Volvió tras 19 días y ganó, pero aún tiene dolores en los pies

MIAMI.– Paradójicamente, a pesar de que el cemento es la superficie sobre la que se desenvuelve con más soltura, no le había ido nada bien a Leonardo Mayer en ese terreno en el Crandon Park. El Yacaré sólo había cosechado cuatro caídas en la misma cantidad de participaciones en Miami. Esta vez, llegaba al segundo Masters 1000 de la temporada recién recuperado del tremendo combate de 6h43m que sostuvo hace casi tres semanas contra el brasileño João Souza, por la Copa Davis; aquel partido, además de generar el debate por el tie-break en el quinto set en ese certamen (ver página 12), le dejó varias cicatrices en los pies al correntino, a tal punto que debió cancelar su presencia en Indian Wells.

Todavía sin sentirse al ciento por ciento, Mayer desembarcó aquí, y con la ventaja de ingresar directamente en la segunda rueda como preclasificado (27º), se dio el gusto de conseguir su primer éxito en Miami, al superar por 6-4 y 7-6 (5) al finlandés Jarkko Nieminen; fue también, su primer éxito sobre el zurdo nórdico, con el que había perdido los dos cruces previos. De todos modos, el correntino debió ser atendido –durante el segundo set– por las ampollas en el pie derecho; una demostración de que las secuelas de aquel choque contra Souza todavía lo tienen a maltraer. Habrá que esperar para saber cómo llegará a su partido por la tercera rueda, seguramente mañana, contra el sudafricano Kevin Anderson (15º), que viene de aliminar al local Sam Querrey por 6-7 (5), 7-6 (3) y 6-4.

Como contrapartida, a Carlos Berlocq le tocó despedirse. Tuvo oportunidades para conseguir un triunfo mayúsculo sobre Stan Wawrinka, pero las chances se fueron, el suizo lo dio vuelta y se impuso por 6-7 (9), 7-5 y 6-2, tras 2h50m de acción. Pese a la derrota, el Gladiador de Chascomús tuvo razones para irse satisfecho, ya que aquí consiguió un buen triunfo sobre el ascendente Kokkinakis en el debut, y luego dio una gran batalla –acorde con su sello– frente al octavo preclasificado.

En cierto modo, el de ayer se trató de un duelo similar a los cruces anteriores entre Berlocq y Wawrinka, dos de los pocos jugadores en el tour con revés de una mano. En una tarde de mucho viento, Charly se las arregló para incomodar al suizo; después de contar con varias posibilidades, el argentino se adueñó del primer set en el tie-break, y en el segundo, después de recuperar un quiebre, se adelantó 4-3 y 15-40 con el saque rival, pero falló un par de devoluciones sobre el segundo servicio, y a partir de allí, el campeón de Australia 2014 empezó a reducir la cantidad de errores, y a revertir el desarrollo y el resultado. "Contra este tipo de jugadores se siente un poco de presión extra cuando tenés un par de oportunidades, porque sabés que no vas a tener muchas", reconoció Berlocq sobre lo que sucedió en ese tramo crucial del encuentro.

La jornada, interrumpida en varias ocasiones por las lluvias, se completaba para la delegación argentina con el partido que Juan Mónaco disputaba anoche contra el letón Ernests Gulbis, en busca de un lugar en la tercera rueda. Previamente, y por el lado de los favoritos, Rafael Nadal no mostró rastros de la caída sufrida en un entrenamiento el lunes pasado, y tuvo un estreno sin apremios frente a su compatriota Nicolás Almagro, al que superó por 6-4 y 6-2. Hoy, el zurdo Federico Delbonis tendrá un duelo de máxima exigencia contra el español David Ferrer en el tercer turno del court central, cerca de las 16 de nuestro país, en un cotejo correspondiente a la segunda rueda.

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