“Es tremendamente dura”, grafica el entrenador Raemon Sluiter sobre su principal pupila Elina Svitolina, nacida en Odessa hace 29 años y que hace siete llegó a su mejor versión en el circuito de la WTA, el tercer puesto del ranking mundial. Svitolina se despierta cada mañana con angustia, mientras afronta una nueva temporada en la elite del tenis y no se desenfoca de sus objetivos profesionales, como la conquista de los Grand Slams. Por ejemplo, el Australian Open, que arranca en las próximas horas en Melbourne.