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Récord mundial y sub 2 horas en maratón: el ridículo coqueteo entre la realidad y la ficción
¿Podrán Eliud Kipchoge o Kenenisa Bekele arrebatarle el récord del mundo de maratón a Dennis Kimetto? ¿Qué hay de cierto y qué de mito en los distintos proyectos para bajar de las dos horas en maratón? Análisis tanto de lo real como de lo utópico
En 2010 el profesor británico Yannis Pitsiladis visitó por primera vez Addis Abeba, en Etiopía, y entendió que su trabajo de investigación sobre fisiología y ciencia en el deporte iba a poder aplicarse en aquella ciudad de 4 millones de habitantes en el extremo oriental de África. Seis años después, este prestigioso catedrático de la Universidad de Brighton, en Gran Bretaña, que también convivió y estudió a los keniatas durante una estadía en Eldoret, sostiene que el maratón puede correrse debajo de las dos horas y que podría ser antes de 2019. En una nota con The New York Times, Pitsiladis se pregunta si la presión barométrica más alta, que permite acumular mayor cantidad de oxígeno en el cuerpo, podría ayudar a los corredores de fondo a bajar de dos horas en un maratón; algo utópico hace 30 años, donde el feudo del maratón era propiedad casi exclusiva de los blancos. El científico miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) pasa sus días entre Etiopía, Reino Unido, Dallas e Israel (donde hace sus pruebas en el Mar Muerto) trabajando día y noche en su proyecto, que requirió una inversión hecha por donantes por más de 30 millones de dólares. Pitsiladis afirma que mejorando la biomecánica, la genética y la capacidad de respiración, junto con los factores externos y coyunturales como el escenario de crianza en África, la altitud y el trabajo, podría correrse el maratón en 1h59m59s. ¡Sí, por debajo de las 2 horas!
La lucha de Pitsiladis tiene además otro objetivo: demostrar que se puede lograr sin recurrir al dopaje. Para el científico griego, la misión sería equivalente a la del hombre en su excursión a Marte.
"Un maratón de 1h59m59s requeriría un ritmo abrasador de 4 minutos y 34 segundos por milla, siete segundos más rápido que el ritmo del récord mundial actual. Requeriría del 85 al 90 por ciento de la capacidad aeróbica máxima de un corredor, el doble de la capacidad de un hombre promedio, y una frecuencia cardíaca sostenida de 160 a 170 latidos por minuto. (La tasa de reposo típica es de 60 a 100 latidos por minuto)", le dijo Yannis Pitsiladis al Times.
Cuando Bekele batió su propio récord del mundo en 10.000 metros, el 26 de agosto de 2005, ejecutó 2m32s44 para los últimos 1000 metros de la prueba en la Diamond League de Bruselas, que terminó en un impresionante registro de 26m17s53, vigente récord mundial en la distancia. El parcial en el último kilómetro significó una ganancia de, en promedio, seis segundos desde el primero. Convencido de su poderío para romper la barrera de los 26 minutos, algo que parece inalcanzable ahora mismo, Bekele intentó prepararse de la mejor forma para Londres 2012. Justo en el momento en que su camino se cruzaba con el de Pitsiladis, en Addis Abeba, Bekele entró en un tumultuoso camino de las lesiones, que proporcionaron una decepción en la prueba de Londres y un parate que parecía que iba a detenerlo en el mejor momento de su carrera. Pitsiladis continuó estudiando a los atletas etíopes y keniatas y Bekele, que se internó en jornadas interminables de recuperación y sesiones de trabajo corto junto con Renato Canova, debutó en el maratón de París con una victoria en 2h05m, un tiempo alentador para cualquier pistero que se pase a la calle. El resultado de aquel improbable debut en la madre de todas las distancias, además de un primer puesto, fue récord de circuito incluido. Bekele no sólo volvía a poner su nombre en los más alto del fondo mundial, sino que ya había llamado la atención de Yannis Pitsiladis.
