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15 historias del maratón en 2015
Con la finalización de 2015 es tiempo de balances y desde LNCorre lo enfocamos en la distancia madre: los 42,195 km
Quince historias, quince protagonistas de la distancia madre de todas; desde sueños olímpicos concretados a consagraciones en las Majors, pasando por aficionados que dejaron su marca. Aquí están, estos son:
Endeshaw Negesse (Tokio)
Febrero es uno de los meses que marcan el comienzo del calendario de los 42.195 metros. Tokio, la más nueva de las Majors, es la prueba que todo maratonista de elite debe cumplir camino a la consagración. Por ahí pasó, por ejemplo, Dennis Kimetto, el WR del mundo. Este año, el ganador fue Endeshaw Negesse, un joven etíope que promete y que, si bien no pudo cumplir un buen papel en Chicago meses después, dará que hablar en los próximos años.
David Walters (Chicago)
Dentro de este ranking también hay lugar para los casos curiosos, y en el maratón también los hay. Ese es David Walters, de 60 años, que en Windy City corrió en 2h45m para consagrarse –por lejos- ganador en su categoría. El caso de Walters, ex atleta de trials (2h19m58s es su PB en la distancia), que nació en Illinois pero vivió un tiempo en Tanzania, tomó relevancia porque el hombre es piloto de avión comercial y reparte su tiempo libre con su familia y corriendo maratones, según el orden. Dos días después de haber corrido en Chicago, le tocó pilotar el avión donde viajó el campeón, Dickson Chumba (2h09m50s), en el tramo Chicago-Bruselas. En noviembre, Walters iría a buscar un tiempo similar pero a Nueva York. Sí, dos maratones debajo de las 3 horas en apenas 20 días. La número 25 para Walters.
Yuki Kawauchi (Nueva York)
Al igual que la de David Walters, la de Kawauchi parece una historia extraída de una película. El japonés de 28 años, que fue sexto en el maratón de Nueva York, trabaja cinco días a la semana y corre, a contramano de lo que supone un atleta de elite, cerca de diez maratones al año. El dato de color es precisamente algo como lo que le sucedió en Nueva York: Kawauchi es hoy uno de los maratonistas más sobresalientes del mundo. Sus números son sorprendentes: hizo podio en 31 de las 51 pruebas de maratón en donde participó, formó parte del equipo de Japón en Daegu 2011, fue bronce en los Juegos de Asia y su mejor marca en la distancia de 42.195 metros es escalofriante: 2h08m14s en Seúl 2013, un tiempo similar al de Mo Farah, el mediofondista más importante del mundo, que debutó en Londres con ese mismo registro. A diferencia de Farah, Kawauchi trabaja 40 horas semanales, no tiene sponsors y tampoco entrenador. Come, duerme siete horas y media por día, corre 140 km semanales (un kilometraje bajo al lado del resto de los atletas de elite) y vive para el maratón. Un mes después de su top ten en Nueva York, donde cronometró 2h13m29s, corrió en la exclusiva maratón de Fukuoka, donde fue octavo con un registro de 2h12m48s.
Lelisa Desisa y Caroline Rotich (Boston)
La vida da revanchas, y a eso lo sabe bien un maratonista. Obstinados, perseverantes y sacrificados, desde los profesionales hasta los aficionados, todos en su justa medida buscan superar las adversidades y esperar una nueva oportunidad después de una actuación esquiva a sus pretensiones. Lo saben, por ejemplo, Lelisa Desisa y Caroline Rotich. El etíope, que en noviembre de 2014 había luchado en el sprint final con Wilson Kipsang en Nueva York quedando en el segundo puesto, volvió a Estados Unidos y ganó el Maraton más tradicional del mundo. Boston, que un año antes le había dado la histórica chance a Meb Keflezighi, esta vez engalanaba a un corredor ajustado técnicamente, pero que suda hasta la última gota.
El mismo maratón le otorgaba a Caroline Rotich, nacida y criada en Kenia pero residente en Nuevo México, la oportunidad de la consagración después de aquel promisorio debut en Chicago donde fue quinta con 2h24m18s. Pagaba poco en las apuestas, pero con mucho amor propio se llevó la gloria, con un registro de 2h25m. Hace pocos días de escrita esta nota, el field de Boston Marathon anunció que los campeones volverán en 2016.
