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Superclásico del mundo: ¿cómo se vive un Boca - River lejos de la Argentina?
De Brooklyn a Emiratos Árabes; de Quito a Jerusalén; de Melbourne a Málaga; un informe especial de LA NACION muestra cómo la pasión del fútbol es un idioma universal.
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El Superclásico paraliza el país futbolero. Sea por un torneo de verano, una fecha que nada define en un torneo local o en la final de una Copa Libertadores, cada vez que Boca y River juegan, se detienen los planetas. Y no es algo que ocurra solo dentro de las fronteras de la Argentina. Al contrario. Al igual que el dulce de leche y la yerba mate, el Superclásico es producto de exportación. Premium. Aquí, allá y en todas partes.
Son 12 las filiales oficiales de River a lo largo del planeta. Pero en total son 45 distribuidas entre 21 países diferentes de América, Europa, Asia y Oceanía y hay otras 20 que están en formación. Todas ellas próximamente podrían tener el aval del club: en Núñez ya se prepara el relanzamiento de la membresía de socio internacional con nuevos beneficios, entre los que se encontrará la posibilidad de nominar la filial como oficial. En Brandsen 805 esta cifra trepa a cerca de 70 Consulados Boca Juniors en sus diferentes niveles de formación en todo el mundo. Y ya suman casi 2000 los socios internacionales.
De Brooklyn a Emiratos Árabes. De Quito a Jerusalén. De Melbourne a Málaga. Un informe especial de LA NACION revela que la pasión superclásica es un idioma universal.
Consulado de Boca en Jerusalén, Israel
La familia Caire está muy ligada con Boca. Moisés, que tiene la misma edad que la Bombonera, acompañó al Xeneize en cada momento. En las buenas y en las malas. Gozó con Maradona hace 40 años y lamentó no poder pisar el coliseo azul y oro en 2020 por culpa de la pandemia. Su hijo David heredó esos colores. Los lleva en su ADN con el mismo fervor que su padre. O incluso, más. Él es una de las caras visibles del Consulado de Boca en Jerusalén, Israel, donde viven. Y desde allí comparte con LA NACION la experiencia superclásica. “En Tel Aviv se habla poco del partido que se viene. Al ser de liga, mucha importancia no le dan. Lo que sí pasan es la propaganda en los canales de deportes y anuncian que será transmitido en vivo.”
Caire anticipa lo que se vivirá este domingo: “Uno de los socios nuestros es DJ, y antes del partido va a pasar música de Boca en el bar donde nos juntamos, para hacer la previa, para que la gente que vaya llegando se vaya metiendo en el partido. Creemos que es un día para disfrutar, más allá de la lógica tensión. Hace mucho que no nos juntamos por la pandemia. Ahora empezaron a abrir los lugares justo para la fecha del superclásico”.
¿Cómo se vive un Boca-River en suelo israelí? “Durante el partido algunos lo viven de pie, otros sentados, uno con el bombo atrás. Hay de todo, lo más importante es que en los goles explota todo, te abrazás con el que tenés al lado, casi como si estuviéramos en La Bombonera”. El 2020 fue extraño para todo el mundo. Y el trabajo del Consulado Boca Juniors en Israel no fue la excepción: “Nos afectó el hecho de tener que hacer las reuniones por zoom, a la distancia. Justo estamos en un momento donde avanzamos mucho con la oficialización del Consulado en Israel. Estamos sumando cada vez más gente y en contacto permanente con el club.”
La mayor alegría arribó hace apenas unos días. Con entusiasmo, David cuenta: “Hace poquito nos llegó una encomienda con los carnets y barbijos del club para los nuevos socios. Mas allá de la pandemia, tratamos de crecer, cada uno desde donde pueda ayudar y así seguir haciendo de Boca lo que es: el club más grande del mundo.”