Aunque realiza pruebas con Kenenisa Bekele, Pitsiladis cree que el primer corredor que romperá las dos horas no será una estrella actual, sino que encajaría en cierto perfil: alguien que ha crecido en una aldea rural de África oriental en altitud, Y que está acostumbrado a horas de actividad diaria, como caminar o correr a la escuela, transportar agua y pastorear el ganado. Es decir, el responsable de ejecutar lo imposible podría estar naciendo y creciendo ahora mismo. Para averiguarlo, pasa sus días en Addis Abeba realizando pruebas de VO2 a estudiantes y futuros talentos de 15 y 16 años.
El mismo Renato Canova, unos meses después de haber dejado de ser el entrenador de Kenenisa Bekele, afirmó en el blog LetsRun que su ex alumno puede batir el récord del mundo en maratón, establecido por el keniata y aún ordeñador de vacas Dennis Kimetto, en Berlín 2014 (2h02m57s), aunque es un tanto escéptico sobre la posibilidad de correr debajo de las dos horas antes de 2019. Afirma que Bekele posee una tirada mayor en los últimos kilómetros, que está en excelente forma y que todavía tiene posibilidades de llegar a Tokio 2020, con 38 años. Bekele forma parte del proyecto Sub 2 horas de Pitsiladis, que lo eligió como bandera de una idea ambiciosa, que excita el imaginario de cualquier deportista. Si un tema acaparó las portadas de los medios de running del mundo en 2016, esa fue la inminente posibilidad de un nuevo récord, tema de conversación ineludible. Ya no sólo se intentará rebajar el récord de Kimetto, sino que los distintos proyectos que buscan el maratón por debajo de las dos horas son tema de discusión. Y, si bien durante este año no se pulverizó el récord de Kimetto, los cronos estuvieron cerca. Primero, Eliud Kipchoge, que lleva ganadas sus últimas cinco maratones, puso en jaque el WR corriendo en 2h03m05s el maratón de Londres, uno de los maratones más rápidos del mundo. El 26 de abril de 2016, Kipchoge corrió hasta el kilómetro 30 por debajo del récord del mundo por una diferencia positiva de ocho segundos. Se cayó a partir del kilómetro 35, donde promedió sus peores parciales, llegando a estar 20 segundos por encima del WR. En el kilómetro 40, con el horizonte posible de capturar el récord, se lanzó a restar segundos y estuvo finalmente a ocho de arrebatarlo. Canova afirma que si Eliud es capaz de aumentar su split a partir del kilómetro 35, el récord mundial puede estar en las 2h02m, algo en lo que coincidió el mismo Kipchoge.
Bekele, que después de París volvió a sufrir la rotura de su tendón de aquiles e intentó regresar a la calle con un cuarto puesto en Chicago (2h05m51s), un abandono en Dubai y un notable tercer puesto en aquella maratón donde Kipchoge se consagró en Londres, invirtió la diferencia a favor, quedando a seis segundos del récord. En Berlín, Bekele corrió con una diferencia negativa incluso hasta de Kipchoge, con la diferencia de que apretó en los últimos 7 kilómetros, un sello que se vio en su WR en 10.000 metros y en su constante reinado en la pista. Basta con ver sus parciales en Berlín: sus kilómetros más rápidos fueron el primero (2m41s) y el último (2m48s). Los "peores" fueron el 12 y el 36 (ambos 3m02s). La diferencia, según Canova, está en que simplemente Bekele es diferente, su biomecánica particular le permite llegar con más aire y piernas en los últimos kilómetros, con una zancada incluso más larga ideal para apretar en los últimos metros. Además, a Bekele tranquilamente podríamos endilgarle el factor corazón. Cualquiera que haya visto un sprint de Kenenisa (el más popular fue aquel en donde venció a Farah y Gebrselassie en la media maratón Great North Run), puede dar fe de ello. La comparativa entre Bekele y el WR de Kimetto, arroja un registro sorprendente en los últimos dos kilómetros, rebajando en veinte segundos su marca hasta ese entonces y parando el crono en 2h03m03s.
"Creo que su forma en Berlín fue de sólo el 85%, y él tiene el potencial de aumentar para aumentar esta forma de avanzar. Eliud puede mantener la misma forma y puede correr 30 segundos más rápido [que este año en Londres], 100 por ciento. Así que si ambos llegan a Londres el próximo año, sanos y en forma, el récord mundial será bajado a alrededor de 2h02m30s", expuso Renato Canova, en una entrevista con el imprescindible blog LetsRun.