Eliud Kipchoge (Londres)
Y si de dedicación se trata, Eliud Kipchoge, justo ganador del rótulo "Mejor maratonista del mundo", es el ejemplo más fiel. En 2014 Kipchoge, olímpico en 10.000 metros, había conseguido el pase a la consagración ganando en Chicago corriendo en 2h04m05s, por delante de fondistas con más experiencia en la distancia como Sammy Kitwara y el favorito, Kenenisa Bekele. En 2015, confirmó su liderazgo en la prueba al llevarse la victoria en la más emblemática de las maratones europeas y la más creciente de las Majors, Londres, también corriendo por debajo de las 2:05. Impasible, técnico y cerebral, Kipchoge, no sólo ganó, sino que lo hizo frente a los dos mejores: Wilson Kipsang (ex récord mundial y mejor maratonista en 2014) y él ya citado Dennis Kimetto. Por si fuera poco, unos meses después lograría la hazaña, correr una segunda Major en el año y ganarla. Sería en la frenética Berlín, registrando su marca mínima de 2h04m00s y frente a otro de los "buenos", Emmanuel Mutai. ¿Podrá Eliud mantenerse en 2016? Condiciones le sobran.
Paula Radcliffe (Londres)
Su generación podrá decir que vio a la mejor de todos los tiempos. Los otros, los más nuevos, podrán mirar vídeos hasta el cansancio. Como el vídeo de la despedida, en su Londres natal y frente a sus hijas y esposo, que la esperaban, una vez más, en la llegada. Paula Radcliffe se despidió del maratón con una marca sub 2h40m y muchas lágrimas en su rostro. Dos veces récord del mundo (Chicago y Londres), múltiple ganadora del circuito WMM (Chicago, Londres en tres oportunidades y Nueva York, en dos), campeona de Cross, pista y olímpica, Paula alimentó un mito difícil de alcanzar, el de la atleta perfecta en una generación poblada de africanas. Hoy, su récord mundial de 2h15m28s parece imposible de rebajar y el mito se vio superado por la realidad, una realidad que Paula impostó para siempre en un abril del año 2015.
Joaquín Arbe (La Pampa)
Joaquín Arbe dejó de ser una promesa del atletismo argentino para convertirse en una realidad. De corazón enorme, el atleta de Esquel ganó en 2015 su segundo maratón consecutivo en La Pampa, otra vez frente a Nicolas Ternavasio, a quien dejó atrás en los últimos mil metros. El tiempo empleado, 2h20m10s, una novedad para un corredor de tan sólo 23 años. En 2013 había sido segundo, en la misma plaza y luchando el primer puesto frente a Luis Molina. Arbe, que en 2015 en un confuso episodio no pudo estar en Toronto pese a tener la marca, es además uno de los grandes mediofondistas del país. Su último logro fue hace apenas unas semanas en el Nacional Sub 23. Completo y con mucha garra, Arbe recién empieza.
Lucas Bagaloni (Rosario)
Lucas Bagaloni empezó a correr hace cuatro años y, como dice si entrenador, el eximio Leonardo Malgor, lo hizo "como la mayoría de los chicos, para bajar la panza". Corrió encima de las 3hs en su primera maratón de BuenosAires e inmediatamente cruzó la barrera hasta bajar, en 2014, a 2h34m. En 2015, un par de meses después de haberse consagrado en su primera media maratón, anotó su nombre en la historia grande del maratón por estos lados: la célebre Rosario. Fue para buscar su PB (lo consiguió, 2h28m) y volvió a Mar del Plata con una Copa y muchas certezas. Con seguridad, será uno de los grandes animadores del circuito del maratón y la proyección, si se anima, puede cruzar las fronteras.
Mariano Mastromarino (Toronto y Valencia)
Por razones de público conocimiento, Mariano Mastromarino es el protagonista del atletismo argentino en 2015. Su legajo incluye, como pasa con todos los que tocan el cielo con las manos, algunos episodios difíciles. En su caso, en vez de frustrarlo, lo marcaron. Tanto en Londres 2012 como en Moscú 2013, su participación no fue por algunos segundos. Como con los obstáculos, cuando era más "El Colo" que nunca, volvió a largar mientras Malgor le repetía que esa oportunidad finalmente llegaría. En 2014 entró a los libros convirtiéndose en el primer argentino en años en ganar el maratón de Buenos Aires. Su marca lo ponía en el ojo de los potenciales clasificados a Río, pero Mastromarino no se relajó y fue por más capítulos del libro. En julio, en los Panamericanos de Toronto, empezó desde atrás y como en la húmeda Buenos Aires, aumentó su ritmo hasta quedar tercero. Primera medalla en un Panamericano para el maratón argentino en más de cincuenta años y la razón para un luchador. Volvió a quedar afuera de la marca para Río 2016, aunque las certezas que le entregó aquel maratón hicieron que lo de Valencia, en noviembre, pareciera sólo un trámite. En los papeles, así fue. El Colo lo consiguió y estará en Río de Janeiro en julio del próximo año.
