Tiro libre... y un show de celulares

MADRID.- Cuando uno busca en la mitad del partido un video del gol de Lionel Messi (da igual cuándo se haga la búsqueda: casi nunca pasan diez minutos del último) se fija en una particularidad. Si el gol ha sido de tiro libre, todo el Camp Nou está grabando la escena. Y automáticamente todo el Camp Nou lo sube a una red social, por lo que el gol de Messi puede verse desde cualquier butaca. De hecho, la web del club debería hacer un gráfico del campo y con el mouse apuntar al lugar desde el que se puede revivir la falta.

Esto se debe a que los libres directos en Barcelona son, de un tiempo a esta parte, casi penales. Bueno, más seguros que los penales. Da igual el lugar y da igual el arquero. La gente desenfunda el celular porque sabe que va a grabar un gol. Es difícil grabar a Messi en el campo. Del mismo modo que resulta difícil para un amateur grabar a un tigre en plena caza. Pero el balón parado permite al espectador acercarse al astro, merodearlo, olerlo un poco e incluso grabarlo.

Es ahí cuando el estadio se llena de lucecitas blancas. Es ahí cuando el arquero empieza a pensar que algo no va bien: ¿por qué se han puesto a grabar todos? Ayer, ante el Sevilla, la falta fue desde el perfil contrario a Leo; sin embargo, eligió el mismo ángulo de siempre. Levantó la pelota con una patada milimétrica que embarcó el balón a la red: de afuera hacia dentro, veneno puro.

Todo pasó tan rápido que el arquero del Sevilla tuvo que entrar en Twitter para ver el gol repetido. Ya estaba colgado por 90.000 personas. Pudo hasta elegir butaca para observarlo desde cualquier ángulo. Se le recomienda el fondo, concretamente: así se observa mejor que el gol de Messi, otra vez, era imparable. Cosa que tiene un mérito indudable considerando que se trataba del ángulo del palo del arquero. Y que demuestra que los contrarios hacen la barrera por tradición.

Periodista y escritor español

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