El halcón Rufus, guardián y celebridad de Wimbledon que tiene hasta credencial del torneo

LONDRES - Si Roger Federer es el rey del césped en Wimbledon , su cielo tiene un único dueño: Rufus, el halcón que durante el año protege a las 17 hectáreas del All England, es una de las principales celebridades del Grand Slam londinense.

Su intervención es fundamental para el torneo. Rufus es el encargado de espantar a las palomas que podrían arruinar, sin demasiado esfuerzo, el césped sobre el cual batallan diariamente las principales estrellas del circuito.

Rufus tiene once años, pesa casi dos kilos y sus alas tienen una envergadura de un metro. Desde 2007, con apenas 16 semanas de vida, cumple una misma rutina durante las dos semanas del certamen: entre las cinco y las nueve de la mañana de cada día custodia el Court Central para alejar a las aves que intentar refugiarse bajo su techo retractil.

Por ahora su labor se extiende a la cancha número uno del complejo, aunque desde el año próximo contará con un ayudante para tal faena, porque la instalación del techo en el segundo estadio significará un aumento sideral de su trabajo.

"Será prácticamente el doble de trabajo. Cuando el techo sea colocado el año próximo, implementaremos una doble acción con dos halcones. Él tiene algunos colegas, pero Rufus es el principal en Wimbledon. Potencialmente estaremos trayendo uno más joven para ayudar a cuidar Court One el próximo año", confesó su entrenadora Imogen Davis. Pollux, que está siendo entrenado desde 2016, tendrá a cargo la misión a partir de 2019.

El verdadero ojo de halcón de Wimbledon es una estrella: tiene su propia acreditación, una cuenta de Twitter e incluso se vende merchandising con su cara y su nombre. Cumplió un rol protagónico en la campaña "Here’s to perfection" de la cerveza Stella Artois. "Es muy cariñoso, es un placer trabajar con él", detalla una integrante de su equipo a LA NACION.

En 2012 fue secuestrado del baúl de su entrenadora y el caso conmocionó a todo el país. Su desaparición se convirtió en una causa nacional y hasta la policía se involucró en su búsqueda. Rufus fue rescatado tres días después con apenas una pierna ligeramente dolorida.

Cansados de las molestas palomas que invadían más de un partido e incluso obligaban a la suspensión momentánea de algunos encuentros, las autoridades del All England decidieron recurrir al Avian Environmental Consultants, una compañía de especialistas en aves de Northamptonshire, para que les proveyeran un halcón. Hamish fue el primero en ocupar el cargo que luego heredó Rufus.

"Tiene una vida encantadora. Vuela, hace lo que le da la gana, se deja a su suerte, vuelve a mí para una comida rica en proteínas de codorniz y pollo, luego toma un agradable baño relajante por la tarde si hace mucho calor y vuela un rato más por la noche", agregó Davis. Además de Wimbledon, Rufus salvaguarda el estadio del Fulham, el campo de rugby del Northampton Saints y la Abadía de Westminster.

Federer puede estar tranquilo mientras va en busca de su noveno título en Wimbledon: Rufus lo protege desde el cielo.

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