¿La quimera de Nike?
Los caminos de Bekele y Kipchoge se cruzaran en 2017. ¿Qué pasaría si Bekele intentará lograr la quimera de correr abajo de las dos horas en su mejor época de pista? Las probabilidades desde la biomecánica serían mucho mayores, pero sin duda no tendría la experiencia suficiente para encarar semejante empresa. Para Canova, sin duda debería nacer otro Bekele. Bekele y Kipchoge forman parte de distintos proyectos que buscan lo mismo: correr el maratón más rápido de la historia. Si Bekele está trabajando con Pitsiladis, Kipchoge acaba de embarcarse en un proyecto que a no ser por su presencia parece surrealista. Se trata de Breaking2 de Nike, donde comparte cartelera con Lelisa Desisa y Zersenay Tadese. Nadie duda de que ambos coprotagonistas pueden correr más fuerte, aunque suene complejo en lo inmediato. Desisa tiene como mejor registro 2h04m45s conseguido en Dubai, además de haber ganado dos veces el maratón de Boston y un palmarés de maratones técnicamente duras, como las de Nueva York. Habría que verlo desenvolverse en Berlín o Chicago, por ejemplo. Tadese es, casi con seguridad, el mejor medio maratonista de la historia (posee el récord mundial con 58m23s en Lisboa), aunque el eritreo, medalla de bronce en los 10.000 metros de Atenas, no suma experiencia en el maratón, donde nunca pudo bajar de 2h10m.
El resultado del duelo Bekele-Kipchoge podría ser, según Canova, un maratón de 2h02m30s. Aunque pueda sumarse a la discusión Wilson Kipsang, que corrió su mejor maratón este año detrás de Bekele en Berlín marcando 2h02m13s (cuarto mejor registro de todos los tiempos junto al tiempo homónimo de Emmanuel Mutai en 2014).
Todo parece indicar que los protagonistas serán los dos primeros. Justamente Kipsang comparte el podio con Emmanuel Mutai, quien también corrió en el mismo tiempo el día del récord del mundo de Kimetto. Un poco más relegados aparecen Biwott, que viene de dos abandonos tanto en el maratón olímpico de Río como en Nueva York. Aunque un estudio de 1991 aseguraba que el hombre sería capaz de correr debajo de dos horas en un maratón en el año 2041, los números y la progresión de los últimos años parecen indicar que eso podría darse antes. Según ese avance numérico, se tardaron diez años en bajar casi dos minutos, desde el récord del mundo de Paul Tergat en 2003, con 2h04m55s, a las 2h02m57s de Dennis Kimetto posterior a los récords de Haile Gebrselassie y Patrick Makau. Es decir, si la regla se mantuviera intacta, en 2027 un maratonista, con seguridad africano, podría cumplir el sueño de los aficionados al maratón: correr debajo de dos horas.
Por otro lado, el avance de la ciencia, los recursos millonarios y tecnológicos y el escenario perfecto, podrían conspirar positivamente para lograr que el hecho trascendental se adelante. En ese sentido, el proyecto de Pitsiladis no por ambicioso es menos cauto y responsable. En 2019 Bekele tendrá 37 años, una edad difícil para correr a 4m33s la milla (1609 metros). Sin embargo, Canova ve posible que Kenenisa Bekele tenga aún mucho por mejorar en maratón, ya que afirma que los seis años en que estuvo parado por lesión, pueden ayudarle a correr mejor y darle más experiencia en su carrera.
Por el lado de Kipchoge y Nike, que busca hacerlo en 2017, resulta muy difícil -por no decir imposible- pensar que en tan solo un año un maratonista pueda rebajar cinco segundos en su paso por kilómetro, teniendo en cuenta que ese descenso se da debajo de los tres minutos por cada mil, un ritmo suicida para los cuarenta y dos kilómetros y ciento noventa y cinco metros. Y si bien Kipchoge mejora en cada maratón, debería correr junto con liebres que lo lleven a una velocidad kamikaze hasta el kilómetro cuarenta, algo no menos complicado y riesgoso para su propio plan de carrera. Para correr debajo de las dos horas, deberían hacerse 420 tiradas de 100 metros en 11 segundos y correr el maratón a un ritmo de 2m50s el kilómetro.