Filial Málaga de River
“El Monumental de Málaga”. Así se llama la sede social de la filial millonaria en la ciudad portuaria de la Costa del Sol en el sur de España. Allí se juntan normalmente entre 200 y 300 personas a ver los partidos de River. Tienen un decorado, hacen asados, disfrutan de un día completo riverplatense pese a la diferencia horaria. Pero, ahora, la pandemia de coronavirus modificó la escena: debido a las restricciones horarias, con un toque de queda desde las 22, se organizaron para seguir el partido con conexiones vía Whatsapp y Zoom para no perder la esencia.
“Las previas de los clásicos son especiales, siempre tienen un condimento especial en cualquier lugar del mundo donde haya un hincha de River. Acá los medios siempre hacen referencia a estos partidos y lo consideran uno de los grandes clásicos mundiales”, cuenta Miguel Rico Novello, uno de los fundadores de la Filial Málaga. “Cuando nos podemos juntar es algo muy lindo, lo disfrutamos mucho. Vemos el partido en plataformas de pago de internet, que es la única forma de hacerlo desde España. Lógicamente con la pandemia hace tiempo que no nos reunimos por las restricciones, ya que los partidos de River suelen ser de madrugada. Pero fuimos recurriendo a otras alternativas y nos conectamos virtualmente mientras vemos los partidos en nuestras casas. Es una manera diferente de estar juntos y disfrutar los partidos”.
Consulado de Boca en Málaga, España
Boca también tiene consulado en la Costa del Sol. Su cara visible es Ariel Ricardo Ordiz Palacios. Aunque ni él ni sus hijos reaccionan si alguien lo llama así. Desde siempre responde a un solo apodo: “Mágico”. Y comparte sus experiencias antes de un Boca-River. “La previa de un Superclásico se vive de igual manera que en la Argentina. El sentimiento es el mismo y lo vivimos a flor de piel como siempre. Lamentablemente, el contexto de pandemia nos impide juntarnos para hacer la fiesta que realmente todos los integrantes queremos hacer en este tipo de partidos. Pero las sensaciones y las emociones son las mismas que si estuviéramos en la Bombonera. El sentimiento por nuestro querido Boca Juniors nos genera siempre ese amor que nunca va a cambiar a pesar de la distancia.”
Mágico es consciente que el coronavirus marcó un antes y un después en todos. Pero él aprovechó el 2020 para potenciar su trabajo: “La pandemia no cambió en nada en el consulado. Es más: nos sirvió para trabajar muchísimo y seguir adelante con este proyecto que estamos llevando a cabo día a día entre todos nosotros. Y que cada vez se van sumando más socios internacionales para el club y vamos creciendo acá en la ciudad.”
Filial Brooklyn de River
Banter Bar, 132 Havemeyer St, Brooklyn. La cita en Williamsburg ya es una religión. Dos horas antes del partido comienzan a aparecer las camisetas, las banderas, los globos... todo rojo y blanco. Hasta 120 personas se pueden llegar a juntar a ver un partido de River en tierras neoyorquinas y, en diferentes momentos, ha pasado que mucha gente no ha podido entrar por el límite de capacidad. Ahora, todo se hace más difícil: los bares solo permiten un 25% de capacidad para estar abiertos por el distanciamiento social. Pero la pasión no tiene límites.
“Antes del partido nos juntamos para cantar, alentar y empezar a vivir la previa. Acá en Estados Unidos consumimos mucha televisión argentina, así que podemos sentirlo más cerca. En cambio, la prensa local acá no le da trascendencia. Pagamos un sitio online para ver los partidos porque no se televisan y en un superclásico siempre llenamos el bar desde que empezamos en 2015″, cuenta Hernán Amorini, fundador de la Filial Brooklyn.
“Por mucho tiempo no podía haber gente adentro y muchos todavía no se juntan para cuidarse y cuidar a sus familiares. Nosotros empezamos a juntarnos entre 10 y 15 personas en la casa de uno de los chicos para hacer asado y ver los partidos. Nos adaptamos”, agrega Hernán. “Lo lindo de tener una filial es sentir que estás en familia. La mayoría de mis amigos son todos a través de la filial. Hablamos todo el tiempo, nos juntamos a comer, jugamos al truco y tenemos un equipo de fútbol. Se extraña ir al Monumental, pero es lo más cerca que tenemos. Y a la gente de acá le gusta ver nuestra locura”.
