Santiago Cordero: “Tenemos que darnos cuenta de que podemos someter a los All Blacks”

El jugador preferido de Santiago Cordero en la consola de videojuegos era Shane Williams. La admiración por el diminuto wing galés se transformó en idolatría cuando Williams, tras el partido de los Pumas con Tonga, lo eligió como el jugador del torneo.

Pasó un año de Inglaterra 2015, el certamen que marcó la aparición de Cordero en los Pumas y en el escenario mundial. Hoy es uno de los wings más rápidos, más elusivos y con mayor capacidad de try del planeta ovalado. Muchas cosas cambiaron en su vida y en la realidad del seleccionado desde entonces, pero hay una que se mantiene inalterable: la imposibilidad de vencer a Nueva Zelanda.

Los Pumas tendrán hoy una nueva oportunidad de quebrar la historia adversa. “La sensación es que en el último partido les jugamos de igual a igual. Por momentos sometimos a los All Blacks, se puede. Tenemos que empezar a darnos cuenta de que por más que sean los mejores estamos creciendo y podemos llegar a someterlos”, afirmó Cordero. “Depende de nosotros hacer el cambio y aguantar los 80 minutos. Ojalá se dé esta vez, y si no, hay que seguir entrenando. Porque yo quiero ganarles.”

Cordero empezó 2016 igual a como había finalizado 2015: dejando rivales en el camino y aterrizando en in-goals contrarios; rápidamente se erigió en la figura de los Jaguares. Sin embargo, un accidente automovilístico a fines de marzo frenó su ascenso y le costó recuperar su mejor forma. En este Rugby Championship, volvió a mostrarse en su esplendor y ya lleva apoyados tres tries en cuatro partidos. “Estaba caído, no venía bien de la cabeza. Quería hacer un cambio. Tuve bastantes charlas con el entrenador y me puse las pilas con el rugby”, reconoció el wing de 22 años, que está en el entorno del seleccionado desde que fue convocado por Santiago Phelan para la gira por Europa de fines de 2012. “Por suerte arranqué mejor el Championship. Es lindo hacer tries y sumar para el equipo, pero es más lindo cuando además se gana”.

Por contextura física (1,77m, 83kg) y por estilo de juego, se asemeja a Shane Williams, una leyenda del rugby mundial (60 tries en 91 partidos para Gales y los British & Irish Lions), que en ocho enfrentamientos nunca pudo vencer a los All Blacks. Cordero espera que la semejanza termine allí. “No me gusta mucho mirar a otros jugadores. Sí miraba mucho a Shane Williams porque era chiquitito, se movía y me gustaba cómo jugaba”, dijo. Hoy tendrá que vérselas con monstruos de la talla de Julian Savea, Israel Dagg y Ben Smith. “Los All Blacks son todos buenos. Miro un poco a los fullbacks y a los wings, que son de mi puesto. Me impresionan. Hacen todo fácil.”

–¿Es el mejor equipo de todos los tiempos?

–Se puede decir que sí. A pesar de que se les fueron grandes jugadores, no se nota el cambio. Los que entraron ahora son tremendos jugadores y no hay mucha diferencia.

–¿Nueva Zelanda va a estar más relajado por tener el título asegurado?

–No creo. Son los mejores y quieren seguir siéndolo. No quieren perder nunca. Va a ser un partido durísimo, más que el anterior. Van a tener más presión porque son visitantes.

–¿No poder ganarles genera más presión?

–Yo soy el primero en querer ganarles a los All Blacks. Creo que ellos tienen más presión. Si los sometemos durante todo el partido, van a sentir presión y se van a empezar a preocupar. Tenemos que convertir esa presión en cosas buenas y mantenerla todo el partido. En los últimos dos partidos contra ellos siempre aguantamos jugando bien hasta los 55, 65 minutos. Tenemos que alargar esos minutos y cambiar de la cabeza.

–Esa caída al final, ¿es física o mental?

–Tiene que ver con todo. En el último partido corrí un montón, no daba más, pero al ser wing no me golpeé tanto como los demás. Dejamos de mover las piernas y eso es clave.

–¿Este es el partido más esperado del año?

–Sí. Nos quedamos con amargura después de la gira que tuvimos, así que jugar de locales y contra los mejores del mundo es algo lindo, que se espera bastante. Volvimos de la gira un poco enojados, porque no estamos contentos con el juego que tuvimos ante Australia y con los resultados, pero vamos a tratar de convertir ese enojo en algo bueno.

–¿Qué tienen que corregir para este encuentro?

–Quizá desprendernos un poco de la pelota cerca de nuestro in-goal. Quisimos jugar mucho en nuestro campo y perdimos muchas pelotas. Fueron como 13 pelotas perdidas. Eso nos costó muchos tries en contra. Hay que bajar esos números y empezar a jugar más en el campo contrario. En defensa, tenemos que armar una red para que no corten tan fácil y presionarlos.

–¿Sienten que están más cerca que otras veces?

–Nunca se le había ganado a Sudáfrica y ahora ya les ganamos dos veces. Contra Australia arrancamos mal, pero tuvimos la pelota y los sometimos durante bastante tiempo. De a poquito se va achicando la brecha y en algún momento se tiene que dar.

–¿Con qué equipo se van a encontrar los All Blacks?

–Vamos a entrar a dejar todo. Es el último partido de locales del año.

–El domingo fuiste al CASI a ver a Regatas, tu ex equipo. ¿Cómo viviste el torneo que hicieron?

–¡Es increíble! Pasamos de casi quedarnos afuera del Top 14 en el desempate con Pueyrredón a estar entre los mejores seis. Me saco el sombrero por lo que hicieron los chicos. Ojalá no bajen los brazos y se queden con eso porque el año que viene hay que repetir.

gs

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