Fredi Vivas, CEO de RockingData, explicó el desarrollo de esta tecnología a lo largo del tiempo; las oportunidades, desafíos y limitaciones de cada una de ellas
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Desde sus primeros desarrollos, hace más de 70 años, la inteligencia artificial (IA) ha evolucionado. Fredi Vivas, CEO de RockingData, denomina a estos procesos de transformación e innovación como “las seis olas de la IA”. “Se vivieron inviernos y veranos, momentos de mucha inversión y confianza y, en cada ola, hubo una nueva forma de hacer las cosas”, señaló el experto, en el marco de la décima edición del evento “Negocios del Futuro”, organizado por LA NACION.
Para ilustrar la primera ola, llamada IA basada en reglas, Vivas hizo referencia a The imitation game (2014), película que cuenta la historia de Alan Turing, matemático británico y pionero de la computación y la IA. En esta ola, las máquinas funcionaban únicamente a partir de indicaciones y restricciones de los programadores. “La máquina era tan inteligente como lo eran los programadores, algo que representaba una limitación “, indicó Vivas.
Y añadió: “Es una tecnología que no mejora, pero sí resuelve problemas”. La IA basada en reglas puede encontrarse en el funcionamiento, por ejemplo, de un microondas o una cafetera.
La segunda ola es la IA predictiva, es decir, las reglas duras pasan a un segundo plano y las computadoras comienzan a aprender de los datos para, de esta manera, predecir lo que puede llegar a ocurrir. Para este caso, Vivas hizo mención a la película Moneyball (2011), que narra la historia de un equipo de baseball que, para la elección de jugadores, hace uso de la tecnología y el análisis de datos.
“La IA predictiva es una gran oportunidad en el mundo de los negocios y la toma de decisiones. Se puede saber la probabilidad de ventas de un producto en un momento determinado y así tener un mejor control del stock”, ejemplificó. Este tipo de IA también está presente en las recomendaciones de películas en plataformas de streaming o predicciones del clima.
La tercera ola es la IA cognitiva, cuya función principal es crear mecanismos cognitivos para simular ciertas acciones de los humanos, como hablar, escribir e identificar objetos que la rodean. Chappie (2015) es un film que representa esto al mostrar a un robot que comienza a interactuar con el mundo. “Si bien todavía las máquinas no pueden tener una conversión humana, ya vemos grandes avances usando redes neuronales artificiales, como Chat GPT. En el caso de la IA visual, hace 15 años la IA no distinguía a un gato de un perro”, expresó Vivas.
Por su parte, la cuarta ola es conocida como IA creativa y es aquella que “está ocurriendo en este momento”, señaló Vivas. Y agregó: “Desde los años 40 hay investigaciones sobre esto. La creatividad en la IA era algo que parecía imposible”.
Gracias a los datos, la potencia de cómputos y los algoritmos basados en redes neuronales artificiales, esta tecnología tiene la capacidad de crear cosas nuevas, como canciones o videos. La famosa escena de la película Blade Runner (1982), en la que un androide toca el piano, ilustra a la perfección este tipo de IA.
La quinta ola es la IA física, en la que se implementa la robótica. “La IA deja de ser invisible. Existe en términos abstractos, pero también de forma física”, expresó Vivas. Para ejemplificar esta etapa, el experto recurrió Ex-Machina (2014), film donde los robots poseen forma humana. También hizo mención a Tesla y Boston Dinamics, los principales fabricantes de robótica en el mundo.
Por último, la sexta ola es la IA sensible. “Es la más polémica”, sostuvo Vivas. Específicamente, se trata de una tecnología capaz de desarrollar sus propios sentimientos, tal como se muestra en la película Her (2013), en la que su protagonista se enamora de un software. “Sin dudas se podría desarrollar una simulación de los sentimientos humanos. Hay gente que dice que puede pasar y gente que dice que no puede pasar”, dijo el experto.
Y concluyó: “El punto es entender qué oportunidades y desafíos nos genera esta IA, que replica las capacidades y sesgos humanos. Por lo tanto, hay que estar muy atentos de que replique lo que queremos de los humanos y nos beneficie a todos como sociedad”.
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