Del Potro: el ensayo de un periodista suizo sobre lo que hubiera sido la carrera del tandilense sin las lesiones

Desde que ganó el US Open en 2009 con 20 años y a medida que fue coleccionando trofeos y sumando victorias trascedentes en sus vitrinas, Juan Martín del Potro alcanzó un nivel de reconocimiento estupendo en el circuito internacional (muchas veces, sobre todo en los tiempos conflictivos de la Copa Davis, hasta fue más reconocido en el exterior que en la Argentina). Su regreso al tour, en Buenos Aires, luego de casi mil días, no pasó inadvertido; al contrario. Fanáticos, colegas (en actividad y retirados), organizadores de torneos y periodistas, entre otros, reaccionaron en las distintas plataformas.

Inspirado en esta suerte de “inicio del final” de la carrera del tandilense, el periodista y ex tenista suizo Mathieu Aeschmann (dos años mayor que Roger Federer) escribió un creativo ensayo imaginando cómo podría haber sido la tarea de Del Potro en el circuito sin las lesiones. El título del artículo publicado en Le Matin Dimanche fue: “La vida onírica del gigante de cristal”.

En este “homenaje”, el autor se pregunta: “¿Cómo hubiera sido la carrera de Juan Martín del Potro, quien se despidió del tenis en Buenos Aires, si no lo hubiera traicionado un cuerpo indigno de su talento?”. En la pregunta hay un imprecisión: Del Potro seguirá jugando. Cuándo y dónde es una incógnita, pero el del Argentina Open no fue su último partido (al menos eso pretende).

En el comienzo de la nota vuela con la imaginación. “Del Potro derramó sus últimas lágrimas como tenista en la noche del martes, en el fervor nostálgico de un court central Guillermo Villas que cantó para retrasar la fecha límite. El ‘gigante gentil’ trató de ocultar sus ojos rojos, sopló su grip por última vez. Pero el corazón se había ido. Mientras el ‘Big Three’ sigue postergando el retiro y la lógica, su máximo rival, el que habrá arbitrado su carrera por los récords durante doce años, ha optado por abandonar el ruedo. Lega un golpe de derecha de una brutalidad incomparable, siete títulos de Grand Slam, una medalla de oro olímpica, una Copa Davis y canciones como solo los argentinos pueden inventar. El primer número 1 del mundo de la albiceleste, ‘Delpo’, seguirá siendo, sobre todo, el único hombre que le ha ganado a Roger Federer en la final de Wimbledon (2012), a Rafael Nadal en la final de Roland Garros (2013) y a Novak Djokovic en la final del Abierto de Australia (2016). El tríptico del tenis imposible”.

Aeschmann hace una pausa y les pide a sus lectores que no tiren el diario. Ahora sí, para avanzar en el relato real. “Es hora de hacer las paces con tu memoria. Casi todo lo anterior nunca existió. Del Potro ha levantado solo un trofeo de Grand Slam. Fue en septiembre de 2009 en Nueva York. Llevado por la temeridad de sus 20 años, había pegado entonces su mayor rouste [paliza] a Rafael Nadal (6-2, 6-2, 6-2) antes de recuperar finalmente una desventaja de dos sets ante Roger Federer. Cuatro meses después, su muñeca derecha cedió”, escribe, en referencia a la cirugía en mayo de 2010.

En su artículo, Aeschmann recurre a Antoine Cassé, un intelectual especialista en cine y apasionado del tenis que imaginó un mundo sin el Big 3. “Me gustan las ucronías, porque, lamentablemente, la realidad a veces se impone desde una sola perspectiva”, explica Cassé. Y amplía: “Nos obligan a ampliar nuestra visión, a revisar ciertos juicios. Hacen que la realidad sea menos binaria”. Luego, Aeschmann continúa: “Aquí, la línea de ruptura está a principios de 2010: Del Potro no siente ningún dolor en la muñeca derecha durante esta exhibición en Kooyong [NdlaR: en Australia, antes del primer Grand Slam de esa temporada, cuando empieza a padecer las molestias] a principios de enero. En lugar de su vía crucis quirúrgica (ocho operaciones), esta realidad paralela puede desplegar para él una década de conquistas sin sufrimiento ni segundas intenciones”.

“Probablemente no habría llegado a los 20 títulos de Grand Slam como los tres monstruos, pero podría verlo con cinco y diez trofeos”, proyecta Cassé. “A salvo de las lesiones, creo que Juan Martín habría ocupado el puesto número 1 por al menos dos razones”, explica, también en el artículo, el argentino Pablo Minutella, director de una academia de tenis en Neuchâtel, Suiza. “Primero, porque le gustaban los grandes partidos -añade Minutella-. El desafío y la adversidad siempre han sacado lo mejor de él. Luego, la forma en que se adaptó al revés tras las operaciones de la muñeca izquierda, mejorando el golpe con slice y luego cambiando el gesto a dos manos, demuestra lo consciente que era de sus posibilidades y la fuerza para superarlas. Sin embargo, la capacidad de adaptación es fundamental para llegar a lo más alto”.

¿Dónde habría construido su dominio y cuándo exactamente?, se pregunta el periodista helvético. Y piensa: “Sin dudas hay que descartar la legendaria temporada 2010 de Nadal y los dieciocho meses ‘cósmicos’ de Djokovic entre 2015 y 2016. Pero el argentino tenía un perfil capaz de brillar en todos lados”. “No habríamos hablado de los Big Four sino de los Big Five”, aseveran los dos interlocutores buscados por Aeschmann para su ensayo. “¿Tenía alguna fragilidad fisiológica, sobre todo en las muñecas? ¿O ha sufrido por estas orientaciones técnicas, por sus métodos de entrenamiento? Es imposible de decir. Pero cuando miras los videos de él a los 14 años, aún no tiene ese rango de derecha extremo. Por lo tanto, logró desarrollar este golpe que solo él podía dominar. ¿Pero a qué precio?”, prosigue la narración. Y le da lugar a una reflexión final.

“La historia alternativa se escurre. La necesidad de comprender, de dar sentido a esta desgracia, nos recuerda incansablemente la realidad”, escribe Aeschmann. Y concluye: “¿'Delpo’ habría sido tan inteligente y resistente con un cuerpo intacto? ¿Habría sido ‘La Torre de Tandil’ este monumento visitado y honrado por todo el público del mundo sin la compasión que despertó su destino?”.

Es difícil saber cómo hubiera transcurrido la carrera de Del Potro si no hubiera permanecido cinco años y medio fuera de los courts (en total), pero el exnúmero 3 del ranking tenía (casi) todo para hacer todavía más ruido en una época de oro, con Federer, Nadal y Djokovic (y también Murray, antes de las lesiones de cadera) como líderes. El tiempo no vuelve, pero sí quedan las memorias de lo que sucedió y las reflexiones de lo que pudo haber ocurrido.

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