Si bien Nike ya adelantó que para su proyecto buscará un maratón propio y que posiblemente otorgue ventajas extras (contar con mayor inclinación el circuito, por caso), las condiciones de Berlín para lograrlo serían ideales. Aunque Canova no vea potable la idea de bajar de dos horas en un maratón popular, lo cierto es que por sus características planas, con pocas curvas y su temperatura ideal, la capital alemana es además por prontuario (allí se batieron los últimos seis récords mundiales en la categoría masculina), el lugar favorito. Mientras Pitsiladis se enfoca en las capacidades técnico-motrices, en el avance de la ciencia y en la fisiología del atleta, Nike apunta a una idea más ligada a la tecnología en la que los únicos detalles que ha brindado, hasta ahora, tienen que ver con las zapatillas, las condiciones sumamente favorables y la promesa de inversión de muchos millones de dólares para perfeccionar la capacidad de sus tres atletas elegidos.
Renato Canova expresó a LetsRun: "Para Yannis, esto no se trata de marketing. Yannis realmente cree que tal momento es posible en el maratón. Él ha preparado muchas cosas para ayudar a los atletas para correr un maratón sub 2 horas. Muchas de esas cosas son útiles, muchas de esas cosas son inútiles. Creo que un sub 2 horas en maratón es posible, pero no en un futuro próximo. Para correr en menos de dos horas, necesitamos un atleta como el joven Bekele, en su apogeo, corriendo en 26 minutos en 10.000 metros, y luego rápidamente el desarrollo y traslado de él para el maratón. Bajo este punto de vista, lograr el quimérico sub 2 horas no es tan inverosímil. Para hacerlo más pronto, con los atletas que tenemos ahora, debemos correr una carrera que es casi ridícula. Esto es lo que me imagino: correr un maratón por debajo del nivel del mar, como por ejemplo debajo del Mar Muerto. La carrera también debe ser especial. Debe ser organizada únicamente para el propósito de funcionar debajo de 2 horas. Tenemos que recordar que los maratones ahora son competiciones normales".
Berlín y Londres, con la vara alta
De los maratones más rápidos de los últimos tiempos sólo Berlín y Londres han mantenido la vara alta en cuanto a marcas. No sólo no han eliminado las liebres, sino que también han estimulado más al line up de corredores que cada año intentan lo que nadie puede. Londres, por su historia y su bolsa de premios (es la segunda que más entrega después de Nueva York), es el maratón de otoño perfecto para los recordistas. Chicago siempre ha sido un maratón de grandes marcas, aunque la debacle de los últimos años en ese punto, parece indicar que se ha enfocado más en lo popular que la búsqueda del récord mundial o, al menos, de los cronos bajos. Nueva York queda fuera de la lista por sus condiciones, y Boston no puede ser homologada por su diferencia de altitud entre la salida y la llegada, que es de alrededor de 136 metros. Maratones como la misma Chicago, Dubai, Hamburgo o Frankfurt, siempre han servido como antesala para maratonistas que luego se han convertido en récord o grandes tenedores de marcas. Por ejemplo, Chicago es la que aglutina a Kipchoge, que corrió su primera "grande" allí con victoria incluida (2h04m11s), a Bekele (cuarto, con 2h05m51s) y a Kimetto, el último maratonista más rápido de la ciudad del viento, con 2h03m45s y récord de circuito. En los papeles, Dubai tuvo como protagonista a Bekele aunque el intento fue fallido por culpa de las lesiones del etíope. Su enorme bolsa de premios y su estelar cartelera le están dando pelea a las seis grandes, al igual que la trabada Tokio. Hamburgo fue el primer maratón de Kipchoge, donde consiguió la victoria y un personal best de 2h05m30s, mucho antes de la gloria. Frankfurt, mientras, fue el estreno de Kipsang en los grandes registros, estableciendo allí récord de circuito con 2h04m57s sobre Tadese Tola. Un año después, el ex récord del mundo Patrick Makau protagonizaba junto con Kipsang un recordado ataque en los últimos kilómetros, donde Wilson volvió a ser victorioso estableciendo un sorprendente 2h03m42s.