Al Ain, Emiratos Árabes Unidos (Boca)
Abdullah Sultán nació hace 14 años en Arabia Saudita. Vive con su familia en Al Ain, la cuarta ciudad más poblada de los Emiratos Árabes Unidos y parte de Abu Dhabi. Juega en las divisiones inferiores del Al Ain FC. Es volante derecho y bien podría decir que su estilo es similar al del croata Luca Modric. Pero es tan fanático del fútbol argentino que en un claro inglés asevera que lo suyo es “Riquelme style”. “Básicamente, Argentina es mi vida. Amo mucho ese país. No lo conocemos, pero deseamos ir alguna vez”, sueña despierto.
El responsable de que este chiquilín vea más fútbol argentino que árabe es su padre, Sultán, maradoniano desde que tiene uso de razón. De ahí a alentar por Boca hay apenas un paso, que terminó de dar hace poco más de dos años, cuando vio y disfrutó en vivo como Al Ain amargaba a River en las semifinales del Mundial de Clubes 2018.
En esa ciudad y en ese hogar también palpitarán con el Superclásico. “Será un día muy especial para los que somos amantes de la Argentina y de su fútbol. Aunque el superclásico perdió un poco la fiesta por el virus y la ausencia de hinchas argentinos”, cuenta a la distancia Abdullah. Y agrega: “Aquí los diarios hablan del partido y de los hinchas”. Cuando la pelota comience a rodar el próximo domingo en la Bombonera, en Al Ain será la una de la mañana del lunes. ¿Dormir o verlo? “Verlo, sin dudas. Ese día nos quedamos despiertos hasta tarde. Mi padre y yo usamos camisetas de Boca porque Argentina, Maradona, Messi y Riquelme son lo más importante. Somos fanáticos de Boca”.
La previa también tiene condimentos muy especiales. Cuenta Sultán: “Antes de que empiece el partido vemos en YouTube partidos y momentos del superclásico de años anteriores. Y luego vemos juntos el partido con mucha ilusión y emoción.” Abdullah se estremece de solo imaginar cumplir un viejo sueño: conocer el estadio de Boca. “Me enantaría poder presenciar algún día este clásico junto a mi padre en la Bombonera y convertirme algún día en jugador de Boca Juniors. Ese es uno de mis sueños más grandes. Y no solo mío, sino también de mi fanático padre”.
Filial Quito de River
Quito fue la última ciudad que recibió público de River hace más de un año. El 4 de marzo de 2020, en el inicio de la Copa Libertadores frente a Liga Deportiva Universitaria, decenas de hinchas millonarios radicados en Ecuador asistieron al partido y tuvieron el privilegio de ser los últimos fanáticos que pudieron alentar a su equipo antes de la pandemia. Pero, a pesar de no poder reunirse o ir a la cancha, la pasión se agrandó: “Todo lo que vivimos nos afectó, pero el vínculo se hizo más fuerte y nos unió mucho el grupo de Whatsapp para estar más cerca”.
Gabriel Salgado, miembro fundador de la Filial Quito, nació en Ecuador pero vivió en la Argentina entre los tres y los 18 años. Conoce a fondo la cultura de ambos países y generó un vínculo muy especial con el club de Núñez. “Nosotros nos reunimos siempre en ‘Chorigol’, una parilla argentina de un integrante de la filial que se volvió nuestra casa. Es algo muy lindo poder encontrarse con la gente, vivir el clima, que te vean sufrir, gritar un gol, cantar... a muchos también les gusta ese ambiente aunque no sean de River. Sin pandemia era hermoso: jugábamos al fútbol, cenábamos, veíamos todos los partidos juntos y hasta poníamos una tele afuera de la cantidad de gente que había. Es la forma de sentirnos cerca del club que amamos. Y recién arrancamos de vuelta con las reuniones la semana pasada con la Supercopa por las restricciones de la pandemia”.
