Leonardo Mayer perdió ante el francés Julien Benneteau, que será el rival de Juan Martín del Potro en la segunda ronda de Roland Garros

PARIS.- La pista número 1 es una maqueta, una fabulosa obra de la arquitectura. Se la conoce como la Plaza de Toros. Su capacidad, remodelada y ampliada, no pierde el encanto, a pesar de ciertas polémicas derivadas de proyectos ambientalistas. Allí, sobre el polvo de ladrillo, hasta ayer a la noche nomás, cuando ya no había luz y un temporal bañaba París, Leonardo Mayer estaba en camino de cerrar el octavo triunfo seguido de los tenistas argentinos. Estaba 6-2 y 4-3 sobre Julien Benneteau, un francés batallador y experimentado. La reanudación fue un martirio. Primero, se le escapó el tie break. Más tarde, se quedó con el aliento atragantado. La derrota del correntino por 2-6, 7-6 (7-4), 6-2 y 6-3 es parte de un fatídico miércoles de sol primaveral: también quedaron en el camino Federico Delbonis y Marco Trungelliti.

Los franceses son apasionados. Cánticos, aplausos y un fervor poco habitual en el mundo del tenis resultaron el marco ideal para el viejo guerrero, que en diciembre próximo cumplirá 37 años y está a punto de colgar la raqueta. Mayer, activo y punzante en un primer tramo, se desinfló como un globo, sin aire ni potencia. La repentina despedida del Yacaré, en el contexto general, es una pequeña gran sorpresa, porque es un especialista en este tipo de superficie. Y lo peor es que no habrá choque de argentinos: Juan Martín del Potro jugará mañana con Benneteau, otro francés, luego del triunfo conseguido contra Nicolás Mahut.

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