Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Ante una oportunidad histórica, la gente se sumó a la gran ilusión
Desde la Argentina y Europa llegaron 4000 argentinos para alentar en la final
ZAGREB.- Mauro Correa tiene 31 años. Es marplatense, pero vive en Barcelona desde hace dos. Juan Carlos Chemes tiene 73 años; es de Santo Tomé, Santa Fe, con ocho hijos y once nietos. "Y tres suegras", añade, pícaro. Sus historias son disímiles, pero qué importa.
Están ubicados en butacas contiguas en el Arena Zagreb. Y comparten la emoción, las palpitaciones. A los dos se les eriza la piel cuando el estadio se pone en penumbras y se canta el himno nacional. Se les humedecen los ojos, como a la mayoría de los aproximadamente 4000 argentinos que invadieron cada sector. "Este tipo de eventos deportivos me unen a mi país, me dan como un sentido de pertenencia", confiesa Correa, luciendo una camiseta de Boca. "Hace unos días estuve en el amistoso en Sevilla. Uno, cuando se va del país, necesita de estas cosas", añade y, mientras habla, dirige la mirada hacia otro sector, donde está Diego Maradona. Uno de sus ídolos. Lleva tatuada la firma del ex capitán de la selección en la pantorrilla derecha. Chemes lo observa a su "vecino" de tribuna. Lo escucha, lo entiende.
Delbonis y Del Potro estuvieron a la altura. fueron dos partidos incómodosdixit Este grupo de jugadores me sigue dando respuestas con madurez, estoy orgulloso"
Chemes hizo un camino larguísimo hasta llegar al Arena Zagreb. Desde que despegó el avión en el aeropuerto de Sauce Viejo, se trasladó en ómnibus de Aeroparque a Ezeiza y aterrizó en la capital croata volando vía Amsterdam, pasó un día y medio. El más joven voló desde Barcelona a Viena, durmió en el aeropuerto y compró entradas para los tres días por 100 euros. El mayor compró un paquete con localidades y alojamiento en una agencia de turismo por unos 30.000 pesos. Son apenas dos historias mínimas entre miles de una marea albiceleste que, ante una oportunidad histórica de ganar la Copa Davis, respondió. Y cómo.
"¡Y ya lo veee, y ya lo veee, somos locales otra vez!", rugen los argentinos. Maradona, presente en un palco desde 75 minutos antes del comienzo de Federico Delbonis vs. Marin Cilic -cuando el estadio se encontraba semivacío-, se contagia, se pone de pie, canta, se sienta, se vuelve a parar. No le cree a la precisión del Ojo de Halcón y hace gestos de... disconformidad. Chispeante, acompañado por su pareja, Rocío Oliva, Diego dice estar "a muerte con el equipo" y que se quedará en esta ciudad "hasta la última pelotita". "Si me voy antes soy un boludo", sonríe. Reparte besos. En los partidos muchos se daban vuelta para ver cómo reaccionaba Maradona. La situación, en un momento, se volvió caótica, hasta que reforzaron la seguridad.
Rosario, Bariloche, Mendoza, Casilda, Neuquén, Santa Fe, Lobos, Chaco, Temperley, Córdoba, Olavarría, Coronel Suárez, La Plata. Barrios, ciudades, provincias, todas presentes en banderas. En la votación promocionada por las redes sociales de la Federación Internacional de Tenis con el hashtag #VamosArgentina, un triunfo albiceleste abrumador. Un bombo, dos. Cornetas de cancha. Bufandas celestes y blancas, sombreros. Camisetas de fútbol; River, Argentinos Juniors, Newell's, Racing, Banfield, San Lorenzo, Quilmes, entre otras. Un imitador del Papa Francisco. Muchos estuvieron en los otros desafíos de la Argentina en la Copa Davis: Gdansk (1a rueda), Pesaro (cuartos de final) y Glasgow (semifinales). Otros están viendo tenis por primera vez.
El Arena Zagreb fue tomando temperatura a medida de que la tarde se fue consumiendo. El público local empezó apoyando a su estrella, Cilic, con sumo respeto, pero a medida que Delbonis lo ponía en aprietos, empezó a molestar al azuleño con gritos en medio de los puntos o cuando estaba por sacar. "¡Y pegue, y pegue, y pegue Delbo pegue!", se ilusionaron los hinchas visitantes. Una banda de música le ponía ritmo a los descansos. Los locales explotaron con Cilic, que parecía groggy y terminó ganando. Después llegaron Del Potro y Karlovic. Ya a esa altura el estadio era una caldera. La gente hizo la infaltable ola. El final ya es conocido. Del Potro se marchó feliz al vestuario, saludando y firmando banderas, agradecido por la respuesta de un público esperanzado.
Otras noticias de Copa Davis
Más leídas de Deportes
Demoledor. Tottenham frenó a Aston Villa: la atajada de Dibu Martínez y la alarma por Cuti Romero, que pidió el cambio
Faltan siete fechas. La tabla de la Liga y la clasificación a las Copas de 2025: cómo está la situación de Boca y River
Sigue la acción. Tabla de posiciones de la Liga Profesional 2024, en vivo: así se juega la fecha 21
Su futuro en la Fórmula 1. Charlas, rumores y millones: por qué Colapinto está cada vez más cerca de seguir en 2025