Ahora, para el superclásico que se avecina, ya tienen todo listo: se reunirán de a grupos pequeños por las restricciones sanitarias. “Hace varias semanas que la previa se vive muy fuerte en nuestro chat que es muy activo. Desde que se sabe la fecha arrancan las conversaciones sobre el clásico, las posibles formaciones, las noticias que salen... acá en Ecuador se habla en la televisión sobre el clásico. Y, como todavía no nos reunimos como antes, para este partido nos vamos a juntar pero de a no más de ocho personas. Todo sea por River”.
Consulado de Boca en Elche, España
“Nosotros vivimos la previa del Superclásico con mucha expectativa y ansiedad. Creo que la distancia potencia todo eso”, confiesa Pablo Márquez desde Elche. Y aporta: “En España hay algún programa de noticias en su sección deportes que menciona más que nada estas ocasiones cuando hay un Boca-River. La gente al saber que uno es argentino te pregunta y el español futbolero hasta se arriesga a opinar.”
¿Cómo es la logística de esos encuentros? Lo explica Márquez: “Normalmente nos juntamos en distintos bares, restaurantes segun el horario , pero ahora está todo cerrado por la pandemia y en las casas solo dejan convivientes así que los más fanáticos ponemos el chat y nos alentamos por ahí.”
Maximiliano Galvagno aporta otro dato: “Aquí, los partidos normalmente se ven por internet o por algún canal de TV paga. El primer preparativo es averiguar qué página o plataforma lo dará. Unas horas antes entramos y vemos que estén online y funcionando. Es horrible que llegue la hora del partido y no te puedas conectar. Ahí si los nervios salen a flor de piel. Esto se debe a que la cuota de la compañía de TV que transmite partidos sudamericanos es alta: alrededor de €70. En épocas pre Covid 19 nos juntábamos en Toro y Pampa, una hamburguesería de unos chicos argentinos, pero con las restricciones no quedó otra que verlo cada uno en su casa.
Ambos coinciden en que durante el partido se abstraen de todo lo que los rodea. Galvagno confiesa: “En esos 90 minutos te olvidas en qué país vivís, cuál es tu situación económica o que al día siguiente tenés que ir a trabajar. En esos 90 minutos solo existen la pelota, los 22 que están jugando y el amor a tu camiseta. Y es algo maravilloso.”
Filial Melbourne de River
La casa de Martín Jona, fundador y presidente de la Filial Melbourne de River, se transformó en “El Monumental de Elsternwick”. Su vivienda en el suburbio interior de Melbourne es la sede oficial de los partidos del equipo de Marcelo Gallardo. Ni siquiera los incómodos horarios frenan la locura de los millonarios que viven en Australia: este domingo se reunirán a las ocho de la mañana del lunes para ver el superclásico.
“Lo vivimos con mucha ansiedad. Preparamos todos para juntarnos en la casa de Martín. Los que podamos nos juntamos ahí la mayoría de las veces. Llevamos algunos trapos, las camisetas y algo para tomar y picar. Nos nutrimos mucho en redes sociales durante la previa y el partido lo vemos a través de plataformas de internet, aunque acá los medios australianos deportivos le dan un buen lugar al clásico y lo consideran el más importante entre historia y pasión”, cuenta Víctor Maldonado, integrante de la Filial. “Aquí las medidas fueron muy estrictas para bien en la mayoría del tiempo. Por ser exigentes en este país funcionó todo muy bien, además de la calidad de la salud pública y privada y la gente que es muy respetuosa. A veces nos podíamos juntar máximo dos o cinco personas, otras hasta 10. Sin la pandemia nos hemos llegado a juntar de hasta 30 personas, como para la semifinal de la Libertadores 2019. Nos fuimos adaptando a los nuevos tiempos”.
¿Cómo se vive un superclásico tan lejos de la Argentina? “Las sensaciones son encontradas. Lo disfrutamos mucho porque nos juntamos en grupo, pero también en parte triste porque nos da ganas de juntarnos con amigos y familia de Argentina con lo que siempre vivíamos los partidos de River. Son las cosas que sabíamos cuando elegimos vivir afuera buscando un poco más de estabilidad y tranquilidad”.
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