Al Gobierno no le alcanzó con el Previaje para apuntalar el turismo
La temporada de verano de 2023 comenzó para los hoteleros y gastronómicos con una caída en el nivel de la actividad en comparación con años anteriores; reclaman al oficialismo modificaciones en la política de preventa turística y medidas de alivio fiscal
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Promocionar el verano es una idea cercana a la historia del peronismo. Antes de que finalizara la primera quincena del año, Alberto Fernández sugirió que la Argentina tendría una temporada con números récord. Pero las proyecciones que realizan algunos empresarios hoteleros y gastronómicos no son las mismas: luego de tres ediciones del programa Previaje, aseguran que la industria no logra salir de su crisis.
La menor duración del Previaje 3, junto con la profundización de las dificultades económicas, terminaron con las cifras de las temporadas de verano 2021 y 2022, impulsadas en parte por la política oficial de estímulo a la demanda.
La temporada 2023 ☀️ inicia con niveles prometedores: se estima que movilizará más de un billón de pesos e ingresarán casi dos millones de turistas.
— Alberto Fernández (@alferdez) January 9, 2023
Hoy, en Miramar, me reuní con el sector turístico y dialogamos sobre sus necesidades para seguir creciendo y mejorando la oferta. pic.twitter.com/yFmkvOy9Of
Con la ocupación hotelera de algunos de los destinos turísticos por debajo de la temporada anterior y el descenso del consumo en los locales gastronómicos, los empresarios del sector reclaman al oficialismo modificaciones en la política de preventa turística y medidas de alivio fiscal.
Frente a las manifestaciones del sector privado por caídas en la actividad, fuentes oficiales del Ministerio de Turismo y Deportes aseguran que Córdoba, Entre Ríos, Ushuaia, Bariloche y San Martín de los Andes mantienen excelentes comportamientos. Aunque reconocen que otros destinos y el nivel promedio se encuentran por debajo de la temporada 2022.
La situación que atraviesa el turismo argentino es retratada por el último estudio de la consultora Invecq. Allí se asegura que la industria cayó un 49% durante 2020, lo que la llevó a retroceder 40 años y trabajar con niveles comparables a los de 1980, con una proyección de recuperación de 13% para el año 2023.
“No es la mejor temporada como nos quisieron hacer creer. No hemos recuperado la actividad plena, los gastronómicos estamos trabajando con un volumen por debajo del que teníamos antes de la pandemia”, sostuvo Luis Bagaloni, dueño de la cadena “Adorado Bar”, con ocho sucursales en Mar del Plata.
Luego de que se conociera que la inflación de 2022 fue del 94,8%, Bagaloni afirmó que la gastronomía enfrenta una pérdida de la rentabilidad de las unidades de negocio. “Nuestros ingresos van corriendo por detrás de los gastos. Es imposible trasladar a la carta todos los aumentos que tiene la materia prima, que es un porcentaje cada vez mayor de la venta”, agregó. “No es el único rubro perjudicado por el aumento de precios”, sostiene. Y asegura que este año descendió el número de huéspedes en hoteles de una o dos estrellas porque los alquileres de departamentos resultan más baratos.
Una situación similar es comentada a 1524 kilómetros por el presidente de la Asociación de Hoteleros de Bariloche, Martín Lago. “La temporada no es tan exitosa. Durante la primera quincena de enero la ocupación fue de aproximadamente el 60% del total de la plaza. Lo que nos dejó en una posición distante de la demanda histórica, que rondaba en torno del 90%”, afirmó.
Al igual que Bagaloni, Lago encuentra a la oferta de alojamientos informales como la principal razón de la baja en la ocupación hotelera. “La Universidad de Río Negro calcula que llegan a Bariloche hasta 1.300.000 turistas por año. Mientras que la estadística oficial, que se basa en el relevamiento a establecimientos habilitados, considera que son 700.000. La mitad de las personas se alojan en los hoteles o hostels registrados por el Indec y el Municipio y la otra mitad, en informales”, sostuvo.
“El Previaje enmascaró la pérdida del poder adquisitivo de los argentinos al darles a los usuarios como crédito el 50% de lo que consumieran. El turismo hasta ahora no venía arrojando saldos negativos, pero este año los comenzamos a ver. Y justo coincide que el programa de preventa solo estuvo vigente desde octubre hasta diciembre”, afirmó Lago.
Una postura que es compartida por el presidente del Ente de Turismo de Mar del Plata, Bernardo Martin, quien afirmó: “El Previaje 3 fue un fracaso absoluto, porque prácticamente no existió. El Gobierno hizo más daño que los beneficios que podría haber generado, debido a que los retrasos en los anuncios llevaron a que la demanda se contuviera a la espera de un programa similar al de los años anteriores, que finalmente nunca existió”.
Así, los nuevos destinos turísticos que se habían consolidado por las primeras versiones del programa hoy enfrentan una situación adversa. “Es una temporada atípica para Puerto Iguazú, porque si bien la ocupación no es mala, no es la misma que la de otros años. Los hoteles trabajan con dos o tres días de antelación para cubrir el 75% de la plaza, cuando antes en noviembre y diciembre ya tenías vendida toda la temporada alta”, afirmó el miembro del directorio del Ente Municipal de Turismo de Puerto Iguazú, Marcelo Ghione.
Pero las cifras de los presidentes de las asociaciones de hoteleros y gastronómicos no coinciden con las que difunden en el Ministerio de Turismo y Deportes. En base a los cálculos del Observatorio de Turismo dependiente de la Cámara Argentina de Turismo, en el Gobierno aseguran que la ocupación de los principales destinos, durante la primera quincena de enero, fue de entre el 85-95%. Mar del Plata tuvo un nivel del 85% (igual al año anterior), al igual que Bariloche (doce puntos por debajo) y Puerto Iguazú, 80% (ocho puntos por debajo).
Los reclamos de gastronómicos y hoteleros al Gobierno
Para Bagaloni, el rubro gastronómico enfrenta una crisis estructural. Las altas tasas impositivas de los distintos niveles de gobierno, sumado a la inflación y la baja previsibilidad, ponen en juego la subsistencia del negocio. “Se deben morigerar los impuestos que se aplican sobre la facturación total. Con la legislación actual, abonamos a nivel nacional el IVA, en provincia ingresos brutos y después cada municipio cobra la tasa de seguridad e higiene”, sostuvo.
Y agregó que muchos negocios aún se encuentran abiertos porque es más barato que cerrarlos. “Hay muchas personas que llevan varios años en el negocio y de bajar la persiana habría que indemnizarlos. Sumado a que en la pandemia la mayoría dejó de pagar los impuestos y asumimos el compromiso de la moratoria, que vamos por la cuota 20-25 de 100″, dijo.
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