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Serena Williams: la conversación sigue abierta
Roberta Vinci se encargó de dejar en suspenso la mayor conversación que se registraba en Estados Unidos con Serena Williams en el centro de la escena. La número uno del mundo iba camino al Grand Slam. Vinci, la jugadora que había reservado su ticket áereo para dejar Nueva York antes del cruce, la semifinalista menos favorita y desprejuiciada que pudo tener el torneo, mandó a su casa a una de tenista descomunal y una de las grandes atletas de estos tiempos.
La prensa deportiva norteamericana debatía desde hace meses cual era el lugar que merecería Serena Williams si finalmente llegarba a ganar este Abierto de los Estados Unidos. No era una pelea acalorada de panelistas. Era un debate horizontal entre comentaristas televisivos, blogueros, columnistas de grandes diarios y analistas de marketing deportivo. La pregunta concreta era si, Serena, la menor de las hermanas Williams, la hija del tenis aprendido en una cancha pública podía al final del camino ser merecedora del mismo lugar que Michael Jordan, Carl Lewis o Muhammad Alí. Algunos hasta dicen que ni siquiera había que hacer esa formulación: aún sostienen que es lo que Serena merece. La discusión es seria y estimulante. Significaba poner a una mujer en el pico del Everest del deporte norteamericano. Que es al mismo tiempo una cumbre global. Serena inmortalizada entre los más grandes mientras, en el presente, le ganaba una pulseada a LeBron James. ¿Habrá quedado Serena Williams afuera de esa consideración por esta derrota? Ya no podrá conseguir el Grand Slam en 2015. Pero el record de Steffi Graf sigue en un horizonte próximo.
En un extenso perfil publicado por The New York Times Magazine, John McEnroe sostuvo que Serena Williams "es la mejor jugadora de tenis que haya existido" y Chris Evert, que la elogia a diario en sus transmisiones, dice que una tenista como Serena "es un fenómeno que aparece cada cientos de años". Serena Williams va por un lado y el tenis femenino va por otro. La estatura de sus resultados hay que ecualizarla con los logros de otros deportistas, no con sus adversarias de ocasión.
Un relato anacrónico todavía acompaña el ritmo de los resultados de Serena Williams. Se destaca que existe una pérdida de mérito en Serena porque no tiene rivales que la inquieten. Su derrota con Vinci y la presión que la desmoronó se encargan de demostrar lo contrario. Otra idea es que el tenis femenino luce descascarado en contraste con el tenis masculino. Con menos duelos inquietantes y senderos despejados para quien sepa atravesarlos. La realidad es que la carrera de Serena Williams comenzó con Steffi Graf todavía en el ruedo y tuvo sus enfrentamientos con Lindsay Davenport, Martina Hingis, Kim Clijsters y Justine Henin, todas jugadoras número uno de condiciones insospechadas.
Probablemente la propia Serena Williams se haya encargado de construir un reinado en el que crezca poco y nada a su alrededor. Así al menos lo vio Maria José Gaidano, capitana del equipo argentino de Fed Cup, cuando recibieron en Pilará a Estados Unidos por el repechaje del Grupo Mundial II: "Tener a Serena al lado es intimidante. Es muy fuerte físicamente y tiene una potencia inusual. Junto con Graf, a la que llegué a ver mucho en el circuito, son sin dudas las mejores jugadoras de la historia. Serena tiene muchas cosas que impresionan. Su estilo tal vez no tenga la belleza tenística de otras jugadoras, pero la manera en que se planta en la cancha y como domina es única. Muchos se quedan en la potencia de sus tiros y la velocidad de su saque, pero yo le pondría atención a lo firme que se ubica para impactar: es una jugadora a la que resulta imposible llevar para atrás. Ahí está la clave de su juego", opina Gaidano.
¿Tiene debilidades Serena además de sus propios "monstruos" internos? ¿Es posible encontrarle su lado vulnerable? Gaidano entiende que los tiene, pero son pocas las que pueden aprovecharlo: "Tiene sus vuelcos anímicos muy evidentes, Los tuvo claramente durante este US Open. Lo extraño de esta vez es que suele dominarlos y los deja atrás rápidamente. En cuanto al juego no le gusta mucho que le jueguen a por el centro de la cancha sobre su derecha, sin darle mucho ángulo porque si no define con ese tiro. En la Fed Cup, en polvo, intentamos molestarla con slice, con un tenis de antes, pero nos duró un ratito apenas. Hace poco volví a ver la final del US Open del año pasado que le ganó a Wozniacki. Ella intentaba jugarle así, por el centro y sobre su derecha. Pero si no sos consistente, Serena te pasa por encima. Creo que hay que tomarla como un caso único. Que lo es. Todos hablan de la vigencia de Roger Federer a sus 34 años. Serena tiene 33. Atravesó varias generaciones de tenistas. Me da gracia cuando dicen que eso es porque no tiene rivales. Ella se encarga de no tenerlas...", concluye Gaidano.
Tal vez la propia Serena Williams haya sido su principal enemiga en ese viernes imposible de creer en el estadio Arthur Ashe. Roberta Vinci se quedó con la recompensa. Serena, a pesar de la derrota, permanece como la única habitante de su galaxia en el tenis femenino. El debate mayor seguramente sigue abierto.
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