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Una emotiva carta de despedida, un enorme legado. El deportista que generó una pequeña gran revolución en un país castigado, que no hablaba el idioma de las raquetas. El tenista sudafricano Kevin Anderson, doble finalista de Grand Slam y exnúmero 5 del mundo, anunció su retiro este martes, a los 35 años, después de haber conquistado siete títulos de categoría ATP en su carrera profesional.
”No recuerdo un momento de mi vida en el que no estuviera jugando al tenis”, escribió Anderson. “Comencé el viaje hace 30 años cuando mi papá puso una raqueta en mis manos y me dijo que, si estaba dispuesto a trabajar duro, podría ser uno de los mejores jugadores del mundo”, recordó.
”Desde entonces, el tenis me llevó mucho más allá de mis raíces en Johannesburgo, Sudáfrica, y realmente me dio el mundo. He experimentado tantos desafíos y emociones diferentes; este deporte puede ser estimulante y al mismo tiempo solitario”, añadió Anderson.
A note for everyone who has been a part of my tennis journey. (1-4/5) pic.twitter.com/atueKpob84
— Kevin Anderson (@KAndersonATP) May 3, 2022
Al ritmo de su carrera, Anderson ejerció una gran vocación caritativa: junto con su esposa, Kelsey, suelen impulsar acciones solidarias. De hecho, hace unos años realizaron eventos en beneficio de un refugio de animales de Delray Beach, en la Florida estadounidense (allí adoptaron a un perrito que llevan a todos lados, incluido a los torneos), y trabajaron en un programa para eliminar los plásticos de los océanos.
Nacido en Johannesburgo, nunca tuvo límites para hablar del racismo. “Venir de Sudáfrica, donde el apartheid era un gran problema y había mucha desigualdad, me ha dado forma en cuanto a cómo veo ciertos problemas. Necesitas gente que hable”, declaró Anderson, en una entrevista del diario The Guardian, años atrás.
— Kevin Anderson (@KAndersonATP) May 3, 2022
Anderson es ecologista. Suele luchar para tratar de garantizar que los tenistas de menor rango cuenten con ayuda psicológica, se describe como “feminista” y se convirtió en un aliado de la comunidad LGBTQ. A Anderson le molesta que no haya un jugador del circuito masculino abiertamente gay. “Definitivamente hay un estigma que se le atribuye”, le contó a The Guardian.
“La sociedad históricamente no ha sido muy acogedora. Los tiempos están cambiando porque la gente está hablando, lo cual es genial, pero se necesitará a alguien para romper esa tendencia. No será fácil. Tomará mucho coraje. Pero con suerte, si podemos ser más acogedores, podría ser un poco más fácil (...) Una persona que lo haga podría abrir las puertas a otros. En los Estados Unidos, con los deportes de equipo, ha habido un par de jugadores que han salido a decirlo. Jason Collins, quien fue el primer jugador de la NBA en contarlo, dijo que uno de sus mayores desafíos era preocuparse por sus compañeros de equipo. Pero una vez que lo hizo y sus compañeros lo apoyaron, ayudó a otros”.
Dueño de un saque veloz, a partir de su altura de 2,03 metros, el sudafricano llegó a ser el número cinco del mundo en julio de 2018 y ganó siete trofeos: Johannesburgo 2011, Delray Beach 2012, Winston Salem 2015, Nueva York 2018, Viena 2018, Pune 2019 y Newport 2021.
Final del US Open 2017
”He tenido altibajos, pero no lo cambiaría por nada. Mi viaje me ayudó a convertirme en el hombre que soy hoy. Estoy muy agradecido por las cosas maravillosas que me han llegado simplemente porque era parte de este deporte”, comentó Anderson, que perdió la final del US Open de 2017 frente a Rafa Nadal. Al año siguiente accedió a la final de Wimbledon, pero en esta ocasión chocó con el serbio Novak Djokovic.
Final de Wimbledon 2018
El último título de la gira de Anderson llegó en el Hall of Fame Open en julio del pasado año. ”Cuando era niño, mi papá solía decirme que el éxito no se define por los resultados, sino por el esfuerzo y el sacrificio que haces en el camino para convertirte en lo mejor que puedes ser. Di lo mejor de mí”, sentenció.
Anderson actuó por última vez frente a un jugador argentino. Fue en la segunda etapa del Masters de Miami, frente al ascendente Juan Manuel Cerúndolo. El zurdo de 20 años lo superó por 7-6 (7), 3-6 y 6-3, el 25 de marzo pasado.
LA NACION