La regularidad también vuelve a poner a tres indiscutidos sobre la mesa. Kipchoge, Bekele y Kipsang, en ese orden, son quienes pueden intentar primero pulverizar el WR de Kimetto, quien ha experimentado una caída en sus ritmos y competencias, y no asoma como defensor del récord. Kipsang, que volvió a correr como él sabe en septiembre último, tiene poco margen debido al tremendo desgaste de los últimos años y a una inconsistencia después de ganar en Nueva York. Por presente, Kipchoge y Bekele son los dos candidatos más firmes para destrozar el récord de Kimetto.
Distinto es el caso de los diversos proyectos para bajar de dos horas. Si bien el proyecto ideado por Pitsiladis puede parecer más concreto, no se debe subestimar a Nike teniendo a Kipchoge (Bekele es también atleta Nike, por lo que intentará la proeza del griego con las zapatillas de la pipa). El problema, en todo caso, se suscita con el tiempo a lograrlo. 2019 parece más razonable aunque no menos difícil. 2017 está a la vuelta de la esquina y no parece haber argumentos suficientes para pronosticar que Eliud lo logrará, más teniendo en cuenta el calendario; en 2017 también habrá Mundial de Atletismo en Londres. Todo hace pensar que Nike puede apelar a un circuito con diferencias de altimetría y recto, lo que facilita correr más fuerte y al mismo tiempo imposibilitaría la homologación del récord según los estándares impuestos por la I.A.A.F.
El clima que habla
Por citar una breve comparación entre los maratones actuales, sólo Berlín mantiene los mismos registros de temperatura en el famoso día de septiembre. Cuando Kimetto paró su reloj en 2h02m57s, con la temperatura de 9 grados centígrados, mientras que en 2016, cuando Bekele se quedó a seis segundos, la temperatura era prácticamente la misma. Distinto es el caso de Chicago, que ha sufrido los vaivenes del cambio climático en octubre, donde por ejemplo Kimetto corrió sus 2h03m45s con 12 grados de máxima, y en los últimos años esa temperatura ha subido incluso hasta los 20 grados. En la entrevista con LetsRun, Renato Canova asegura que en Londres tanto Bekele como Kipchoge podrían correr en 2h02m30s, con un ganador difícil de prever por las diferentes condiciones de ambos. Bekele tiene suficiente ataque para destrozar a cualquier crono si llega bien al final, Kipchoge es más corto en la zancada y progresivo, un verdadero tiempista. Mi pronóstico es que el récord estará en el orden de las 2:02:40 y las 2:02:56. Lograr esa marca parecería que es altamente probable, y los pondría más cerca de las dos horas. Tanto Kipchoge como Bekele no se querrán perder Berlín. Uno defiende el título, el otro buscará su segundo título en el maratón más rápido del mundo. Los dos buscarán el récord mundial. ¿Y las sub dos horas? Por los tiempos de un maratonista con el desgaste de Kipchoge o Bekele, ambos proyectos están a contratiempo y es posible que no sean ellos los responsables de intentarlo, y que los verdaderos ejecutores estén en la escuela primaria mientras se publica esta nota. Con respecto a Breaking2, el apresurado -y ambicioso- proyecto de Nike, difícilmente puedan obligar al keniata a perderse un duelo con Bekele en Berlín o antes, en el Mundial de Londres, por lo que cierra más la idea de que buscarán un maratón con poca exigencia física.
Continuando en el campo de las predicciones y teniendo en cuenta la relación diez años-dos minutos, la meta de correr abajo de las dos horas podría verse en el próximo decenio, aunque el avance de la tecnología aplicada al desarrollo del cuerpo humano y la fisiología del mismo, podría adelantarlo. Con todo, personalmente creo que es prácticamente imposible correr en un circuito homologado antes de 2021. La cita, tanto para lo posible como para el campo de lo imposible, está hecha y habrá que esperar que se anuncien las fechas del calendario de cada uno de los atletas. Sólo hay que prepararse para el que puede ser el mejor año en la historia del maratón.
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