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Roger Federer, que desde julio de 2021 está fuera del circuito por problemas en la rodilla derecha, confía en poder reaparecer “a finales del verano” europeo (septiembre), por lo que no estaría en condiciones de actuar en Wimbledon, el certamen que dominó como nadie en la historia.
“Voy bien, mucho mejor. Durante dos meses me moví con muletas. Fue largo y tuve que empezar desde cero. Pero la operación era lo correcto. La rodilla no iba bien después de Wimbledon [cayó en los cuartos de final]”, explicó el 20 veces campeón de Grand Slam en la cadena pública suiza SRF durante su visita a una etapa de la Copa del Mundo de esquí alpino, en Lenzerheide.
Federer, que en agosto de este año cumplirá 41 años, precisó que hace unas semanas se sometió a resonancia magnética y que los resultados fueron positivos, algo que le genera “confianza” con respecto a su futuro en el tour, aunque no quiere apresurarse ni dar pasos en falso. “Ahora llego lentamente a una fase en la que puedo pensar en el regreso”, afirmó el exnúmero uno mundial y actual 27°, añadiendo que necesita todavía un poco de tiempo antes de reaparecer “al final del verano o principios del otoño (europeo)”.
La leyenda del tenis, ganador de 103 títulos, no actúa desde su derrota por 6-3, 7-6 (7-4) y 6-0, en 1h48m, en los cuartos de final de Wimbledon, el 7 de julio de 2021, ante el polaco Hubert Hurkacz. Desde entonces se sometió a dos cirugías de rodilla derecha, donde ya había sido operado en 2020.
La intención de Federer es disputar la Laver Cup, certamen del cual es co-organizador. En la edición de este año, que se disputará en Londres, del 23 al 25 de septiembre, el español Rafael Nadal (que al coronarse en Australia logró su vigésimo primer título de Gran Slam superando por uno a Federer y al serbio Novak Djokovic) dijo que espera jugar junto al suizo como, lo hicieron en 2017.
La semana pasada, Severin Lüthi, amigo y entrenador de Federer, había realizado una suerte de actualización del estado de Roger, contando que el helvético tenía planifcado empezar a pegarle a la pelota en estos días y que su primer “sparring” sería Mirka Vavrinec, su esposa y extenista (fue 76° del mundo en 2001).
“Todavía está en la fase de rehabilitación (…) Él siempre puede hacer más, está trabajando activamente. No solo se fortalecen los músculos de la rodilla o la pierna, sino que se fortalece todo el cuerpo. Es un verdadero programa de acondicionamiento”, apuntó Lüthi sobre una situación, prácticamente, inédita en la carrera de Federer. El hombre que permaneció durante 310 semanas en la cima del ranking construyó su historia casi sin lesiones, pero en esta última etapa de su vida deportiva los obstáculos se multiplicaron. El mundo de las raquetas aguarda, con ansiedad, su último baile en el tour.