Maratón Glaciar Martial: todo confluye en el fin del mundo

“Nací el 30 de Octubre, igual que el Diego”, relata Nacho Rodríguez para amenizar las 4 horas que lleva marcar el circuito del kilómetro 17 al 27 “pensar que gracias al atletismo lo conocí, ¡Y antes de que muchos sepan que sería Maradona!”. Mientras recorre la subida del hachero como si fuese el fondo de su casa (de hecho casi lo es), explica que a los 16 años salió campeón provincial de 5000 metros en su Corrientes natal y viajó a la final de los torneos Evita. Allí vio a un Diego Maradona con corte de pelo Carlitos Balá salir campeón. “Pocos pueden contar esa”, apunta y sonríe mientras continúa caminando. Doce horas después, el domingo por la mañana, fatigarán esas sendas los corredores de la Maratón Glaciar Martial; pero Nacho asegura que marcar el circuito no le da ninguna ventaja “además estamos en la segunda parte, y yo corro sólo 21k”.

Fue la última carrera del año, en el último lugar del mundo: Ushuaia. Donde la cordillera de los Andes se sumerge en el océano, donde las aguas del Pacífico y del Atlántico se funden, donde la noche de verano termina poco antes del amanecer, donde se abre la puerta a la Antártida; se corrió la Maratón Glaciar Martial.

Tres distancias: 10, 21 y 42 kilómetros que surcaron ripio, asfalto, senderos, que subieron y bajaron, que rodearon paisajes imponentes, postales increíbles, rincones encantados. Marcaron sus pisadas cerca del canal de Beagle y del Glaciar Martial, disfrutaron de lo mejor que Ushuaia le puede dar a los visitantes: una naturaleza fuerte, fresca, formidable. Más de cien corredores, incluso desde la cálida Colombia, pero también de Brasil, Chile y España, disfrutaron de un domingo que por la mañana se corrió y por la noche (es una forma de decir a las 20hs cuando aún el sol está alto) celebró en la entrega de premios. Pero que durante toda la jornada disfrutó de un tiempo ideal. En ese extremo del continente el clima es muy cambiante, puede llover, brillar el sol, nublarse, nevar, todo en cuestión de horas. Pero el domingo el cielo se sumó a la carrera y brindó su mejor cara a la Maratón Glaciar Martial.

Norman Aravena nos había contado su historia, de cómo la carrera pasaba por la puerta de su casa. Este año tomó la punta en la subida del hachero, llegó a sacarle tres minutos de ventaja al final de la trepada a César Ruiz, su perseguidor, compañero de carreras y amigo. “Pero en la bajada me explotaron muchas ampollas”, reconoce Norman. Venía de hacer una dura carrera de 60km tres semanas atrás y las plantas de sus pies dijeron basta. Ya por el kilómetro 35 César alcanza a Norman y lo pasa sin darle chance, sólo alcanza a decirle a su amigo: “Vamos que falta poco”.

César Ruiz ganó los 42k en 3h03m46s (estupenda marca para un circuito duro), Norman Aravena llegó a 3m58s y completó el podio Javier Godoy con 3h35m51s. Mientras que las dos damas que se animaron a los 42k fueron Silvia Palomo (4h23m57s) y Claudia Alonso (5h17m31s). Pero todos los finalistas de la maratón tuvieron algo en común: pudieron disfrutar de los masajes de Delia Cata, realmente sus manos fueron un paraíso para esas piernas que sufrieron la Tierra del Fuego.

En la media maratón Cristina Bustos, Carla Flamini y Elena Varela –en ese orden-, fueron las tres más rápidas; mientras que Pablo Salgado, Julian Duarte y Santiago García fue el tridente de hombres. La distancia más corta, los 10 km lo ganaron Gianina Ríos y Ezequiel Brahim (aclaro que soy yo porque si no, hablando de mí en tercera persona, parezco Riquelme). Todos los corredores, que encontrarán sus tiempos acá, se reunieron a la “noche” para la entrega de premios y los –muchos- sorteos.

En el Hotel Cap Polonio nadie se fue con las manos vacías. Categorías cada 5 años y premios para todos los gustos. Algunos de los más sonrientes fueron lo que se ganaron las mochilas, rompevientos y buzos de polar que otorgó Scandinavian desde su local de Ushuaia Centro. Todos contentos, hasta Osvaldo Estevez, quien con Ushuaia Extremo Travels, organizó la Maratón Glaciar Martial: “En esta tercera edición mejoramos el staff y la organización, más colaboradores, sumamos nuevos contactos a futuro; apoyados desde el gobierno por Infuetur y la municipalidad de Ushuaia. El año que viene tendremos nuevas distancias, nuevos recorridos, más trail y menos calle”, se entusiasma este apasionado por el turismo deportivo. Promete repetir los 10km pero subir las otras distancias a 25 y 50 kilómetros. Busca un mayor posicionamiento nacional e internacional y resume contento: “aprendimos mucho para seguir mejorando”.

El correntino Nacho que conoció a Maradona, el chubutense Norman que casi, casi gana la maratón, el paraguayo (argentino por adopción) César Ruiz que sí la ganó, el porteño (fueguino por elección) Osvaldo Estevez que organizó la carrera, la salteña Delia Cata que descontracturó las piernas; como ríos que desembocan en el mar, corrieron durante décadas –sin saberlo- para terminar todos juntos, por un domingo, dando vida en el fin del mundo: a la Maratón Glaciar Martial.

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