Nadia Podoroska perdió ante Petra Martic y se despidió en los octavos de final del Abierto de Italia

Se ilusionaba y buscaba más, después de dar el gran impacto ayer ante Serena Williams. Sin embargo, el envión de Nadia Podoroska se detuvo este jueves, al perder por 3-6, 6-1 y 6-2 ante la croata Petra Martic (25ª), por los octavos de final del Abierto de Italia. De esta forma, luego de conseguir el triunfo más importante de su carrera, sucumbió en casi dos horas ante una rival que vio facilitada su tarea a partir de las lagunas y el declive incontenible de la Peque. Una actuación de mayor a menor que le deja un sabor amargo.

La rosarina tuvo un arranque a todo vapor, un 4 a 0 que apuntaló el primer set, que se llevó en 33 minutos. Pero el encuentro sufrió un punto de inflexión en el arranque del segundo parcial, cuando Podoroska desperdició la posibilidad de quebrarle el saque a la croata en el primer game. No pudo hacerlo y a partir de ahí, como si esa ocasión perdida le hubiera afectado emocionalmente, se vio envuelta en un sinfín de errores y perdió seguridad. De pronto, se le evaporó toda chance de manejar los puntos, como lo venía haciendo de manera sólida a lo largo del primer set. De esa forma, se topó de repente con un 0-5 que se le hizo muy cuesta arriba. Finalmente, luego de salvar cuatro posibilidades de quiebre, Martic se quedó con el segundo set por 6-2 en 43 minutos.

En el tercer set, Podoroska volvió a quedar maniatada en sus propios errores. La tensión trajo más imprecisión y facilitó el juego de la croata, que muchas veces lastimó con drop shots. Un derrumbe incontenible de su juego, sin respuestas ni soltura ante una jugadora que es, objetivamente, superior en el ranking. Si bien pudo recuperar un quiebre en el 0-3, enseguida Podoroska volvió a perder el saque. El espíritu de lucha volvió de alguna forma, pero la Peque no pudo escapar de su inconsistencia, sus errores no forzados y de sus lagunas, que terminaron eliminándola del Foro Itálico.

La campeona panamericana en Lima 2019, de 24 años, había comenzado su participación en Roma superando a la alemana Laura Siegemund (55) con una gran reacción que le permitió llevarse la victoria por 2-6, 7-6 (7-3) y 6-1, y durante la jornada ante la ex Nº1 del mundo, elevó su nivel: se dio el gran gusto de derrotar a Serena Williams, con 75 títulos en su palmarés. Se quedará -sobre todo- con esa experiencia y la proyección a Roland Garros, en donde sorprendió al alcanzar las semifinales el año pasado.

“Bajé la intensidad y cometí errores”

“Hoy fui de mayor a menor. Fue un gran primer set, jugando muy suelta, cómoda, ordenada. Al final del primer set ella empezó a sacar mejor, yo a enlentecer, a cometer algunos errores, pero lo cerré. En el principio del segundo set tuve chances y no las pude aprovechar, bajé la intensidad, no pude hacer puntos largos, ella sacó bien, yo no y se vio la diferencia”, analizó Podoroska, el día después de vencer a Serena en el court central del Foro Itálico.

“Por suerte terminé bien de físico, sin grandes molestias, creo que es algo positivo de la semana el haber jugado tres partidos con buena intensidad”, apuntó la argentina, que acarreaba molestias en la cadera y desde la semana próxima jugará el torneo de Belgrado, ya con el Abierto de Francia (donde el año pasado llegó a las semifinales) en el horizonte cercano.

“Roland Garros es un torneo especial al ser un Grand Slam y mucho más después de los resultados del año pasado, pero trato de tomarlo como un torneo más en polvo de ladrillo y ojalá que pueda agarrar ritmo en los torneos previos para llegar bien preparada”, concluyó Podoroska.

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