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(DE ATP WORLD TOUR).- Esta no es la historia de un regreso tras una lesión. No es el cuento del desafío de un ex Top 10 que resucita tras una próspera carrera. No, este artículo va mucho más allá. Es la historia de la recuperación de una vida; el camino de un jugador al triunfo personal donde otros se han rendido.
El jueves, Mardy Fish cumplió con su esperado regreso al ATP World Tour tras una larga batalla de tres años con una enfermedad debilitante del corazón y una seria ansiedad. El residente en Los Ángeles regresó con una gran lucha a pesar de caer por 6-4, 4-6, 7-6(4) ante su compatriota estadounidense Ryan Harrison en Indian Wells. De todos modos, las victorias y derrotas son irrelevantes cuando considera que llegar a este momento ha sido ya una victoria para él.
"Es probablemente el único sitio en el que hubiera sido capaz de empezar, ya que está más cerca de casa", dijo Fish a ATPWorldTour.com sobre su regreso en Indian Wells. "Han sido unos buenos tres meses y medio en los que he trabajado muy duro para regresar al estado de forma para el tenis. Es satisfactorio porque es un trabajo duro. No había entrenado mucho en un año, incluso más, pero el tenis nunca me ha dejado".
Nacido en Minnesota, Fish y su familia se mudaron a Florida cuando él tenía cuatro años para que pudiese perseguir sus sueños. Se convirtió en profesional en 2000 con 18 años, antes de viajar por el planeta durante más de una década, ganando varios títulos y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Luego, llegó un momento decisivo. En 2010, terminó en el Top 20. Luego, llegó a su mejor posición: N° 7 del mundo. Hasta llegó a jugar el Masters. Pero, poco después de que Fish alcanzó la cima de su carrera profesional su vida se convirtió en una espiral fuera de control.
El ex No. 1 estadounidense se dio cuenta por primera vez que algo no iba bien al principio de la temporada 2012, y la situación alcanzaría un punto cumbre cuando se despertó en mitad de la noche en Miami, tras una derrota ante Juan Monaco, con su corazón latiendo acelerado.
Los latidos eran tan intensos que Fish recuerda que pensaba que no sobreviviría. Presa del pánico, él y su entrenador, Christian LoCascio, fueron a urgencias en el hospital más cercano, donde le diagnosticaron una arritmia cardiaca. Un par de meses más tarde, Fish sufriría un proceso conocido como ablación de catéter para corregir los fallos en su corazón, pero fue la cicatriz psicológica la que más le afectó.
Los ataques de pánico atormentaron al jugador de 33 años, que no sólo se vio obligado a bajarse del cuadro en el US Open de 2012 en la cuarta rueda, sino que quedó presa del miedo, prisionero en su propia casa y rehén de su propia mente. Fish reveló que sufría ataques en períodos de 15 a 30 minutos y en un período de tres meses sólo podía salir de casa para visitar a su psiquiatra. Las cosas más simples, como disfrutar una tarde con su esposa Stacey, se volvieron insoportables.
"Recuerdo los días en que Mardy estaba pasando su peor momento y yo estaba bastante asustado por él. Esto dice mucho del carácter que Mardy posee", comenta el entrenador y ex número uno del mundo de dobles, Mark Knowles. "Saber cómo afectó profundamente a Mardy esta situación y ver cómo él ha afrontado, cómo ha peleado para volver después de dos años fuera de las pistas y cómo se ha preparado para volver a este nivel es poco menos que increíble. Él es un deportista cualificado que fue sorprendido por una afección y se centró exclusivamente en superarla y avanzar en la medida de sus posibilidades".
La misma actitud que llevó a Fish a colocarse como uno de los competidores más implacables del circuito le otorgó las herramientas para combatir sus demonios mentales. El último torneo en el que Fish participó fue en el Winston-Salem Open en agosto de 2013. Probó suerte en el golf profesional, en el PGA Tour. La transición fue una catarsis para Fish, quien empleó su tiempo en los campos de golf para reconciliar sus emociones y preparase continuamente para su regreso al tenis.
"El golf fue salvador para mí porque yo fui capaz de dar un salto en algo que realmente me gustaba hacer y era bueno en ello", dijo Fish después de su derrota del jueves. "Me veía cada vez mejor y realmente disfruté jugando en los torneos. Era un mecanismo para hacer frente a la situación, apartar mi mente del tenis y de lo que el resto de jugadores estaban haciendo".
Fish encontraría su camino de regreso a las pistas en febrero, formando equipo con Knowles en el Challenger de Dallas, antes de retornar al ATP World Tour en el primer torneo de categoría Masters 1000 de esta semana. ¿Su objetivo? Afrontar un torneo, a la vez que sensibiliza y se erige como modelo de las personas con enfermedades mentales.
Reunited with one of my most favorite people in the world! @delpotrojuanpic.twitter.com/DTfwbDqUtr
&— Mardy Fish (@MardyFish) marzo 11, 2015
"Me sentí muy bien. Estas son las situaciones en las que trabajadas duro para afrontarlas. He trabajado muy duro para ponerme en forma, no tuve ningún problema antes y después de los partidos. Tengo que ser positivo. Yo solía ser duro conmigo mismo muchas veces. Es algo que tengo que hacer. Si no, puedo tener problemas. Esto es algo que he trabajado con mi psicólogo deportivo. Básicamente, es un terreno desconocido para mí".
"Voy a aprender de esto. No tenía muchas expectativas de cuántos partidos podría jugar. Esto es un nuevo reto. Es algo con lo que estoy familiarizándome, pero lleva un tiempo".
Nota publicada en el sitio de la ATP: www.atpworldtour.com
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