Acuerdo con Paraguay para elevar el embalse de Yacyretá

POSADAS.- Los gobiernos de la Argentina y Paraguay decidieron elevar el embalse de Yacyretá, para lo cual se convocará a empresas privadas interesadas en construir las obras faltantes, por un monto de 700 millones de dólares, por ser recuperado con la explotación de la energía adicional que generará la represa sobre el Paraná.

Así lo manifestó ayer a LA NACION desde Asunción el titular de Infraestructura y Vivienda, Carlos Bastos, al precisar que suscribió un documento con el ministro paraguayo de Obras Públicas, Alcídes Jiménez, donde quedó establecido que dentro de 90 días se llamará a licitación internacional, previo acuerdo con los gobiernos de Misiones y departamentos limítrofes del vecino país, cuyos territorios ya son afectados por las aguas.

Aspectos sociales

El avance del proyecto trajo aparejado una serie de problemas de índole social, que dieron lugar a reclamos de muchas personas obligadas a evacuar las zonas ribereñas para pasar a habitar barrios de viviendas colectivas, erigidos con fondos del ente binacional.

La firma adjudicataria que se hará cargo de las labores faltantes, tendrá que encarar alrededor de 4000 relocalizaciones más, la reconstrucción de puentes que quedarán igualmente anegados, de rutas, caminos vecinales, líneas férreas, eléctricas, protección de arroyos urbanos en Posadas, saneamiento de costeros, una planta cloacal en Encarnación y un dique de contención en el arroyo Aguapey, también en la margen paraguaya, además de la reubicación del puerto de Santa Ana, en esta provincia, elegido para cargas y descargas de buques fluviales en el futuro.

Una vez concluidas, el nivel del embalse de Yacyretá -que actualmente se encuentra en la cota 76- subirá hasta alcanzar los 83 metros, como lo determina el proyecto original.

Turbinas en Aña Cuá

El director argentino de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), Rafael Martínez Raymonda, informó que fueron precalificados cuatro consorcios que participan de la licitación para ejecutar obras civiles, fabricar y montar tres nuevas turbinas y otro sistema de transferencia de peces, en el brazo del río llamado Aña Cuá, donde funcionan catorce vertederos y pasan 1500 metros cúbicos por segundo de caudal, sin aprovechamiento alguno. Con su puesta en marcha, se sumarán 250 megavatios a la actual producción de la usina.

Se hará por el sistema "llave en mano", a un costo de 200 millones de dólares financiados también por capitales privados "a su exclusivo cargo y riesgo, sin garantía estatal".

La obra no causará inundaciones en áreas pobladas y durante el plazo de ejecución (40 meses) brindará 1000 nuevos puestos de ocupación, en su mayoría, a gente del lugar.

Por una resolución de los dos gobiernos, la generación de las tres turbinas podrá exportarse al Brasil, que tiene un déficit de abastecimiento y se ha convertido en un fuerte comprador de electricidad en el Mercosur. Ello motivó el interés de las principales constructoras argentinas y extranjeras, alguna de las cuales tienen sólidos antecedentes por sus vinculaciones con el sector hidroeléctrico.

En cuanto a las turbinas por ser montadas en el brazo del Paraná donde se encuentran los vertederos de Aña Cuá, serán de tipo Kaplan, con 90 megavatios de potencia y tamaño similar a las 20 que se hallan en operación desde 1995, con una caída de 18 metros de altura.

Uno de los requisitos para su adjudicación será el volumen de energía por proponerse en concepto de canon por parte de la adjudicataria. La venta quedará en sus manos, al efecto de recuperar lo invertido.

En la reunión de ayer en Asunción, quedaron precalificados los siguientes consorcios: 1) Pescarmona, Itasa, Río Paraguay y Concremix; 2) Dumez, Vatech Hydro, Watech Escher Wyss, Conempa, Electroingeniería, Spotorno y Comi; 3) Benito Roggio, Dycasa, Cartellone, Techint, Roggio Paraguay, CCA, Chávez, Compañía Industrial de la Construcción, Heisecke, Ecomipa, Tecnedil, Alstom, Siemens Argentina y Voith y 5) Sade Icsa, Energomachexport y Panedile.

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