Regreso exitoso: Federer venció a Evans en su debut en el ATP 250 de Doha

La leyenda continúa: en su regreso al tenis después de más de 400 días de su último partido oficial, Roger Federer derrotó al británico Daniel Evans por 7-6 (8), 3-6 y 7-5, por la segunda ronda del ATP 250 de Doha, en 2 horas y 24 minutos. El interrogante estaba planteado: era saber si podía volver a ser competitivo al igual que en sus largos años de gloria. Pues bien: a cinco meses de cumplir 40 años y tras dos cirugías de rodilla derecha, se lo observó totalmente preparado para asumir su último desafío y hasta lo superó con creces. Por delante tenía un reto mucho más complicado que en 2017, cuando reapareció luego de seis meses, tras un desgarro de menisco de la otra rodilla. El operativo retorno fue un éxito: ganó y suma ilusión.

“Ganando o perdiendo, estar en la cancha era lo mejor. Pero habiendo triunfado, ahora todo se hace más divertido. Me sentía cansado, estaba preocupado por eso y me llevó a ser más agresivo. Estoy increíblemente feliz y agradezco a toda la gente que vino, además de mi rival”, comentó después de la victoria.

El suizo mostró buenos desplazamientos -al principio con un poco de cuidado- buenos números en el servicio (13 aces y sin dobles faltas), una derecha que le corrió fluidamente y un revés paralelo que en varios puntos resultó decisivo, incluso para resolver el match point final. Lógicamente, erró un poco más de la cuenta debido a la prolongada inactividad, con algunas pelotas enganchadas. Pero también sorprendió con algunas genialidades de su repertorio que no se imaginaba que aparecieran en el partido que marcó su regreso. Además, soportó más de dos horas de partido con entereza.

“Fue un largo camino, duro. Un desafío muy grande volver al tenis a mi edad. Valió la pena el regreso, porque jugué un gran partido”, comentó el suizo, que agregó: “La atmósfera fue importante; el público estuvo fantástico, incluso respetando la distancia social”.

Evans, 28º del ranking mundial, venía de derrotar al francés Jéremy Chardy (54º), por 6-4, 1-6 y 6-2, en la primera ronda, ante la atenta mirada del suizo, que observó el partido desde la tribuna al lado de su entrenador Ivan Ljubicic. Sexto clasificado en la ATP, Federer había quedado exento de la primera ronda y volvió a la escena oficial tras la semifinal del Abierto de Australia 2020 que perdió contra Novak Djokovic, aquel 30 de enero de 2020.

“Si logro disputar un par de partidos aquí, podré decirme satisfecho”, había comentado Federer en vísperas de su estreno en Doha, que dejó atrás 14 meses de inactividad y aquellos pasos por el quirófano. “Mis expectativas son bajas, pero espero sorprenderme a mí mismo”, había agregado el tenista helvético.

Federer pasó por el quirófano para corregir una dolencia con la mente puesta en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, postergados por un año por efecto del Covid-19, y la expectativa pasa por ver cómo le responde ahora esa rodilla. “No estoy seguro de cómo reaccionará la rodilla, pero sí confío en que no tendré problemas. De otro modo no estaría aquí”, destacó el suizo en las horas anteriores a su reestreno en Doha.

El punto final

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