5 tips para obtener ideas de negocio
LA NACION te cuenta cuáles son los pasos para buscar sistemáticamente una idea de negocio que se ajuste a tus capacidades
Antes, mucho antes del éxito furioso de El código Da Vinci, un joven profesor de literatura inglesa, Dan Brown, se encontraba en las playas de Tahití leyendo algo desacostumbrado para él: una novela de Sydney Sheldon. El suspenso lo atrapó de tal manera que unas pocas horas después había terminado de leerlo.
Fue en ese momento que se dijo a sí mismo: "Yo puedo hacer esto". Unos años después alumbró su éxito mayor, el libro que vendió más de 18 millones de copias en 44 idiomas y le reportó su envidiable fortuna, que supera los 200 millones de dólares.
Cualquiera que aspire a crear un negocio por primera vez sueña con ese momento. ¿Cómo será el momento en que uno obtiene esa idea inspirada que lo hará ganar millones, o al menos brindarle la independencia económica que ansía?
Sin embargo, para la mayoría de los emprendedores exitosos no existió ningún "momento mágico", simplemente llegaron a su negocio por aproximaciones sucesivas, por casualidad o por un sistemático y aburrido proceso de listar posibilidades y analizarlas una por una.
La nuestra es una "economía intelectual", una economía del conocimiento. Por eso es lógico que las ideas, la forma de obtenerlas, presentarlas e implementarlas, tenga una importancia central.
Es posible seguir ciertos pasos para buscar sistemáticamente una idea de negocio que se ajuste a nuestras capacidades y que nos haga llegar a ese glorioso momento del "Yo puedo hacer eso".
Del mismo modo que la mayoría de los escritores confiesan que su arte tiene poco de glamoroso y mucho de disciplina y constancia, es posible seguir ciertos pasos para buscar sistemáticamente una idea de negocio que se ajuste a nuestras capacidades y que nos haga llegar a ese glorioso momento del "Yo puedo hacer eso".
1- Mantener la mente abierta "Nunca se sabe por dónde va a saltar la liebre". Los cazadores de ideas también usan el viejo dicho. No sabemos si nuestro próximo y rentable negocio saldrá de un apreciado hobby o de un viejo problema para el que no encontrábamos solución. No hay que cerrarse a posibilidades que pueden parecer, a priori, ridículas.
Las ideas primero se coleccionan. Recién después se analizan.
2- Espiar las tendencias La mayoría de los buenos negocios surgen de tendencias sociales o económicas novedosas. Los negocios repetidos suelen tener rentabilidades modestas y una frondosa lista de competidores.
Ser un voyeur de tendencias sociales es una buena forma de pescar oportunidades.
3- Observar las propias capacidades Es cierto que no todos se sentirán cómodos o capacitados para manejar cualquier negocio. Por eso es esencial observarse primero uno mismo: los gustos, conocimientos, experiencias y hasta obsesiones que hacen que seamos los que somos. Lo que amamos es lo que vamos a hacer mejor. Es difícil llevar adelante un negocio sin pasión. Sin embargo, a menudo nuestras pasiones son las que menos conocemos o escuchamos.
Observe sus capacidades. Escuche a sus pasiones.
4- Buscar una necesidad (y satisfacerla) Detrás de cada buen negocio hay una necesidad. Descubrirla es la mitad del trabajo. La otra es encontrar el modo de satisfacerla.
Un consumidor insatisfecho es una oportunidad de negocio.
5-Huir de los elefantes ¿Para qué ir a competir con los grandes? Todos estos años nos estuvieron engañando: la competencia no siempre es buena. Es más, en dosis altas produce estrés, gastritis e insomnio. Busque un negocio donde no abunde la competencia. Hay que crear, más que competir. Haga algo propio, algo único, si es posible. Y póngale un precio razonable, tan alto como el valor que perciban sus clientes. Busque mercados fragmentados, con jugadores chicos. Nichos que no interesan a los grandes.
La vida es corta, ¿para qué provocar al elefante?