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De qué hablamos cuando hablamos de Mont Blanc, una experiencia única del trail running
José Ignacio Bellorini corrió los 55km de uno de los ultramaratones más grandes del mundo y lo cuenta en primera persona; marketing mediante, una carrera que se impuso y congrega año a años a 10.000 corredores
Tan solo me propongo fijar unas breves coordenadas para intentar un relato de lo que fue en mi experiencia personal en una de las competencias de Mont Blanc UTMB. He tenido la suerte -junto con algunos otros privilegiados (creo que fuimos algo así que 70 argentinos en todas las categorías)- de salir sorteado para la carrera de 55 km con mas de 3500 metros de desnivel positivo uniendo los puntos de Osieres (SUI), Champex (SUI) y Chamonix (FR). De allí, la denominación OCC, rodeando una ladera del Monte Blanco y el Mer de Glace. Una verdadera locura.
Desde lo general a lo particular no tiene sentido tratar de explicar lo inexplicable. Pero haré el intento. La organización y los puestos soporte de comida y control, el entorno, la tecnología, la gente y su profesionalismo resultaron fabulosos. Excluyentes. Igualmente maravillo fue el recorrido atravesando las villas de montaña donde los chicos en la puerta de las escuelas aplaudiendo y estirando la mano al grito de "allez allez" alentaban a la pasada, la gente mayor en el balcón de sus casas del medioevo festejando una verdadera fiesta para la comarca. ¡De libro de cuentos! Y lo es sin dudas. Viven la montaña, y viven del turismo también.Lo entienden y lo aprovechan para que sus geografías sean recorridas y visitadas por miles de corredores de todo el mundo. En definitiva, comprenden que las carreras son una fuente importante de ingresos que se traduce en sus arcas.
Todos sabemos desde la teoría que los Alpes Franco Suizos no tienen nada que ver con los Andes. Su extensión en el territorio es el primer dato obvio. Pero ojos que no ven corazón que no siente. Hay que vivirlo y sentirlo. Ni mejores unos ni peores unos que otros. Distintos. Distinto el suelo. En los Alpes la piedra es filosa y del tipo laja. Las pendientes marcan otra gran diferencia sobre todo en la violencia de sus ascensos (y obvios descensos). Estas dos notas son las mas salientes a mi modo de ver.
Según cuentan los locales, fue un fin de semana particular. El calor fue la gran sorpresa y por ende un factor excluyente. En mi categoría hubo muchísimos abandonos, pero en la categoría estrella UTMB hubo mas de 1100 salidas como ellos las denominan. Solo pensar que el total de las cinco categorías alcanzamos la meta solamente 7500 corredores. Esto da la pauta de lo complejo del evento con más de 2000 abandonos.
El calor y las pendientes hicieron su juego. Pero igualmente tampoco fueron más abandonos que otros años. Las salidas son propias del grado de dificultad de esta competencia. Algunos le quitarán importancia, otros excesiva pleitesía pero solo quienes pisamos esa tierra sabemos que es distinto. Correr Mont Blanc es una experiencia única. Al menos eso siento mientras escribo en el confort de mi cama, sin dejar de soñar con volver a correrla.
En lo personal tuve una gran carrera, sufrí bastante a la altura del km 30 por el agobiante calor. Eso me obligó a parar unos minutos para "inyectar" sales. Sin ellas hubiese sido otro el final, sin dudas. Luego fui de menor a mayor terminando de la mejor forma y dando mi mejor versión. Creo. Muchos meses preparando este desafío corriendo con muchos compañeros de ruta, algunos de ellos que incluso corrieron también este año como el caso de Fabián López de Correr Ayuda.
Entreno a diario en la Patagonia con mucho frío y su bravo clima, vivo viajando por trabajo. No soy una excepción. Correr para un amateur implica sacrificios y resignaciones que uno mismo elije. Tuve la suerte de preparar esta carrera con un plan específico junto con una profesional de montaña que sabe y conoce. Su intensidad es una de sus distinciones. No para. Literalmente, no para. Exige y exige. Empuja y me empuja a dar lo mejor. Pero de eso se trata. Ella sabía a lo que me exponía porde haber corrido y terminado UTMB. Sin Sofia Cantilo y su empuje todo hubiera sido más complejo. Para los runners, nosotros los que vamos en el fondo, contar con un entrenador que te motive, escuche y apoye. Vamos por nuevos objetivos. Entre ellos, volver a Chamonix, un lugar de ensueño.
Jose Ignacio Bellorini es atleta amateur.
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