Argentina Open: la posibilidad de convertirse en un ATP 500 y la espera por Juan Martín del Potro

Como se ha hecho costumbre desde 2001, en febrero el circuito de la ATP desembarcará de nuevo en Buenos Aires. El Argentina Open regresa en 2022, nuevamente en su fecha habitual -en 2021 lo hizo en marzo, a causa de los cambios en el calendario del tour por la pandemia- y lo hace con novedades. El principal nombre, hoy, es Juan Martín del Potro, que podría firmar su vuelta a la acción, tras casi dos años de ausencia, sobre el polvo de ladrillo del Buenos Aires Lawn Tennis Club. Y otra posibilidad: el salto de categoría del certamen, de la serie 250 que tuvo desde sus comienzos, al nivel 500; un viejo anhelo de la organización que podría hacerse realidad a partir de 2023.

En el caso de Del Potro, del lado del torneo ya le tienen reservado una invitación especial (wild card) hasta último momento, o bien cuando el jugador comunique su decisión. Hace unos días, en sus redes sociales, el ex número 3 del mundo contó: “Sigo entrenando con todo, tengo días mejores que otros, pero siempre con la esperanza de regresar a la cancha a principios del año que viene. Sería muy especial volver en Buenos Aires y luego también jugar en Río. Trabajo con la ilusión y el esfuerzo, como ustedes saben, para que podamos vernos acá. En las próximas semanas les iré contando como evoluciono”. El tandilense participó incluso de la reunión que realizó Guillermo Coria, flamante capitán de la Copa Davis, junto a los principales tenistas de nuestro país.

El Argentina Open comenzará dentro de siete semanas. Del Potro no irá a la gira de Australia, y se verá si en Buenos Aires le pone fin a la ausencia más prolongada de su carrera. Su último encuentro oficial lo jugó el 19 de junio de 2019, hace exactamente 18 meses, en el césped de Queen’s, en Londres, ante Denis Shapovalov, donde se agravó la dolencia en su rodilla derecha, por la que fue operado en cuatro ocasiones; la última, en marzo pasado, cuando fue intervenido por el doctor argentino Jorge Chahla, en Chicago.

“Que Del Potro juegue en Buenos Aires depende de su estado físico, es una decisión que tiene que tomar él. Ojalá se recupere para jugar aquí, en Río y el resto del año. Lo único que falta es que él nos diga que está para jugar”, expresó Martín Jaite, director del Argentina Open. Por lógica, la participación de Delpo acrecentaría enormemente las expectativas por ver al campeón del US Open 2009 y ganador de la Copa Davis 2016. Del Potro, de 33 años, sólo jugó una vez el ATP porteño: fue en febrero de 2006, cuando apenas tenía 17 y recién comenzaba su carrera, y cayó frente al español Juan Carlos Ferrero en la primera rueda. Luego disputó series de Copa Davis -la última en nuestro país fue en Parque Roca, en septiembre de 2012, por las semifinales, ante la República Checa- y algunas exhibiciones, como la que jugó frente a David Ferrer en diciembre de 2016. A fines de 2019 estaba todo listo para jugar contra Roger Federer en el estadio Mary Terán de Weiss, pero la lesión que arrastraba ya en la rodilla lo dejó sin la posibilidad de medirse nuevamente con el suizo.

Otra novedad es la chance de que el torneo argentino crezca y suba su categoría, del nivel 250 al 500, la misma que hoy tiene el torneo de Río de Janeiro, que se juega la semana siguiente. La ATP dispuso la necesidad de cambios en el calendario, y en esta temporada se prevé que algunos torneos tengan un upgrade (ascenso). Al certamen de Buenos Aires lo avalan la historia, su continuidad en el calendario sudamericano y varios premios recibidos por la organización. Pero también habrá rivales de otras ciudades y otros continentes. En este momento, el circuito tiene estos ATP 500: Río de Janeiro, Rotterdam, Dubai, Acapulco, Barcelona, Halle, Londres (Queen’s), Hamburgo, Washington y Viena, y resta ver qué sucederá con los torneos de Pekín, Tokio y Basilea, cancelados por la pandemia. Posiblemente Buenos Aires tenga que competir contra alguna ciudad de Asia y otra de Europa.

Martín Hughes, director ejecutivo y uno de los socios de Tennium, la empresa dueña de la semana en la que se juega el ATP porteño, es optimista. “Tenemos buenas posibilidades, estoy convencido de que lo podemos lograr. Desde el principio dijimos que teníamos aquí un torneo que es fuerte como un roble, y así quedó demostrado. Como parte de la idea de desarrollar el tenis, tenemos un proyecto para hacer crecer este torneo, de 250 a un 500. Es una cuestión que surge desde la ATP, que abre las puertas y hay varios torneos y ciudades que se postulan. Obviamente no vamos a estar solos, pero estamos muy bien parados Creemos que somos buenos candidatos y hemos ido cumpliendo los pasos”, le dijo a LA NACION. ¿Cuánto se podría tener una respuesta? No hay en realidad una fecha segura, porque la ATP suele tener varias reuniones durante el año, pero si la idea es que estos cambios entren en acción desde 2023, las sedes ascendidas deberían conocer la decisión antes de junio o julio próximo.

¿Qué significa pasar de nivel 250 al 500? En términos económicos, es un salto importantísimo en el prize money: de los 600.000 dólares que actualmente paga el ATP de Buenos Aires debería pasar a cerca de US$ 1.800.000, el triple en cuanto a dotación de premios. Esto implica la necesidad de tener sponsors con mayor peso, desde luego. En lo competitivo, asegura el desembarco de varios jugadores de primer nivel. Si bien no son obligatorios como los Grand Slams y los Masters 1000, cada Top 30 debe jugar hasta cuatro ATP 500 durante la temporada. Una prueba del cambio la pueda dar el torneo de Acapulco, que creció exponencialmente en sus nombres a partir de su ascenso de categoría.

Por lo pronto, el Argentina Open 2022 ya tiene algunos nombres confirmados: Dominic Thiem, 15° del ranking y campeón en Buenos Aires en 2016 y 2018, y desde luego, Diego Schwartzman, el campeón vigente. “Siento que soy parte de este torneo desde que era chiquito. Muchos torneos de la gira fueron cambiando de lugares, pero este certamen nunca se interrumpió ni se frenó, y cumple 22 años, y es un torneo que fue gran parte de mi crecimiento. Tengo sueños cumplidos, otros por cumplir, y vuelvo acá porque es el torneo más lindo que hay. Es difícil tener torneos de este calibre, pero se disfruta mucho, y si bien puede crecer, así como está ya es espectacular”, expresa el Peque, infaltable en la cita de febrero. Otros nombres que asoman son el italiano Lorenzo Sonego (27° del ranking) y el francés Benoit Paire (46°). La lista definitiva se conocerá el 10 de enero próximo.

En cuanto a los invitados, además del wild card previsto para Del Potro, se prevé que todos serán para jugadores argentinos, salvo una excepción mayúscula de última hora. Habrá que esperar unos días para ver el corte definitivo, pero nuevas figuras como Juan Manuel Cerúndolo y Sebastián Báez, que vienen de participar en el Masters Sub 21 de la ATP, están con un ranking que no les asegura el ingreso de manera directa, por lo que será cuestión de aguardar. Para el certamen está previsto el 100 por ciento de aforo, según aseguró el ministro Matías Lammens.

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