Acuerdo con el FMI: para los economistas la meta de reservas es “exigente” y “desafiante”
Según los analistas, la buena cosecha que se espera para este año podría ayudar, pero consideren indispensable la apertura del cepo cambiario; en lo fiscal no ven mayores dificultades, salvo que haya trabas políticas
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Tras semanas de negociaciones, finalmente el Gobierno alcanzó un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La intención fue retomar el programa que se firmó durante el mandato de Alberto Fernández para que el organismo libere fondos por US$4700 millones.
El foco, en esta ocasión, está puesto en un fuerte ajuste que incluiría recorte de gastos, congelamiento de obras públicas y aumento de impuestos. Todo en miras de las nuevas metas fijadas, que implican un superávit primario del 2% para 2024 y una acumulación de reservas netas de US$10.000 millones, para lograr estabilidad económica.
Esta meta fiscal se alinea con lo que el ministro de Economía, Luis Caputo, había anunciado en diciembre, cuando comenzó la administración y el plan de consolidación fiscal de 2024: devaluación, recortes de obras públicas, reducción de subsidios y más.
Sobre la relación entre el acuerdo y los planteos del Gobierno libertario desde su llegada al poder, Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, explicó: “Ese 2% de superávit primario equivale al 0% de déficit financiero. Es lo mismo, pero expresado en términos de resultado primario. Así que ahí no cambió nada”.
Pero, además de la meta fiscal, el otro punto clave del nuevo acuerdo radica en la acumulación de reservas, una “meta exigente” que dependerá de lo que suceda con el cepo cambiario a lo largo de este año, según el especialista.
“La cosecha va a ser buena, pero es muy difícil acumular reservas con cepo. Ya quedó claro con el Gobierno anterior, que ha tenido cosechas malas y cosechas buenas, y no pudo acumular reservas”, detalló, y puso énfasis en el papel protagónico que tendrá la apertura del mercado cambiario en esta cuestión.
“A medida que la buena cosecha dé pie a un proceso de estabilización y desarme del control de cambios, la acumulación de reservas no debería ser un problema, porque la cosecha va a ser buena, entonces se presume que el resultado comercial también va a ser bueno. El tema es si quieren seguir con el cepo hasta 2025, lo cual parece poco probable igual, pero sería más difícil de alcanzar la meta”, agregó.
En cuanto a cómo impactaría esto en la economía del país, el especialista se esperanza con la primera etapa: “El flujo con el Fondo deja de ser negativo [en los próximos meses]. Pasa a ser negativo en el segundo semestre, pero ahí se supone que ya esté la cosecha, entonces lo que importa es cómo aprovechar esta primera etapa”, comentó.
Lo importante, en su visión, es aprovechar la primera etapa del acuerdo para salir del cepo. “Si desperdiciás esta oportunidad que te da el Fondo, ahí sí vas a tener problemas”, concluyó.
También Claudio Caprarulo, director de Analytica, ve con buenos ojos este anuncio, al garantizar el ingreso de dólares en el corto plazo, en meses de baja oferta estacional. “El comunicado del FMI es elogioso respecto de las intenciones del Gobierno, lo cual le da un espaldarazo al equipo económico. Pero no menos importante es que el organismo señala lo ambicioso que es el plan de estabilización”, aseguró.
En cuanto a las metas, las considera desafiantes por las posibles dificultades en el nivel social que podrían acarrear: “La meta de acumulación de reservas y la del resultado fiscal primario se pueden cumplir, pero a costa de una contracción de la economía superior al 5% para este año. Por eso, más allá de las complejidades económicas, también las dificultades están en el frente social, dado que una recesión de esa magnitud implica una fuerte caída en el empleo y el ingreso de las familias”.
Para Fernando Baer, economista de Quantum, la noticia confirma “la vocación del Gobierno y del FMI de avanzar en la normalización de la economía”, aunque a través de una meta “dura” de alcanzar: lograr superávit primario del 2% del PBI sin recurrir al BCRA para su financiamiento.
Por otro lado, también confía en las buenas cosechas de este año, como expresó Caamaño, lo que puede resultar beneficioso para cumplir con la acumulación de reservas netas. “Pero ello involucra alguna definición del mercado de cambios, porque el crawling peg de 2% mensual es insostenible”, opinó.
Respecto de esto, también Santiago Manoukian, jefe de research de Ecolatina, comentó que va a ser “desafiante”, pero que se puede cumplir con el esquema cambiario actual y algunas modificaciones que lleguen en el año, ya que el atraso cambiario va a depender directamente de la cosecha. Lo importante, en consonancia con los otros analistas, es eliminar las trabas sobre el mercado cambiario para reducir la brecha. “Porque el punto no es solamente corregir el tipo de cambio para que sea atractivo para los exportadores, sino también que la brecha no los afecte tanto. Ahí la acumulación creo que es alcanzable, pero ligada a lo que se haga en esta materia”, aseguró Manoukian.
Además, recalcó que todo esto va a depender de la gobernabilidad y de cuánta resistencia pueda surgir ante las medidas de ajuste, a lo que se sumaría el rol de la Justicia para frenar o no algunas de las normas.
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