China da en el clavo en Las Bambas
La compra de la codiciada mina peruana ratifica la apuesta del país asiático por materiales estratégicos
BEIJING—La adquisición de China por US$5.850 millones de la mina de cobre Las Bambas en Perú deja de manifiesto que el mayor comprador de metales industriales del mundo sigue realizando grandes movidas estratégicas en el sector de commodities a pesar de una serie de costosos tropezones.
A diferencia de iniciativas plagadas de retrasos, Las Bambas es ampliamente considerada como un activo de alta calidad, apuntalada por una infraestructura parcialmente desarrollada y por pronósticos de una demanda sostenida por parte de la propia China, indican los analistas.
Glencore Xstrata PLC confirmó el domingo que había acordado la venta de toda su participación en Las Bambas a un consorcio encabezado por MMG Ltd., una división de China Minmetals Corp. La empresa estatal indicó el lunes que el acuerdo con Glencore fortalecerá al conglomerado chino de comercio de metales y le permitirá superar a Jiangxi Copper Co. y convertirse en la mayor minera de cobre de China y uno de los 10 principales productores cupríferos del mundo. Las Bambas representa la mayor adquisición de un proyecto minero en el extranjero por parte de China.
La operación se produce en un momento en que los decaídos precios globales del cobre nublan el panorama del mercado. Un bajón prolongado del metal rojo podría dejar a China con otro activo sobrevalorado. Sin embargo, la mayoría de los analistas dice que la calidad del mineral de Las Bambas y el pronóstico del mercado del cobre a largo plazo hacen que los riesgos valgan la pena. "El precio acordado se encuentra en línea con las expectativas del mercado", apuntó Ephrem Ravi, analista de Barclays.
"Esta no es una consideración de corto plazo por parte de China. Es difícil encontrar una mina de tan buena calidad y se trata de una oportunidad inusual", resaltó Frank Tang, analista de metales de North Square Blue Oak.
Algunos grandes acuerdos mineros no le han dado los frutos esperados a China. Desde 1995, una ronda de compras liderada por el Estado ha sumado adquisiciones de recursos globales en el extranjero por US$226.000 millones, según Dealogic. Pero en varios proyectos de alto perfil, las estatales chinas no previeron los excesos de costos ni las complicaciones en las operaciones.
En tres casos en 2012, se tuvieron que suspender proyectos chinos vinculados al acero en Australia y Brasil por un valor combinado de US$10.000 millones debido a la disparada de costos. Otra iniciativa insignia de mineral de hierro en el oeste de Australia —el proyecto Sino Iron de Citic Pacific— triplicó su presupuesto original y demoró siete años antes de exportar su primer envío de mineral en diciembre. El retraso hizo que el proyecto se perdiera el boom de varios años de los insumos para producir acero y su puesta en marcha coincidiera con el comienzo de un prolongado bajón en los precios.
China tiene un historial poco convincente a la hora de hallar un equilibrio entre la obtención de un suministro adecuado y hacer inversiones rentables. En 2012, un alto funcionario de planificación económica manifestó que los enormes gastos del país no habían resultado en grandes suministros de mineral de hierro para China. A principios del año, el gobierno le dijo a sus empresas de acero que siguieran comprando activos de mineral de hierro, instándolas a realizar inversiones más inteligentes en el sector.
China está haciendo cuantiosas inversiones en otros recursos naturales. Más de la mitad de los US$60.070 millones que gastó el país en adquisiciones en el exterior el año pasado fueron destinados a pactos de gas y petróleo, según Dealogic. En lo que va del año, la estatal Cofco Corp. ha concertado dos acuerdos para fortalecer su posición en el comercio global de granos.
La adquisición de Las Bambas quizás haya sido más fácil de lograr comparado a otras transacciones. China ya cuenta con una relación sólida con Perú, el segundo proveedor de concentrado de cobre después de Chile. La búsqueda de activos valiosos también se hizo más fácil cuando el Ministerio de Comercio de China obligó a Glencore a vender Las Bambas como condición previa para aprobar su fusión con Xstrata.
La desaceleración generalizada de la economía china, que consume 40% del cobre mundial, ha causado un desplome de 10% en los precios del metal desde febrero del año pasado.
No obstante, la demanda china, impulsada principalmente por su inversión en las redes de electricidad urbanas, se mantiene robusta en el largo plazo, afirman los analistas.