María Peralta (Berlín)
Habitué de regalarle lindos momentos al atletismo argentino, con 36 años Marita lo hizo de nuevo. No fue suficiente Londres 2012, y en 2015 todos sabíamos que iba por más. Empezó el año con un segundo puesto (todos sufrimos un poco en aquel final con la etíope) en el maratón de Miami, con una marca de lujo: 2h42m. Las probabilidades de que buscará un Juego Olímpico más eran muchas. Lo hizo en Berlín, al lado de las mejores y en un circuito rápido. Otra vez Malgor y un minucioso plan de preparación, esta vez en Sierra de los Padres, otra vez el hambre de gloria. María corrió en 2h39m en Berlín y clasificó para la cita olímpica, el último gran desafío para la mejor maratonista argentina de todos los tiempos.
Deena Kastor (Chicago)
Contra muchos pronósticos tempranos, el 2015 puso a Deena Kastor otra vez en la escena. Y por partida doble. Es que en Chicago, donde ganó una de sus primeras World Marathon Majors estableciendo récord de circuito, Kastor pulverizó el anterior récord master e imprimió una vez más su nombre a las plasmarcas mundiales. Fue 2h27m, una marca suprema para una mujer de 42 años y muchas hazañas. Y no sólo eso: la marca le valió una entrada a los Trials de Los Ángeles, en febrero, por un lugar en Río. Si bien Deena aseguró que sólo quiere enfocarse en su hijo y en el descanso, no descartó estar peleando en California con atletas de gran presente como Shalane Flanagan, Sarah Hall y la resurgida Kara Goucher. Por ahora, Deena sigue divirtiéndose entrenando en Mammoth Lake.
Luis Molina (Buenos Aires)
El caso de Molina, como si se tratase de una pieza más del gran rompecabezas, es el ejemplo clasificador de aquella trillada cita: "Si se quiere, se puede". Empecinado en cumplir sus sueños, el múltiple campeón de media maratón, en 2015 se tomó un vuelo a Cachi para preparar su tercera maratón (la primera fue en La Pampa, en 2013, dónde fue el ganador), la segunda en Buenos Aires. Un año atrás, en ese mismo lugar, había pagado caro las consecuencias de la falta de experiencia, aunque condiciones siempre le sobraron. Cuando la CADA, en una decisión cuanto menos cuestionable, rebajó la marca mínima para hombres de 2h17m a 2h16m, pocos arriesgaban a que algun atleta, excepto Mastromarino, pudiese conseguirla. Allá fue Molina, el 11 de octubre. ¿El resultado de tanta confianza previa? 2h15m28s y Molina a Río 2016.
Mary Keitany (Nueva York)
El nombre de Mary Keitanny entró en los libros del maratón. En 2015 se recuperó después de un segundo puesto en su maratón preferida, la de Londres, y ganó en Nueva York por segunda vez. Así, se convirtió en una de las pocas que ganó Londres y Nueva York, ambas de forma consecutiva. Dueña del segundo mejor registro en la distancia, 2:18:24, Keitany se mostró en plena vigencia a sus 33 años. Si bien está lejos del récord de Paula Radcliffe, la keniata tiene para rato en los primeros planos.
Nicolás Ternavasio (Mar del Plata)
A finales de 2015 fue noticia por lo que no tenía que serlo. El atleta que tuvo que romper el chanchito de su hijo para poder competir en el Maratón de Mar del Plata. No debería haberlo sido porque, claro, a Nicolás Ternavasio debería alcanzarle el dinero para poder hacer su trabajo. Talento le sobra, necesidad de hacerlo también. Pero sobre todo, sabe cómo superarse día a día y conseguir lo que tanto se propone. En abril se le escapó por poco en La Pampa, frente a Joaquín Arbe. Tendría revancha unos meses más tarde, en noviembre, en la linda Mar del Plata y otra vez frente a Arbe. Corrió en 2h24m y se consagró en la tierra de Mastromarino, Peralta y Malgor. Ojalá, sea el ENARD o quien sea, en 2016 le llueva el apoyo.
Bonus: Santiago García (Tokio)
Tal vez por su condición de oriental o por la metrópolis que recorre, es el Maratón japonés un punto cúlmine en la vida de todo maratonista aficionado. Completa las "grandes" y ofrece una buena perspectiva para lograr una marca minina. Ambas cosas le sucedieron al periodista Santiago García, uno de los corredores amateurs más destacados del país. Completó el circuito de las Majors (Boston, Londres, Berlín, Nueva York, Chicago, Tokio) y logró su mejor marca en la distancia: 2h54m24s.
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