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Un plus del líder: cuando empieza perdiendo, reacciona con rapidez
Si River comienza en desventaja, como ante Arsenal, revirte la situación a puro temperamento / Ya lo había demostrado con San Lorenzo / Pisculichi había sido pensado para recambio y hoy es vital en el tejido ofensivo
River se las arregla para seguir sorprendiendo. Aún cuando no gana, como anoche, encuentra argumentos para irse satisfecho con la tarea futbolística. En una cancha y ante un rival (Arsenal) que siempre complica a todos, en un terreno condicionado por la lluvia, el líder sacó a relucir un plus a los atributos conocidos: sabe reaccionar rápido ante la dificultad. Ayer apenas tardó segundos en encontrar el empate con Leonardo Pisculichi, luego de que Nervo pusiera en ventaja a Arsenal tras el penal que Funes Mori le cometió a Palacios. El conjunto de Sarandí casi que no pudo festejar que enseguida Pisculichi aprovechó un despeje fallido tras un centro de Vangioni y venció a Andrada.
Fue un síntoma de temperamento, de reacción ante la adversidad. Y suma méritos en esa dirección también, ya que la otra vez que había estado en desventaja en el campeonato sucedió lo mismo: empezó perdiendo a los cinco minutos en el Nuevo Gasómetro, ante San Lorenzo, 1-0 con el gol de Matos y por la 5° fecha, pero a los once fue el propio Pisculichi quien empató para River. Luego, apoyándose en un muy buen rendimiento, el equipo millonario terminó imponiéndose por 3-1.
Entonces, cuando River no se impone desde el entendimiento y el vuelo ofensivo que logran generar entre Pisculichi, Teo Gutiérrez y Rodrigo Mora, logra encontrar coraje para reponerse rápido ante un eventual traspié. Y esa es una de las explicaciones de por qué sigue invicto en el torneo.
Pisculichi tiene varios méritos en este tipo de reacciones. Es la bandera futbolística del equipo, el nexo que une el empuje de los laterales y los volantes externos con las resoluciones de los puntas Teo y Mora. Es quien le da fluidez al ataque, genera triangulaciones, y adelanta a River con sus pases. Además es el encargado de las pelotas paradas y ya suma cuatro goles en el certamen: marcó ante Rosario Central, San Lorenzo, Independiente y Arsenal. En Sarandí se destacó nuevamente como la figura del partido.
Ayer Marcelo Gallardo lo tuvo que sacar antes del final para evitar un desgaste físico mayor, ya que se sacrifica también en la recuperación de la pelota, como todo el equipo. Ingresó por él Tomás Martínez, otro zurdo que promete. Pero el entrenador sigue de cerca el desgaste que está haciendo Pisculichi, ya que en el partido pasado ante Independiente también debió sustituirlo no bien sintió una contractura luego de un pique.
Pisculichi hoy es clave en la estructura del equipo, dentro del sistema 4-3-1-2 que eligió Gallardo para su River, pero cabe recordar que la incorporación del ex Argentinos no fue proyectada en esta dirección específicamente, sino como un buen recambio de Manuel Lanzini. Al Muñeco se había enojado cuando los dirigentes le comunicaron la venta del mediocampista al fútbol árabe (Al-Jazira). Gallardo creía muy importante a Lanzini y, si bien entendía las necesidades económicas millonarias de transferir jugadores, lo cierto es que prefería que los dirigentes se desprendan del colombiano Eder Álvarez Balanta, ya que ahí (entendía) tenía un titular asegurado con Funes Mori.
Sí es cierto que Gallardo pidió por Pisculichi en varias charlas con el manager Enzo Francescoli. El tema es que lo imaginaba como recambio y ahora se terminó convirtiendo en un factor fundamental no sólo en los resultados sino también en el rendimiento del equipo. Desde sus buenas entregas, últimos pases y remates, River se anima a apabullar rivales. Y, cuando no puede, al menos reacciona a tiempo.
Recargar pilas para la seguidilla
Marcelo Gallardo está muy conforme con el rendimiento de River, pero sabe que ahora se viene una seguidilla clave: primero Lanús, el escolta, y luego Boca, en el Monumental. Además, inmediatamente después del clásico (el 8 de octubre) deberá jugar con Rosario Central, por la Copa Argentina, mientras que el 15 y el 22 tiene los cruces con Libertad, por la Copa Sudamericana. Rodolfo D’Onofrio, presidente millonario, está gestionando postergar los partidos con Central y el primero con Libertad porque allí hay fecha FIFA y puede sufrir varias bajas por convocatorias.
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