Río 2016: las Panteras perdieron ante Rusia en su debut absoluto en Juegos Olímpicos

RIO DE JANEIRO.-El Maracaná es mítico. Pero el Maracanazinho tiene una conexión directa con los grandes acontecimientos del voleibol. Las Panteras en este lugar no pudieron quebrar la potencia de Rusia en ataque y la dureza en defensa para perder en su debut absoluto en los Juegos Olímpicos. Fue 3-0 para las rusas con parciales de 25-13, 25-10 y 25-16.

El seleccionado argentino comenzó algo desbordado. El entusiasmo con el que Las Panteras ingresaron al Maracanazinho, nada disminuido a pesar de la silbatina de los brasileños, no logró ser transformado en energía bien canalizada para el juego.

Rusia tomó una ventaja inicial de 6-0 con un pasaje firme de la armadora Kosianenko con el saque.El técnico argentino, Guillermo Orduna, hizo rápido el primer cambio (4-0) y puso a Tanya Acosta en lugar de Josefina Fernández que fue buscada de entrada y no encontró una recepción adecuada. Orduna mantuvo esa modificación en el comienzo del segundo set.

Pasado el nerviosismo inicial, las Panteras se acercaron en el marcador y lo más ajustadas que estuvieron fue 10-7 abajo. Rusia luego despegó y sacó mucha diferencia para cerrar el primer parcial.

Tras el temblor del comienzo, en el segundo set, el equipo buscó como resquebrajar la muralla rusa. Sin suerte. Yael Castiglione intentó proponer algo de juego más sutil, sin ir tanto al choque, en el armado hacia Acosta, pero no le pudieron dar cadencia al juego. Tanya Acosta encontró algunos ataques efectivos (máxima anotadora argentina con 12 puntos) para darle algunos buenos momentos al equipo. Lo recurrente fue no encontrar buenas recepciones y la dificultad permanente para quebrar el bloqueo ruso. Pero el gran gusto se lo dio Florencia Busquets cuando frustró un remate a Tatiana Kosheleva para poner ocasionalmente 8-7 a la Argentina al frente en el tercer set.

“Sabíamos que partido nos esperaba y así salió. Rusia es un equipo de bloqueos imposibles. Además nosotras estuvimos muy nerviosas, por ser los primeros Juegos Olímpicos para el voleibol femenino. No fueron pocas cosas que procesar. Desde el juego debimos haber recibido mejor. Pero ellas son muy altas. Te desbordan con el bloqueo, pero también defienden muy bien y es difícil encontrar por donde ganar un punto“, dijo la opuesta Lucía Fresco.

Como si salieran todas del mismo molde, las voleibolistas rusas sacaron diferencia en el bloqueo y en las opciones variadas de remate. El “paredón“ que construyeron Yana Shcherban (1.85), Nataliya Goncharova (1.94) y Irina Fetisova (1.90) pocas veces le permitió a Las Panteras jugar pelotas limpias y decisivas en ataque.

Rusia es un equipo con resultados más discretos en los pasados Juegos Olímpicos, pero con una consistencia superior a la Argentina. Las rusas vienen de conseguir el quinto puesto en Pekín 2008 y Londres 2012, algo alejadas de las medallas plateadas conseguidas en 2000 y 2004.

El partido también sirvió para ver en funcionamiento algunas innovaciones experimentadas por el voleibol. El desafío de los fallos con el Ojo de Halcón, ya implementado en otros torneos, le da más justicia al juego pero al mismo tiempo lo demora bastante. Los pedidos tienen que ser específicos y señalados por el ayudante técnico. Se contemplan siete situaciones de juego para poder hacer el reclamo. Ese cambio, que implica pérdida de tiempo sin solución, dio lugar a la eliminación de los tiempos muertos cuando un equipo llega a 8 y a 16 puntos. Esto último es novedad absoluta de los Juegos Olímpicos.

Los “challenge“ fueron los únicos frenos objetivos que tuvo Rusia en el partido. Nada que no se supiera antes. Sin excusas y sin falsas modestias para entender las diferencias que Las Panteras no alcanzaron a disimular.

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