Advierten que podrían cerrar más estaciones de servicio
Temen que el alza de los precios por debajo de la evolución de los costos profundice esa tendencia; empresarios del Interior lo adjudican al ingreso de los combustibles en el programa Precios Justos
- 4 minutos de lectura'
SANTA FE.- Los dueños de las estaciones de servicio del interior del país advirtieron este fin de semana que si los precios de los combustibles no acompañan el aumento de los costos, hay riesgo de que sigan cerrando estaciones de servicio.
“Hay un retraso del precio final del combustible con respecto a lo que realmente cuesta. Hay quitas de impuestos, hay subsidios, hay prórrogas de otras partes de impuestos. Lo que pasa es que cuando en esos acuerdos no estamos los estacioneros no hay un correlato o una mejora de la rentabilidad de nuestro sector, que sigue ganando un porcentaje fijo sobre el precio final de venta”, explicó a LA NACION el presidente de la Federación Argentina de Expendedores de Naftas del Interior (Faeni), el santafesino Alberto Boz.
“No pedimos subir los combustibles, sino revisar acuerdos con las petroleras”, añadió, tras la decisión del gobierno nacional de extender el programa “Precios Justos” a este sector con un sendero de aumentos del 4% mensual hasta mediados de julio.
Como lo indican informes del sector, los aumentos de precios de los combustibles muy por debajo de la inflación hicieron crecer la demanda de nafta y gasoil en las estaciones de servicio, aunque cayó la venta de las naftas denominadas Premium.
En el diálogo con este diario, Boz insistió en señalar que, en el último año, “el combustible aumentó menos que la inflación y las estaciones tenemos un porcentaje fijo sobre el precio final de venta. No es real que los estacioneros queremos que aumenten los precios, porque dicho precio está concertado entre las petroleras y el Gobierno. Lo que pedimos es que el Gobierno, cuando hace esa concertación de precios (Precios justos o cuidados), que pagamos todos los argentinos, que se libere un par de puntos más para los estacioneros. De lo contrario –subrayó-, nos vamos a fundir todos”.
También indicó que “todos los costos aumentan y así la inflación golpea en los salarios, los honorarios profesionales, la tasa municipal, la electricidad, la reparación de los surtidores. Todo está en función de la inflación. Esto quiere decir que mientras nuestros costos van de la mano con la inflación, nuestras ganancias vienen muy muy atrás”, resaltó.
Continuando su explicación, el empresario santafesino sostuvo que “esto hace que para llegar a un punto de equilibrio tengamos que vender cada vez más litros. Pero no podemos vender más porque estamos en recesión, porque en Santa Fe nos agarró la sequía. Todo es un combo muy complicado. Por lo tanto, no podemos hacer nada con este desfasaje de precios que está retrasado con la realidad. Pero que quede claro: el estacionero no quiere que aumente el precio del combustible, como algunos insinuaron”, señaló.
Finalmente, Boz admitió: “Sabemos que en épocas de elecciones los gobiernos retraen los precios de los combustibles porque parece que fueran el único culpable de la inflación. Pero sabemos que no es así. Si lo que quiere el Gobierno es precios retrasados, que también tenga en cuenta que el último eslabón, el más finito, es la estación de servicio, que está perdiendo rentabilidad y así está condenada a cerrar si seguimos con esta política”.
Cuarenta menos
Por su parte, la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha) también viene expresando su preocupación por la subsistencia de las estaciones de servicio, tras la decisión del gobierno nacional de extender el programa “Precios Justos” a los combustibles.
“El sector ha sufrido el cierre de 40 estaciones blancas en el último año y temen que la situación empeore si no se toman medidas urgentes”, advirtió la entidad en un reciente comunicado.
En tanto, según informes que se conocieron la última semana, crece la venta de combustibles, pero cae fuerte la demanda de productos Premium.
Tras haber cortado en febrero una racha de tres años de subas consecutivas, en marzo volvió a escalar el consumo de nafta y gasoil en las estaciones de servicio argentinas.
De acuerdo con un relevamiento oficial, el consumo al público trepó 6,02% respecto del mismo mes del año anterior, explicó el sitio Surtidores.com.ar.
Así, la mejora fue traccionada por los productos tradicionales, esto es, nafta súper, que creció 10,54%, y gasoil Grado 2 -destinado mayormente al campo y a las actividades industriales-, que lo hizo en un 12,18%.
El dato llamativo es la fuerte caída de las ventas de los derivados Premium, que venían experimentando una tendencia ascendente: la baja fue de 2,51% en nafta y 6,62% en diésel.