economía y hasta cuáles son las diferencias que tienen en la coalición respecto del rol del empresariado. De Narváez figuró primero en el podio de quienes más concentraron la conversación. “El 15 de noviembre va a amanecer independientemente de cuál sea el resultado. Habrá una necesidad de convocar a oficialismo y oposición. No hay forma de transitar los próximos dos años sin una guía de una política de consenso nacional”, sintetizó De Narváez.
La negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es para los empresarios un tema urgente. Allí el Presidente les admitió que la negociación está avanzada y que espera anunciar un acuerdo antes de fin de año. Luego públicamente se habló de 2022.
El cambio de actitud ante el empresariado no fue casual. Antoni Gutiérrez-Rubí, el catalán que trabajó para Massa, para Cristina Fernández de Kirchner y hasta para el intendente Fernando Espinoza, es ahora el nuevo estratega de campaña del Frente de Todos. Tal vez por eso todo cambió en la superficie.
Ahora Victoria Tolosa Paz besa niños, charla con comerciantes, sonríe de par en par y Fernández no solo sale libreta en mano a escuchar vecinos. El propio presidente de la Nación sigue a rajatabla el consejo de microproselitismo. En privado se quejó largo y tendido sobre los medios de comunicación a los que culpa de no reconocerle sus aciertos y magnificarle sus errores.
Los empresarios le sugirieron también comunicar más. Tal vez por ello ayer confirmó su presencia para el cierre del 57º Coloquio de IDEA este viernes. Fue minutos después de que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se ganó los titulares de todos los portales de noticias con su modo campaña 2023. Pocos recuerdan que Rodríguez Larreta es un economista egresado de la UBA con un máster en Administración de Harvard. Fernández no quería dejarle el centro de la escena y confirmó tras varios días de incertidumbre que participaría. Fue el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, quien les avisó a los organizadores, que en privado celebraron la noticia. Entre los ejecutivos que peinan canas aún recuerdan las embestidas de Néstor al encuentro empresarial más importante del país y una histórica conferencia en la que los reprendió con nombre y apellido. Por lo bajo concluyeron: “Lo que queda cada vez menos claro es qué piensa Cristina. Argentina, no la entenderías”.
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