Se terminaron los Juegos Olímpicos de la Juventud: los logros de hoy abren interrogantes para el deporte nacional

Después de doce días de acción, con la extinción de la llama olímpica, concluyeron los Juegos Olímpicos de la Juventud. Buenos Aires albergó a 4012 atletas y más de un millón de personas visitaron los Parques Olímpicos, en un hecho que superó las expectativas de los propios organizadores. En términos estrictamente deportivos, la Argentina logró su mejor performance de medallas en la breve historia de estos Juegos. Más allá de los resultados, es conveniente contextualizar esta cosecha, no generar expectativas desmedidas y evaluar cuáles son las condiciones futuras del deporte nacional. En cuanto al legado de infraestructura, se celebra los nuevos espacios, aunque las dudas sobre el costo total de los Juegos siguen siendo una incógnita.

Ayer, con las medallas de bronce del boxeo de Victoria Saputo (peso ligero) y de Mirco Cuello (peso gallo), la Argentina cerró su cosecha de medallas, la mejor de las tres ediciones de los Juegos de la Juventud. La boxeadora venció a la australiana Emma Lawson y el púgil oriundo de Arroyo Seca le ganó al marroquí Abdessamad Abbaz. Por su parte, el seleccionado de futsal cayó por 5-4 ante Egipto, luego de ir ganando 3-0, y no pudo quedarse con la medalla de bronce.

Antes de la ceremonia de clausura que se llevó a cabo anoche, llegó el presidente Mauricio Macri y saludó a los atletas en un breve discurso. Después, comenzó la breve fiesta de clausura. Duró 45 minutos y se llevó a cabo en la zona internacional de la Villa Olímpica. La celebración fue exclusivamente para aquellos acreditados a los Juegos, y la cantante Soema Montenegro interpretó el himno nacional. Después, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta le pasó la bandera olímpica a Soham El Wardini, máxima autoridad de Dakar, Senegal, la próxima ciudad sede de los Juegos Olímpicos de la Juventud. A su vez, Thomas Bach, presidente del COI, dijo que fueron "unos Juegos fantásticos". Y Gerardo Werthein, presidente del Comité Organizador de los Juegos, agradeció a los voluntarios. El cierre fue un espectacular show de fuegos artificiales.

En total, la Argentina sumó 26 medallas: 11 de oro, 6 de plata y 9 de bronce. Y en equipo con otros países cosechó otras seis preseas (cuatro de plata y dos de bronce). En estos Juegos de la Juventud, se decidió que no existiera un medallero oficial. La idea era que no se convirtiera en una carrera encarnizada entre las delegaciones y quitarle presión a los atletas. Los excelentes resultados de la delegación –oficialmente se esperaban alrededor de 15 medallas- no se traducirán inmediatamente en un aluvión de resultados a nivel de mayores. En algunos deportes, no llegaron los mejores exponentes a nivel mundial, y es preciso ser cautos con el desarrollo deportivo de los adolescentes, que demostraron un gran nivel competitivo pero que su edad madurativa será en los Juegos 2024 o 2028.

Por otro lado, el fervor del público, sin dudas, fue una de las estrellas de estos Juegos. Accedían gratuitamente a todas las sedes gracias a una pulsera magnética. En total se repartieron 650.000. Las tribunas de los estadios siempre estuvieron repletas con filas de hasta 500 metros para ingresar Parque Olímpico. Más allá de la gratuidad de los espectáculos deportivos, sorprendió el interés del público por acercarse a deportes que no son los más populares. Y refuerza la hipótesis de que cuando se le ofrece otro programa deportivo que no sea el fútbol, el espectador responde. Además, cabe destacar las escuelas de iniciación deportiva, donde más de 200 mil chicas y chicos se acercaron deportes como esgrima, el pentatlón moderno o la lucha olímpica, entre otros. Fue excelente la respuesta de los niños.

La infraestructura deportiva y la Villa Olímpica, según los propios atletas, fueron otros de los puntos altos de estos Juegos. En el debe está que la Comisión Organizadora de los Juegos, es decir, el Comité Olímpico Argentino y el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, informe el costo total de los Juegos. El presupuesto comenzó con una cifra cercana a 300 millones de dólares y finalmente ascendería a más de 650 millones de dólares, según fuentes oficiales.

Es preciso preguntarse: ¿ese entusiasmo del público y de los niños se podrá capitalizar en futuros atletas olímpicos? ¿Qué ocurrirá con los adolescentes que compitieron en estos Juegos y con los que no lo hicieron pero fueron parte de un largo proceso de detección de talentos y quedaron en las puertas de ingresar a Buenos Aires 2018? Todos son futuros atletas. En un contexto de recortes presupuestarios, tanto de la Secretaría como del Enard (el incremento del dólar y la inflación licua las arcas de ese organismo) se abre ese interrogante. Mientras tanto, en estos Juegos, a los atletas argentinos le sobran razones deportivas para soñar en grande.

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